Quemarán la basura en CABA: 12 mil familias cartoneras quedan sin trabajo
La idea del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de «basura cero» está encaminada con una consecuencia que no tuvieron en cuenta: hay 12 mil puestos de trabajo relacionados al reciclaje que quedarán directamente afectados por esta medida de la incineración de la basura. Algunas de las preguntas que debemos hacernos sin excepción: ¿Dónde serán colocados las plantas incineradoras? ¿Qué resguardos tendrán esas familias que estarán inhalando ese humo día tras día por años? ¿Quién se hará cargo de las familias que quedaran sin posibilidad de tener un ingreso económico?
Por Federico Paterno para ANCAP
La Legislatura Porteña aprobó a principios de mes, con 36 votos a favor y 22 en contra, la cuestionada ley que habilita al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a incinerar los residuos urbanos que se generan en el distrito, bajo la técnica de termovalorización energética.
La modificación de esta ley de Basura Cero implica que las nuevos objetivos de reducción de los residuos sean de un 50 % para el 2021, un 65 % para el 2025 y de un 80% para el 2030.
La ONG Greenpace sacó un comunicado marcando su postura ante esta noticia: “El gobierno que conduce Horacio Rodríguez Larreta quiere modificar la ley de Basura Cero que prohíbe la incineración y promueve el reciclaje. Al quemar basura se emiten partículas tóxicas y cancerígenas al aire, cuyo grave estado actual genera 3 millones de muertes anuales, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), además de importantes impactos ambientales. La inacción del gobierno de la Ciudad para cumplir la ley de Basura Cero durante los últimos once años no puede justificar la llegada a la Argentina de una tecnología que enferma y contamina”.
Por su parte, Juan Grabois, referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE-CTEP), expresó: «Es una barbaridad recurrir a soluciones mágicas como el ‘quemo todo’. Esto genera un impacto ambiental directo que envía a la atmósfera dioxinas cancerígenas. A su vez, genera un impacto social directo al desincentivar las políticas de reciclado”.
El Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) surge, según indica su portal web, “como herramienta de los cartoneros para enfrentar al régimen mafioso (político, policial y empresarial) que se había enquistado sobre nosotros para llenarse los bolsillos sobre la base de la corrupción, la coima y la sobreexplotación. Lo que hicimos fue denunciar a las comisarías que nos cobraban coimas, enfrentar a los funcionarios que tenían como única política para el sector la represión y el negocio espurio, y escrachar a las papeleras que abusaban de nuestras necesidades y compraban los materiales reciclables a un valor muy inferior al real”.
La Agencia ANCAP dialogó con Jaqueline Flores, cartonera y dirigente del MTE, para poder profundizar el tema.
—¿Qué ocurrió en la legislatura porteña con el tema Basura Cero y como impacta esto en los trabajadores de la economía popular?
—Fue algo complicado y grotesco para la sociedad. Nosotros nos enteramos en una mesa de seguimiento de la “Ley Basura Cero” que depende del Ministerio de Ambiente y Espacio Público. Allí vino un responsable del ministerio con una propuesta ya cerrada de modificar cuatro puntos de la ley basura cero que resguarda nuestro derecho al servicio de la provincia de Bs As. Hace muchos años, hombres y mujeres comenzamos un trabajo a través de la basura y pudimos en el 2005 dar la discusión en la ciudad de Buenos Aires y en la legislatura donde se votó una ley de basura amplia.
Las cooperativas cartoneras íbamos a recibir nuestro reconocimiento y nos iban a dar todo lo que necesitáramos para que ese servicio se llevara a cabo. Eso implicaba: centros verdes, espacios grandes para juntar el material, los camiones para la logística, el uniforme de los compañeros, los guantes, todo lo que nosotros necesitamos diariamente como seguridad para llevar adelante. Año a año veníamos denunciando que no se le daba el peso real a la Ley Basura Cero, que la Dirección de Reciclados desguazaba la ley.
Hace un mes vino alguien del Ministerio a notificar que querían modificar la ley y la verdad es que vinieron con una confirmación no con una propuesta, por eso pedimos explicación. Preguntamos dónde iban a poner la Planta de Incineración, cuánto iba a costar, si habían hecho el plan ambiental del suelo y la respuesta fue una negativa. Una falta de respeto, el funcionario estaba callado, no daba explicaciones, estábamos nosotros, las cooperativas de cartoneros, ONGs, Greenpeace, estaba la ciudadanía que entiende del tema y defienden la calidad de vida dentro de la ciudad de Buenos Aires, y así grotescamente empezaron a impulsar la votación en la legislatura que es lo que pasó el jueves.
Una de las cosas que estamos reclamando y denunciando es que antes de semejante medida, podrían haber acotado la instancia de todo el reciclado. Nosotros somos doce cooperativas y no todas tenemos los centros verdes, los compañeros dentro del sistema, camiones en condiciones, etcétera. O sea, nos tiran la preocupación y la culpa de no haber llevado adelante como corresponde el reciclado, cuando nunca tuvimos las herramientas, no somos empresas privadas. Entonces dicen ahora que con la Ley Basura Cero no llegamos a la meta para el 2020, pero nadie hace un mea culpa y evidentemente nadie lo va a hacer porque este es el camino que transitaron desde que la ley basura cero se votó. Nos mostraron un slogan pero los intereses van para otro lado.
Además, las fuentes de trabajo que se pierden en nuestro sector no son 6 mil nada más. Somos 6 mil que estamos dentro del sistema y nos lo hemos ganado y no se lo debemos a nadie, más otros 6 mil que están afuera del sistema. Y dentro de todo el circuito del reciclado somos 20 mil puestos de trabajo. Si se va a invertir tanta plata en hacer una sola planta, plata que la Ciudad no tiene, por qué no se utiliza ese dinero para acortar las instancias del reciclado?
—¿Las plantas incineradora la idea es ubicarlas en los barrios más pobres?
—No tenemos la confirmación exacta pero se está hablando que la primera planta que van a poner es en Lugano. Y una vez más no lo vemos a Larreta dar explicaciones a la ciudadanía de por qué se votó que se vuelva a incinerar la basura. No sólo se meten con nuestro sector, porque a nadie le va a dar gana de separar en origen si sabe que se va quemar, sino que además contaminan el barrio. Aunque lo llamen termovalorización, si fuera como ellos dicen que quemar basura no es tan nocivo, ¿por qué no lo hacen en Recoleta o en Puerto Madero?
Para nosotras las cartoneras, todo bien lo que pasa en Europa pero allá hace tiempo pensaron que era una medida mágica y ahora se están dando cuenta que no. El Estado ya no está pagando subsidios a las empresas incineradoras porque es verdad que es cancerígena. Además, en Argentina no tenemos la cultura de reciclaje que tiene ellos. En Noruega por ejemplo, el 25% de dispersión final se incinera mientras el 75% restante está reciclado. Hay otra cultura y es la que nosotros estamos exigiendo que se impulse.
—¿Hay alguna mesa de negociación o se terminó con esa decisión? ¿Qué hay de ahora en más, como se sigue?
—Diálogo no hay, mienten si dicen eso. Lo que hemos hecho nosotros desde el MTE y la Federación de Cartoneros, Carreros y Recicladores de la República Argentina, fue haber ido despacho por despacho a contarles nuestra postura, del porqué es nocivo para la ciudadanía y que representa la pérdida de nuestra fuente de trabajo, pero del otro lado nos encontramos con una postura ya tomada. Nosotros estamos pensando fuertemente en judicializar el tema.
—¿Hay alguna medida de movilización por estos días, o solo están evaluando ir por lo judicial?
—Estamos manejando las dos cuestiones, somos una federación y nos manejamos en asambleas. Estamos discutiendo eso y estamos viendo las medidas legales para accionar porque se van a perder muchos puestos de trabajo y la realidad es que nada bueno de todo esto va a salir y es mentira que somos los violentos, nosotros somos trabajadores de la economía popular, la calle no la vamos a dejar y sabemos que es la única manera de hacernos visibles y estamos intentando por todos los medios dar una discusión pública con el jefe de gobierno y no se anima.
* Por Federico Paterno para ANCAP
