Acuerparse
Como manifiesto político, acuerparse. Durante el fin de semana se desarrolló en Embalse el 2° Festival Latinoamericano de Fútbol Femenino y Derechos de las Mujeres. Un encuentro, ochenta pibas de distintas provincias y tres días de talleres, debates y torneo de fútbol 7. De allí nació este poema de Analía Fernández Fuks, para abrazar al feminismo colectivamente y en cada jugada que armamos.
Por Analía Fernández Fuks para La tinta
Este poema está dedicado a Abriendo la cancha, un colectivo de pibas que juegan al fútbol y que tienen como objetivo generar espacios que propicien el intercambio, la reflexión y la promoción del fútbol feminista.
Durante el fin de semana largo, Abriendo la cancha organizó la segunda edición del Festival Latinoamericano de Fútbol Femenino y Derechos de las Mujeres, que se había iniciado en Buenos Aires en 2016. Durante tres días, más de ochenta pibas de distintas provincias (Misiones, Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba) nos encontramos en el predio turístico de Embalse, donde compartimos distintos talleres (autodefensa feminista, fútbol adaptado para ciegxs, escritura, charla con el equipo de las históricas de Córdoba) y la proyección de la película «Hoy partido a las 3» junto a su directora, Clarisa Navas. Además, claro jugamos un torneo de fútbol 7 con las sierras como paisaje de fondo.
Encontrarnos en festivales como este es necesario y es urgente para descolonizar nuestros cuerpos, para deconstruir el machismo que juega adentro y afuera de la cancha desde hace miles de años, para abrazar al feminismo colectivamente, en cada jugada que armamos.
Acuerparse
Como manifiesto político,
acuerparse.
En la cancha
En las tribunas
En las cervezas
que pasan de mano en mano
de boca en boca.
Acuerparse
en los cantos
en los gritos
en el abrazo
antes de cada partido,
en el entretiempo
de pizarra y marcador
en la derrota ajustada
en la victoria costosa
en los goles holgados
en el arco caído
en la red que envuelve
un zurdazo que no vimos venir.
Acuerparse
como método
como táctica
como resistencia
al ataque despiadado
de un rival que juega hace mil siglos.
Acuerparse como barrera
impasable,
pero también como flecha
que contraataca
a pierna cambiada
a toda velocidad,
dejar al rival atrás
al rival vencido
al rival con fauces
sedientas de sangre
muerto de hambre
de devorar.
Acuerparse
como manifiesto político
y afectivo
en las canchas
en las tribunas
en cada partido
*Por Analía Fernández Fuks para La tinta / Coordinadora del Taller de escritura y lectura sobre fútbol «La música de los Domingos»