Cómo darse de baja de la Iglesia
El Estado nacional destina más de 130 millones de pesos del presupuesto anual a sueldos de la Iglesia Católica. Si esto te genera indignación, desde La tinta te contamos cómo realizar el trámite de Apostasía para darte de baja de la iglesia.
Por Redacción La tinta
Durante la exposición del informe de gestión ante la Cámara de Diputados, el jefe de Gabinete Marcos Peña reveló que la Nación gasta más de $130 millones del presupuesto para 2018 en sueldos de la Iglesia Católica. También detalló que cada Obispo Diocesano recibe del Estado un sueldo mensual de $46.800, un Obispo Auxiliar $40.950, los Obispos Eméritos $40.950 y los Administradores apostólicos y diocesanos $46.800.
El subsecretario de Culto de la Nación, Alfredo Abriani, defendió la cifra y dijo que está estipulado «por ley en la Constitución» y que «es impreciso decir que el Estado sostiene a la Iglesia; los 130 millones no representan ni un 7% del dinero que maneja anualmente la Iglesia, a la Iglesia en realidad la sostiene los fieles«.
Pese a tratarse de un país laico, la Constitución nacional establece el sostenimiento del culto católico y debe costear salarios y jubilaciones del clero. Además existen tres leyes sancionadas durante la dictadura que estipulan estas transferencias. La Ley 21.950 le otorga a la jerarquía eclesiástica una asignación mensual equivalente al 80% o 70% de lo que gana un juez nacional de primera instancia. La Ley 22.162 otorga una asignación mensual a curas párrocos o vicarios ecónomos de parroquias situadas en Zonas de Frontera. La Ley 22.950 otorga asignaciones a seminaristas.
La Iglesia también recibe partidas presupuestarias de las provincias, municipios y de otros ministerios y entes estatales, que se estima multiplican en varios millones el presupuesto aprobado por el Congreso nacional. Sólo en la Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, alrededor del 20% del presupuesto educativo provincial es destinado a colegios privados católicos.
Y eso no es todo, hay otros millonarios beneficios del clero. Por un lado, los denominados “aportes indirectos”, relacionados con todo tipo de exenciones impositivas de ganancias, ingresos brutos, aduaneras, entre otras. Y también el gigantesco patrimonio en inmuebles públicos cedidos por distintos gobiernos. El especialista en historia eclesiástica Roberto Di Stéfano afirma que “nadie va a poder contestar cuántas propiedades tiene la Iglesia Católica en Argentina, porque no existe ´la propiedad´ de la Iglesia, sino propiedades de muy diferentes instituciones”. Por ejemplo el Arzobispado de Buenos Aires es dueño del 95 % Luna Park desde 2013.
Cómo darse de baja de la Iglesia Católica
Si al leer esta información te genera la misma indignación que a nosotrxs; si estás en desacuerdo de su constante pronunciamiento en relación a la diversidad sexual como «enfermedad»; de su complicidad en el genocidio de los pueblos originarios durante la «conquista» o las dictaduras en nuestro país; del encubrimiento de curas pedófilos; la condena al sexo pre-matrimonial; la ferviente oposición a la interrupción voluntaria del embarazo; o simplemente si sos creyente pero no tolerás los privilegios de una institución retrógrada, machista y sumamente poderosa, te contamos cómo realizar el trámite de Apostación para darte de baja de la Iglesia.
Un bebé de apenas algunos días de vida, al ser bautizado o bautizada adhiere al catolicismo, independientemente de lo que decida cuando tenga edad de hacerlo, y de cómo se posicione respecto a temas de religión. El niño o niña en los papeles ya es católico. La iglesia utiliza esa «representatividad» masiva para mantener sus privilegios. La apostasía, entonces, es el trámite para renunciar a la religión católica y desafiliarse.
Primer paso: entregar la carta
Para comenzar tenés que presentar una carta informando de la decisión de dejar de pertenecer a la Iglesia Católica y exigiendo que se modifiquen los registros donde figurás como católica o católico. La carta no debería tener demasiadas justificaciones dado que la decisión es íntima y no es necesario dar explicaciones. De todas maneras, haciendo click aquí podés descargar una carta modelo, a la que por supuesto podés hacer todas las modificaciones que consideres necesarias. Es importante que la carta contenga datos del bautismo (parroquia y fecha aproximada, al menos el año).
La carta debe ser enviada o presentada en la diócesis a la que pertenece la parroquia donde te bautizaron. Haciendo click aquí podés encontrar el detalle de las diócesis y arquidiócesis de todo el país, zonas de cobertura, domicilio postal y algunos datos de contacto. Puede ser enviada por correo o entregada personalmente, pero en todos los casos conviene tener alguna constancia de entrega. Si la envías por correo es mejor hacerlo al menos certificada, y si la entregás en persona conviene llevar una copia para que sea sellada en mesa de entrada como comprobante.
Segundo paso: tener paciencia
La carta que enviaste exige una respuesta favorable en el término de cinco días. Lamentablemente no conocemos ningún caso en los que se hayan respetado este plazo, pero en el transcurso de los 15 días podés recibir como respuesta que se está tramitando la modificación de los registros.
Si no te llega ninguna respuesta hay dos caminos posibles: intentar un contacto informal (puede ser por teléfono) con la diócesis para verificar el estado del trámite y en todo caso apurarlo; o bien hacer una denuncia en la Dirección Nacional de Protección de Datos Personales. No son opciones excluyentes y bien se puede consultar primero y a falta de respuestas proseguir con la denuncia, pero para la segunda va a ser necesaria la constancia del envío y posiblemente se vuelva todo un poco más engorroso.
Si recibís una respuesta, posiblemente sea alguna de las siguientes:
–Invitación a presentarse a la diócesis para demostrar tu identidad o hacer la renuncia en forma personal. Si es posible asistir, es recomendable porque seguramente agilizará el trámite.
–Invitación a hablar personalmente con un obispo/vicario/sacerdote para reconciliar posiciones. No es necesario ya que no tenés que dar explicaciones de tu decisión y ellos deberán actualizar sus registros.
–Aviso de que la carta debe ser enviada a la diócesis del domicilio actual del interesado y no a la diócesis correspondiente a la parroquia de bautismo. En principio parece una traba burocrática más, pero también puede facilitar el trámite si es que va a ser necesario ir personalmente luego. Nada se pierde intentando.
–Aviso de que se cursa el pedido a la parroquia respectiva. Todo marcha bien y el pedido está en curso.
Tercer paso: recibir la certificación
Finalmente tenés que recibir en el domicilio que declaraste un certificado con la información detallada de que se ha hecho
efectivo el acto. Suele ser una fotocopia de la partida de bautismo con la notación de renuncia al margen. ¡Felicitaciones! Estás fuera de la Iglesia Católica.
Dudas y consultas
Existe un sitio web llamado Apostasía Colectiva donde podés evacuar tus dudas y recibir asistencia en tu trámite.
*Por Redacción La tinta. La nota está ilustrada con obras del artista León Ferrari.