Será en las calles, pero también en las huertas donde sembraremos nuestros sueños

Será en las calles, pero también en las huertas donde sembraremos nuestros sueños
7 mayo, 2018 por Redacción La tinta

Por Villanos Radio

Tarifazos, inflación, aumento del dólar, nuevo embate para una reforma laboral, fuga de capitales hacia el extranjero, desequilibrio histórico de la balanza comercial entre importaciones y exportaciones, el apuntalamiento de la figura de Macri para su reelección el año próximo junto al precalentamiento de María Eugenia Vidal, por si los números no les llegaran a dar. La cara de Cavallo que aparece, aunque siempre estuvo allí, junto a las cada vez más erráticas reuniones de la oposición que no logran plantear una alternativa de gobierno.

Si analizamos lo que dice la agenda mediática de Argentina seguramente nos encontraremos con estos temas y seguramente también, no encontraremos casi nadie que hable de las abejas.

¿Las abejas? Sí, las abejas…


El Instituto Earth Watch, en el último debate de la Sociedad Geográfica Real de Londres hace poco más de un mes, declaró a las abejas como la especie más valiosa del mundo puesto que sin ellas y el trabajo de polinización que realizan la vida en el planeta sería imposible. El mismo instituto sostuvo que la abeja es el único insecto que proporciona alimentos a los seres humanos y la agricultura mundial depende en un 70% de estos insectos por lo que de cada 100 productos con los que nos alimentamos, 70 dependen de la labor de las abejas.


Sin embargo, y más allá del reconocimiento de su importancia para la vida, para nuestra vida, las abejas están desapareciendo de forma masiva. Los investigadores y amantes de este insecto imprescindible plantean dos causas fundamentales de su desaparición. Por un lado, la proliferación de la utilización de la telefonía celular. Así lo señala, por ejemplo, el Instituto Federal de Tecnología de Suiza luego de probar que las ondas emitidas durante una conversación son capaces de desorientarlas hasta causar su muerte.

La segunda gran causal es el uso de agrotóxicos en la fumigación de los cultivos ya que estos venenos poseen sustancias químicas que se adhieren a los insectos y luego son transportados a las colmenas produciendo una contaminación colectiva. Un ejemplo patente de esto es la muerte masiva de abejas que se produjo en el Valle de Traslasierra el mes pasado.

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Según publica el portal Traslasierra Noticia, los apicultores, muchos de ellos nucleados en la Asociación de Apicultores de Traslasierra y del Valle de Conlara, comenzaron a notar mermas en la población de abejas de la región. En números: los apicultores plantearon la pérdida de cerca de 1.000 colmenas enteras en unas 2500 hectáreas aproximadamente, llevando el cálculo de abejas muertas a un total de 72 millones de ejemplares.

A partir de este hecho, especialistas cordobeses sostienen que las abejas se están muriendo por el avance de la frontera agrícola, por la reducción del bosque nativo y fundamentalmente por el uso intensivo de agrotóxicos, siendo su mortandad un biomarcador que nos está avisando lo que está pasando en el ambiente y que es solo cuestión de tiempo que impactos similares sucedan a la población expuesta a estas sustancias.

Sin embargo, el ministro de Agroindustria de la Nación, Luis Miguel Etchevehere, ex presidente de la Sociedad Rural Argentina, en el marco de la reunión del Consejo Nacional Apícola que se realizó el pasado 27 de marzo, ante el inquietante planteo realizado por miembros de la Sociedad Argentina de Apicultores (SADA), manifestó:

“¿Cómo piensan convivir con eso? Porque el modelo no va a cambiar…”


El modelo no va a cambiar, lo afirma Etchevehere ante los apicultores, pero también lo afirma Bullrich en su visita a Córdoba ante el beneplácito del Gobernador Juan Schiaretti, lo afirma Caputo, Dujovne y Sturzenegger al aumentar la tasa de interés y bajar los salarios. Lo sostiene Macri al tomarse vacaciones en el marco de despidos masivos de trabajadores en la Subsecretaría de Agricultura Familiar, dependiente del Ministerio de Agroindustria de la Nación que se suceden desde la semana pasada en las distintas provincias de nuestro país.


Y es que el modelo que encubre y reivindica a miembros de las fuerzas de seguridad del estado cuando matan por la espalda a luchadores sociales no cambiará. Entonces ¿qué haremos los militantes sociales frente a esto?

Y es que el modelo que pone techo enano a las paritarias mientras libera el precio de los combustibles, decreta tarifados y precariza a los trabajadores no cambiará. Entonces ¿Qué haremos los trabajadores frente a esto?

Y es que el modelo que achica el Estado despidiendo trabajadorxs que asesoran, capacitan y acompañan según datos oficiales al 66% de las familias que viven en el campo y a 250.000 establecimientos productivos que involucran a 2.000.000 de personas no cambiará. Entonces ¿Qué haremos las abejas, entonces, al respecto?

Pues quién dice; tal vez. Si Etchevehere, Bullrrich, Caputo, Macri, Cavallo y compañía afirman que el modelo no cambiará, tendremos, compañeras y compañeros abejas, que cambiarlo nosotres.

Y será en las calles, pero también en las huertas donde sembraremos nuestros sueños de soberanía alimentaria.

Y será en la justicia y en las audiencias públicas, pero también en las ferias y mercados donde amasamos nuestros sueños de comercio justo.

Y será en las reuniones y asambleas, aunque también será poniéndole palabra y rostro a lo que se invisibiliza y se esconde.

Porque la naturaleza es una bien social y cultural y no un recurso para ser explotado, porque la comunicación es un derecho y no una mercancía y porque el cambio del modelo hegemónico y tirano es un trabajo no de hormigas sino de abejas.

Abejas que con su vuelo formamos un puño levantado y en marcha.

*Por Villanos Radio. Editorial del lunes 30 de abril del Espacio “Por la tierra, por el monte y por la vida” de la Asamblea Punilla Sur en la Coordinadora en Defensa del Bosque Nativo.

Palabras claves: agroecología, agronegocios

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