Increíble suba del canon en la Feria de Villa de las Rosas
A los excesivos aumentos para los feriantes locales se suma un exorbitante cobro a los de otras localidades de Córdoba, que les haría imposible acercarse a este reconocido espacio cultural y de la economía social y comunitaria.
Por Tomás Astelarra para La tinta
Una treintena de artesanas y productores del Valle de Traslasierra se acercaron el martes pasado por la mañana al Concejo Deliberante de Villa de las Rosas para asistir a la audiencia pública por la ordenanza tarifaria que rige los canones comerciales del municipio. Ya habían estado la semana anterior para explicar que proporcionalmente los canones que pagan son mayores a los de los comercios. Y que además, consideran injusto que el que deben abonar los productores o artesanos de otros regiones de la provincia sea cuatro veces mayor.
Sin embargo se encontraron con la sorpresa de que el nuevo tarifario estipula aumentos de hasta el 66% (en particular al sector de gastronómicos). Muy por encima de la inflación y sin que existan cuentas claras que demuestren en qué se gastan esos fondos ni servicios que los justifiquen. La feria no cuenta con baños, ni puestos o lugar donde guardarlos, y al ser de día, no cuenta con excesivos gastos de luz, salvo en el caso de los hornos eléctricos.
La feria es una de las más reconocidas de la región por su impronta cultural y social y los más de 500 feriantes y artistas que sábado a sábado se reunen en la plaza de Villa de las Rosas, haciendo de la feria uno de los eventos más convocantes de la región. En verano la actividad se multiplica y la feria de transforma en un fuerte punto turístico.
A principio de año el intendente de la localidad, Enrique Revora, declaró su intención de desalojar la feria, incluso con el uso de la fuerza pública. Pero la presión de los feriantes, turistas, población local y medios de comunicación, logró revertir la situación e impulsar la negociación para una ordenanza que regule la feria. La actual ordenanza, aprobado en 2011, no es representativa para los artesanos, incluso fue aprobada sin que fueran consultados y desconociendo su propio proyecto.
A lo largo del año los feriantes se volvieron a organizar en asamblea y con más de 200 firmas nombraron una comisión interna para discutir con la municipalidad el nuevo proyecto de ordenanza. Sin embargo, a pesar de que tienen redactada su propuesta desde agosto, la municipalidad no los ha recibido y ahora se encuentran con la sorpresa de este aumento.
Las subas son de un 25% para los productores, 50% para los artesanos y 66% para los gastronómicos. Además los feriantes de otras localidades de la región que ya son parte de la feria, deberán pagar $440 pesos por mes en el caso de los artesanos, $1.250 para productores y $1.500 los gastronómicos. Por hacer una comparación, en la Feria de San Javier que brinda baño, puestos y tendido de luz, el canon unificado es de $500 para toda la temporada.
Para el caso de los visitantes los canones estipulado por la nueva ordenanza tarifaria hacen casi prohibitivo la utilización del espacio público. Deberán pagar $625 por día, los productores $2.500 y los gastronómicos $3.000. Si se toma en cuenta el canon para los comercios gastronómicos de la plaza ($5.250) que habilita a funcionar todos los días del año, la injusticia en el cobro es evidente. Los gastronómicos locales de la feria estarían pagando $6000 anual, solo con la posibilidad de trabajar dos días a la semana en verano y uno en invierno (de 10hs de la mañana a 16hs de la tarde). En el caso de los feriantes gastronómicos de otras localidades que asisten todo el año, el canon anual sería de $18.000 y para los visitantes $36.000.
“Nosotros consideramos que se trata de un espacio no solo de trabajo, sino un evento cultural y social que despierta el interés de muchísimos visitantes y ha sido beneficioso para la comunidad de Villa de las Rosas. A pesar de este apoyo que se ha expresado en más de una ocasión de parte de la población tanto local como visitante, una y otra vez nos vemos despreciados y hasta amenazados por el gobierno del municipio”, cuenta Cristian Carusso, parte de la Comisión Interna de la feria.
“Por otro lado nos parece injusto que los visitantes tengan que pagar 4 veces más que nosotros. Desde el Concejo Deliberante nos dijeron que esta diferencia había sido solicitada por los feriantes. Pero esto no es verdad. Solo se trata de casos aislados. Los feriantes en general, que han aceptado la representación de la asamblea y la comisión interna, consideran que los visitantes aportan a la diversidad de la feria y hacen parte del evento social y cultural que queremos defender”, agrega.
Ante los reclamos de los feriantes, los miembros del Concejo Deliberante se ofrecieron a analizar los planteos, siendo que el proyecto es del ejecutivo municipal. A la vez, tanto el oficialismo como la oposición (que tiene un solo concejal) expresaron su voluntad de observar el proyecto de ordenanza de los feriantes y actuar como intermediarios ante el ejecutivo. Reconocieron la importancia de la feria y vieron con desconcierto los relatos sobre los constantes ninguneos por parte del intendente.
“Hace mas de sies meses que tenemos un proyecto de ordenanda que nos regula realmente. Porque la ordenanza vigente no nos representa en lo mas mínimo, porque deja librada al azar toda la suerte y dignidad de nuestro trabajo, y le da todo el poder a la municipalidad. Nosotros apuntamos a que la feria se autogestione, como ha sido históricamente. No estamos en contra de un canon justo o que la municipalidad mantenga su autoridad sobre el espacio público, pero creemos que nadie mejor que nosotros para gestionar la feria y regular nuestro trabajo. Por eso pedimos el compromiso de los concejales. Y una vez más el apoyo de las personas que ven en esta feria un lugar de compromiso y esperanza por la diversidad cultural que expresa y el clima de sana convivencia que siempre nos ha regido”, explica Carusso.
*Por Tomás Astelarra para La tinta.