Historia oral del anarquismo revolucionario de Córdoba en los años 70 (parte 2)
Como si se tratara de un gran rompecabezas incompleto, reunir las piezas de las luchas que nos antecedieron, de las diferentes tendencias políticas e ideológicas, es una tarea que siempre nos debemos los y las militantes. Conocer sus análisis, sus apuestas, aprender de los errores y aciertos. Palpitando el 24 de marzo, compartimos esta segunda parte de una entrevista colectiva realizada en el 2005 a compañeras y compañeros referentes de la resistencia libertaria de los años 70 en Córdoba.
Por Editorial Kuruf
A partir de que un grupo de jóvenes compañeros tiene la necesidad de conocer para luego contar la experiencia y el accionar del anarquismo y los anarquistas en Córdoba en la década del 70, Juan Antonio Romano, Cacho Zurbriggen, Jorge Urusoff, Pirucha y Horacio resolvimos juntarnos para contar nuestra experiencia y el compañero Atos junto a otros compañeros tomaron para sí la tarea de grabar y luego darle forma al relato de los hechos y análisis de los mismos. Teniendo en cuenta cómo nosotros analizábamos la situación y acciones por aquella época. Surgiendo una visión de conjunto de aquellos hechos vistos y analizados desde hoy.
Como la lucha continúa, pensamos que es de gran importancia que los militantes demos a conocer nuestras experiencias con sus aciertos, errores y dificultades para que las generaciones que no estuvieron en aquel momento puedan sacar elementos que aporten para las luchas que desarrollan hoy.
Esperamos que otros compañeros que también actuaron en aquella época hagan su aporte en la forma que ellos crean necesario para dar a conocer las experiencias en las que participaron.
El Libertario
—¿Cómo surge la publicación El Libertario?
Chato:—Renato era un tipo de proponer, de elaborar, de publicar. Esa mecánica la heredó del padre, Mario Forti reconocido militante anarquista, que tenía una imprenta siempre debajo del brazo. Aparte de El Libertario hacíamos mucho mimeógrafo, muchos volantes, comunicados. Teníamos un grupo que se encargaba específicamente de la revista. Cada uno producía algo sobre algún acontecimiento en el que participaba. Yo desde el punto de vista gremial, Renato a lo mejor desde el punto de seguridad en la fábrica, alguna posición política del grupo para algún acontecimiento. Nos reuníamos dos o tres veces por semana, incluso los fines de semana para elaborar cosas. La revista llevaba mucho tiempo, hasta salía con tapa a dos colores y todo.
El Sindicato del Caucho (SiTraCAAF)
Adriana: —Lo del Sindicato del Caucho surge a través de Renato y la relación que él tiene con René Salamanca y con Carlos Masera que estaba en el Sitrac-Sitram. Surge entonces la idea de insertarnos en un gremio y por otro lado pedir colaboración a alguna organización para que nos prepare militarmente. Sentíamos que teníamos que proletarizarnos.
Renato: —Cuando se enteren, mucha gente se va a querer cortar las venas (risas). Como se quiso cortar las venas el dueño de la fábrica Rubber, ¿vos lo conociste al viejo López? Un tremendo ingeniero químico de la Rubber, pro-patronal. Al Ingeniero López lo conozco porque hice un estudio para mejorar la producción. Me lleva a la sede central en Buenos Aires, allá me ofrece una especie de Subgerencia. Yo de entrada no la acepto, ellos querían que yo llevara adelante el proyecto, y ahí acepto.
Cerca de fin de año, yo tenía que modificar la ubicación de todas las máquinas, le digo al dueño necesito unos días, ahora que están de vacaciones yo necesito obreros para mover todo. “Haga lo que usted necesite”, me dijo. Entonces empecé a hacer y cuando volvieron los tipos de nuevo no entendían nada, no sabían nada. Eso empezó a funcionar y entonces yo adquirí bastante poder. Yo planteé dos cosas: que Iván Ferrari sea el director de fábrica y que para nueva disposición y esas cosas vamos a necesitar a gente que sepa y que vamos a llamar por el periódico a técnicos. Paralelamente, ya habíamos hablado con la gente de las organizaciones, del ERP, El Obrero.
Adriana: —A través del contacto con este ingeniero Ferrari, vamos a Rubber a buscar trabajo. Renato nos llama y nos consulta, en esa reunión estaba Pepe Sbeci, Rafael Flores, el Gringo, estaba yo también. Éramos un grupo de 6 o 7, el Turco Caro que en ese entonces era del grupo El Obrero.
Renato: —La idea la habíamos discutido sobre todo con Rafael. En ese momento llegamos a esa conclusión: “Me parece una pelotudez pelear por hacer un sindicato, ya los sindicatos están gastados, ya se ha demostrado lo que los sindicatos pueden dar, el sindicalismo no tiene vida”. Yo hoy pienso lo mismo.
Partiendo de las viejas organizaciones, hay una concepción en cuanto al sindicalismo, de cómo organizar el movimiento obrero. El sindicalismo como tal ya no puede generar las poleas de transmisión para procesos revolucionarios.
“Lo que tenemos que hacer -decíamos- es tratar de que nos organicemos en la comunidad. El sindicato te lleva a la lucha solamente legal, el sindicato no se plantea hacer la revolución. Entonces, la organización de los trabajadores inserta en la comunidad, es otra cosa compañero”. El proyecto era ese otro, con Rafa estábamos apuntando a eso.
Yo recuerdo que cuando caí preso estábamos en un proceso muy interesante, que formaba parte de una de las experiencias más de avanzada que teníamos como organización del movimiento obrero. A partir de la Rubber y de ese grupo de militantes y el conjunto de obreros que acompañaba la gestión, la idea era vincular a los otros obreros de las fábricas vecinas y a la población. Estábamos apuntando a una nueva organización, no meramente sindical, sino más territorial. Porque esta fábrica está aquí, las familias de los obreros viven aquí, al que no le alcanza el sueldo para comprar las cosas está aquí.
Para mí esa era la base de una nueva organización social, superadora del mero sindicalismo. Era una cosa extraña, nueva, metida como una cuña porque nosotros los libertarios en aquella época nos estábamos planteando.
Mesa de gremios en lucha
En 1975 se impulsó la gestación de una coordinadora desde los sindicatos independientes, cuerpo de delegados y agrupaciones, en combinación con formaciones de izquierda, cuya principal característica es la autonomía de clase. Desde abajo y con los mayores niveles posibles de horizontalidad, se impulsó la Mesa de Gremios en Lucha, buscando la unidad de la clase e incitando a otros sectores populares para sumarse a los movimientos.
El Sindicato del Caucho y el Sindicato de la Fábrica Perkins pusieron sus estructuras al servicio de la Mesa. Por lo general las reuniones se hicieron en sus locales, porque las mayoría de los gremios estaban intervenidos. En pocos meses de desarrollo, encabezó todas las luchas masivas de Córdoba, rebasando en los hechos a la CGT local, burocrática y entreguista, convertida en un organismo vacío de representatividad ante la clase obrera cordobesa. Los trabajadores de todo el país observaba el camino trazado por la Mesa de Gremios en Lucha, a través de sus sindicatos combativos y agrupaciones anti-burocráticas.
La llegada de Marcelo Tello y el vínculo con Resistencia Libertaria (La Plata)
Adriana: —Parte de los acuerdos con la gente de La Plata los fuimos haciendo el Rafael Flores y yo, porque lo conocemos a Bigote (Pablo Tello) por un encuentro de sindicatos. Surge medio que espontáneamente, como surgió todo lo nuestro. Porque hubo un tupamaro que hizo algunas acciones con nosotros que los conocía a los chicos y nos hizo el contacto. A ese muchacho lo mataron.
Adriana: —Nosotros vivíamos en un pasillo en frente de la Plaza de los Burros, en Bº San Martín, que es donde me fue a buscar el ejército en el 76.
Chato: —Esto es más o menos en el 71. Porque ya se reunían en casa. Íbamos seguido a La Plata, a reuniones que se hacían los fines de semana. Salíamos el viernes a la noche y volvíamos el lunes a la madrugada. La gente de La Plata aportaba mucho a nivel ideológico. Y en el ´75 lo desaparecen en Córdoba Marcelo, que vivía al lado del Sindicato del Caucho.
María Esther Tello: —Los compañeros iban seguido para allá, y en un momento comienza a funcionar todo como Resistencia Libertaria. Fines del ’74 comienzos del ’75. Marcelo se va desde La Plata a Córdoba. En el aspecto gremial tenían mayor formación Daniel y Rafael, pero Marcelo tenía mucho trabajo interno en la organización. Existió una consulta a nivel familiar, hablamos con Daniel. El que siempre me comunicaba más cosas era Daniel, me dijo: “De Córdoba pidieron que vaya alguien y pensamos que el que tiene que ir es el negro. Hay que fortalecer el trabajo de los compañeros del caucho», me dijo. Marcelo se va en parte de guarda espaldas de Rafael, como custodia del caucho. Me acuerdo que lo fui a despedir a la Terminal, se iba con su hija en brazos y su compañera.
El final
Adriana: —¿Qué pasa con el movimiento nuestro? Renato alcanza a irse a Venezuela en el ’74. Pepe se va con orden de captura, Ana Pizarro cae presa, el Toto López ya no estaba más en el sindicato y Urusoff, que estaba en la experiencia de Colonia Lola, se va al Paraguay. A Rafael lo detienen con Soledad el 9 de marzo del 76, dos semanas antes del golpe y el mismo día lo secuestran a Marcelo Tello. El ejército y la policía detiene en Bº Matienzo a Mimi y al Lalo Laclos que trabajaban con el cura en Villa El Libertador.
La ola de secuestros empiezan en diciembre del ’75, enero y febrero del ’76. Eran olas de secuestros de 15 a 20 personas por noche. Lo levantan a nuestro secretario general que era René Caro, que ya estaba en una célula del ERP. Daniel Lopez es el que nos salva la vida a mi y Rafael. Después, durante la dictadura, Daniel Lopez se transforma en el gran torturador apodado Kent, que entrega y mata a miles de compañeros. El día que lo levantan a Rafael, se acerca Daniel y le dice “Cabezón dame un teléfono para avisar que estás vivo”. Eso lo sabemos mucho tiempo después. Y va mi mamá al cabildo con una colcha, y le digo: “Averiguá porque sabemos que Rafael está vivo”. En el momento que lo trasladaban para matarlo, en el cabildo, ella lo cruza, lo reconoce y le tira la manta. Ahí los milicos no pueden decir que está desaparecido y lo blanquean. Chato al poco tiempo se tiene que ir para Buenos Aires.
Sara: —De Rafael Flores me acuerdo, porque mi hijo lleva el nombre de Rafael por él. Vivía con su compañera, su esposa, Adriana Perez. Comíamos todos juntos. A veces yo me tenía que ir con los chicos y cuando volvía, tenía en cada habitación una reunión, gente que había venido de Salta, de La Plata. Al principio no entendía nada. Después lo fui aceptando, porque me parecían otra clase de ideas a las que yo había vivido antes.
Piru: —Yo me fui de Colonia Lola el 30 de diciembre del ’76.
Juan: —En la Facultad de Arquitectura vivimos el ametrallamiento de unos chicos. Ya nos venían pegando desde la AAA. Vos pensá que Lacabanne es un militar interventor del gobierno peronista. A Obregón Cano lo sacó Perón.
Cacho: —Hay dos hechos que marcan la situación: la intervención del sindicato de SMATA y la intervención de Luz y Fuerza, en 1975. Por eso Lacabanne viene a hacer la tarea sucia, a reprimir los dos grandes polos de resistencia y lucha de los trabajadores que eran SMATA y Luz y Fuerza. Los otros sindicatos menores, a partir de la caída de esa gente, de a poco van cayendo. Así es como cae en cana el Rafa con la Sole, fue el 8 de marzo. Desaparece el Pelado Requena.
Horacio: —Como para orientarnos, el contexto de la política nacional está marcado por la muerte de Perón, antes ya habían intervenido Córdoba. Asume Isabelita, patrocinada por Lopez Rega. La ultraderecha peronista y fascista empieza a pegar porque se siente que ha mordido poder. Y entonces empiezan las ocupaciones de gremios, ponen la unidad básica en el barrio. Todo viene del nivel nacional.
Cacho: —Nosotros veníamos tendiendo problemas con la derecha peronista en el barrio. A tal punto, que en un momento determinado, los de la unidad básica logran intervenir el centro vecinal.
Piru: —Se suspendieron todas las actividades que había. Lo matan a Atilio Lopez y a Curuchef. Ahí se hizo una manifestación terrible y la cana sabes cómo reprimió…
No fue de un día para el otro. Lo que si fue de un día para el otro, fue el 24 de marzo.
Cacho: —A pesar que intervienen estos sindicatos y todas las instituciones del estado están copadas por la derecha, lo mismo hay movilizaciones. Igual los compañeros de los gremios desde la clandestinidad seguían luchando.
Horacio: —Cambio radicalmente la situación cuando llega el 24 de marzo.
Graciela Saur ¡presente!
Gra era una militante excepcional, tanto por su carisma con la gente, su amor y armonía con los niños en los frentes barriales, como por su inteligencia y sensibilidad. Además de gran amiga y compañera para todos los que la conocíamos. Fue la creadora de la Escuelita Libertad, con el Flaco Horacio y la Pirucha, en Colonia Lola, los tres personajes muy queridos por todos los vecinos del barrio. Muy buena para crear y escribir, un aspecto novedoso para todos los que buscábamos tomar distancia de los tentáculos de la cultura patriotera y autoritaria. Elaboró un Estatuto de La Coordinadora de Comisiones de Padres de la Provincia de Córdoba, una genial tarea ya publicada en el sur. Ese Movimiento de Comisiones de Padres, articulado con los frentes barriales, estudiantes y sindicatos, obligó al gobierno peronista de entonces a acceder a un Congreso Provincial para modificar la Ley de Educación de la Provincia. Y realizó movilizaciones y actos con la participación de más de 35.000 personas.
Marcelo Tello ¡presente!
Era amante del teatro, fundó una escuela de teatro popular para los chicos del barrio. Militaba con la organización anarquista Resistencia Libertaria. Allí también militaba su madre, María Esther, y sus hermanos Pablo y Rafael. Había sido enviado a Córdoba para fortalecer la lucha sindical. El día anterior a su desaparición, Marcelo participó de la movilización convocada por la Mesa de Gremios en Lucha. Los manifestantes atravesaron las arterias del centro de la ciudad de Córdoba repudiando el plan económico y el inminente golpe de Estado. El 9 de marzo del ´76, todavía bajo el gobierno peronista de Isabel, Marcelo fue secuestrado a la salida de la fábrica FIAT por una patota de civil con armamento militar. En el mismo grupo estarían, también, sus compañeros Soledad García, docente y activista sindical, y Rafael Flores, Secretario Adjunto del Sindicato de Trabajadores del Caucho y Afines (SiTraCAAF). Fue llevado a la Ex D2 de Informaciones, centro clandestino de detenciones del Comando Libertadores de América y la policía provincial, ubicado justo al lado del Cabildo Histórico de la ciudad.
Pablo Daniel Tello ¡presente!
Tenía 29 años. Era carpintero. Militaba en la organización anarquista Resistencia Libertaria, al igual que su mamá y hermanos. Fue secuestrado en La Plata junto a su hermano Rafael en los Astilleros de Tigre, donde trabajaba. Fueron levantados con otros trabajadores, sujetos a un simulacro de fusilamiento y llevados al centro clandestino de detención “El Banco”, donde fue visto por su esposa y otros testigos. Allí también estuvieron varios detenidos-desaparecidos de Resistencia Libertaria. El resto de los trabajadores fueron liberados. Su esposa, María del Carmen Rezzano, fue detenida ese mismo día y eventualmente liberada.
Rafael Tello ¡presente!
Militaba en la de la organización anarquista Resistencia Libertaria, junto a su madre y hermanos. Fue secuestrado junto a su hermano Pablo de los Astilleros de Tigre, donde trabajaba. Fueron levantados con otros trabajadores,, sujetos a un simulacro de fusilamiento y llevados al centro clandestino de detención “El Banco”. El resto de los trabajadores fueron liberados. Su esposa Mariana Arcondo de Tello también fue detenida y luego liberada.
*Por Editorial Kuruf.
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