La selfie como denuncia
Noa Jansma es una estudiante de 20 años de Amsterdam que en agosto pasado decidió sacarse una fotografía (selfie) con cada hombre que la acosaba en la calle, luego creó la cuenta de Instagram @dearcatcallers donde las sube y funciona como una plataforma de denuncia. La idea surgió luego de que dos hombres la filmaran en el tren mientras la acosaban verbalmente.
Por Redacción La Tinta
Jansma cuenta que la mitad de las imágenes de su trabajo las hizo en su país y la otra mitad en Barcelona, donde vivió durante seis meses. En la calles de ambas ciudades sufrió el acoso de los hombres. Abrió @dearcatcallers esperando visibilizar de alguna forma esta temática, pero jamás se imaginó que transcendería de esta forma. Al día de hoy tiene 348,000 seguidores, lo que la lleva a reflexionar lo importante que es hablar sobre este tema.
“Sucedió increíblemente rápido. Estoy muy orgullosa, porque para eso lo hice. Mujeres de todas partes del mundo me envían sus mensajes; creo que la única excepción es la Antártida. Al mismo tiempo, ha sido abrumador porque recibo muchos comentarios de odio, pero eso sucede en internet”, afirma.
En cuanto a los comentarios positivos, dice que recibe muchos agradecimientos de mujeres que se siente identificadas con su historia, hombres que le confiesan que nunca habían visto la situación desde esa perspectiva. Ella se sorprende por la diversidad de pensamientos que surgen alrededor del tema.
Sobre la experiencia concreta que la llevó a realizar este trabajo, Jansma contó que surgió cuando dos hombres la grababan en el tren mientras la acosaban verbalmente: “Me sentí muy incómoda y el hecho de que estuviesen grabando lo empeoraba todo. Luego pensé: puedo utilizar mi cámara como arma para pelear de la misma manera. Así tuve la idea rondando mi mente durante un tiempo, pero al principio estaba asustada de tomar fotos”.
Su miedo era que los hombres reaccionaran mal cuando ella los registrase, pero apenas comenzó con su experiencia, se dio cuenta de que no les parecía raro que les quisiera tomar una foto. “No se incomodaron lo más mínimo. Esto demuestra que no consideran su comportamiento como algo indeseado, o quizá piensan que están haciendo un cumplido”, reflexiona.
A ese instante de contacto y registro Jansma lo describe de la siguiente manera: “No les digo a los tipos que fotografío sobre mi proyecto. La idea es que no tengo que entablar conversaciones. Por lo regular sólo tomo la foto y trato de alejarme. Una vez un tipo me preguntó para qué era la foto y le contesté que era para una cuenta de Instagram feminista. Sólo dijo, ‘OK´”.
En este trabajo lo que se pone de relieve es el ejercicio del machismo en el día a día y en el espacio público, que es donde más hay que dar una lucha fuerte y constante para erradicarlo. Es a ese sentido común del macho al que hay que combatir en nuestras vidas cotidianas, desterrarlo y desarmar su lógica dominante y asfixiante.