Amanecer en un hábitat digno
Las injusticias de la ciudad salen a flote. Las postales urbanas muestran una Córdoba inhabitable. Con olor a cloacas. De color cemento. Y un sol tapado bajo los mega emprendimientos. Controlar el espacio social es una forma de dominación, premisa que bien conoce el Estado y los empresarios inmobiliarios. Tomar la tierra es una forma de resistencia, saber arraigado en quienes luchan por un hábitat digno.
Por Débora Cerutti para La tinta
El sábado 07 de octubre se llevó adelante la jornada «Tierra para quien la habita» donde se dialogó sobre la problemática de la vivienda, las dificultades en el acceso a las infraestructuras básicas, las luchas para vivir dignamente en esta Córdoba que ofusca.
La convocatoria fue clara: ponerle un freno a los desalojos de tomas de tierra en la capital provincial. En el encuentro, varios colectivos y organizaciones provenientes de distintos barrios cordobeses, compartieron historias y experiencias de tomas de tierra, de ocupaciones y resistencias a desalojos entre mates y bizcochuelos caseros que mimaron los estómagos de los presentes. “Nos dimos cuenta que éramos muchos con la misma problemática y nos sentimos muy a gusto al saber q estamos juntos en esta. Y que no nos van a bajar ni a callar”, nos cuenta Lu, animada y esperanzada al recordar la jornada que terminó con la colocación de un cartel en el ingreso de la Toma del Amanecer Joven, que dice “Acá estamos construyendo nuestro barrio”.
Sudor joven
“¿Que sentido tiene este construir? -pregunta-. ¿Cuál es el fin de una ciudad en construcción sino una ciudad? ¿Dónde está el plano que siguen, el proyecto? -Te lo mostraremos apenas termine la jornada; ahora no podemos interrumpir -responden. El trabajo cesa al atardecer. Cae la noche sobre la obra en construcción. Es una noche estrellada. -Éste es el proyecto- dicen.”
Las ciudades invisibles. Ítalo Calvino
Lu y el resto de los jóvenes que integran la Mesa, son parte de las 130 familias que sostienen una toma de tierras en Barrio Parque República desde el 18 de diciembre del 2016. Además, ella es miembro de la Mesa de Coordinación del Amanecer Joven, un espacio organizativo que nuclea a varios jóvenes. Desde esa mesa organizan asambleas, programan actividades, gestionan reuniones o trámites ante entidades gubernamentales y ministerios y le “meten el cuerpo” ante lo que haya que hacer en el barrio: “Todos laburamos en la toma”, afirma la joven entrevistada.
Y nos cuenta que en el 2015, 120 hijas e hijos de socios de la cooperativa El Amanecer, comenzaron a soñar con tener “un pedacito de tierra para vivir dignamente”. Por ello decidieron presentar en el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia, un expediente de expropiación de unas tierras contiguas a las que habitan sus madres y padres. Pero el sueño se vino abajo cuando el Estado decidió venderle ese predio a la empresa concesionaria Tagle.
Ante la falta de un lugar donde vivir dignamente, hartos de que el Estado no respondiese ante las necesidades habitacionales, las hijas y los hijos de viejos socios de la Cooperativa El Amanecer, decidieron realizar una toma de tierra. Y allí comenzó un nuevo capítulo de esta lucha que en Córdoba suda desde hace décadas. Ni con un dedo ni con un edificio, puede tapar el sol.
Amor que asombra
El infierno de los vivos no es algo que será; hay uno, es aquel que existe ya aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Dos maneras hay de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de no verlo más. La segunda es peligrosa y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacerlo durar, y darle espacio.
Las ciudades invisibles. Ítalo Calvino
“La toma surge más que nada por la necesidad de las familias a vivir dignamente. A tener un hábitat digno. A dejar de vivir en el hacinamiento. A no tener para pagar el alquiler”, afirma Lu. Las familias que llevan adelante la Toma Amanecer Joven, se turnaron desde el primer día para cuidar la tierra. Construyeron una casilla para refugiarse del frío. Hicieron posesión de ese espacio social deshabitado. La presencia policial no se hizo esperar, así como tampoco la criminalización: hoy la toma cuenta con 39 imputados a los que les pintaron los dedos y llamaron a declarar.
Mientras ocurren los llamados desde la fiscalía, el Estado por medio de sus fuerzas de seguridad custodia el predio. Lo cercan. Amedrentan a los vecinos. Generan miedo. Secuestran herramientas que las vecinas y vecinos de la toma usan para trabajar.
Pero nada de ello está evitando soñar y proyectar el barrio. Los miembros jóvenes de la Cooperativa Amanecer que llevan adelante la toma de tierras, son acompañados por Serviproh con quienes viene realizando el trazado de calles, asesoramiento legal y acompañamiento. Al respecto nos dice Lu: “Cada uno de los técnicos que nos acompañan tienen un rol especial. Sabemos q todos los q conformamos Serviproh apoyan a la toma del Amanecer con tantísimo amor q asombra”.
Si bien la ley dictaminó el “no innovar”, las vecinas y vecinos de la toma, realizan jornadas de trabajo y las negociaciones con el ministerio continúan: “Seguimos intentando obtener la expropiación, comprar y que las familias devuelvan el monto de la tierra”, explica Lu. Y continúa: “El esfuerzo q hace cada una de las familias q cuida el terreno es grandísimo y muestra el amor y la necesidad q tenemos de vivir dignamente. Pasar Navidad, Año Nuevo y así distintas fechas con la alegría de saber q algún día esto será nuestro y brindaremos felices al saber q cumplimos lo q tanto deseamos y luchamos”.
Campaña que acompaña
“Lo que comanda el relato no es la voz: es el oído”.
Las ciudades invisibles. Ítalo Calvino
Mariana es una de las técnicas que trabaja en Serviproh, junto a las vecinas y vecinos de la Toma. Nos explica que la situación actual de la toma es complicada, como todas las tomas de Córdoba. Para ella, esto se vincula con una situación de muchos años de falta de respuestas y políticas habitacionales que resuelvan la falta de vivienda digna en la provincia. En la actualidad, la lectura que se hace desde la organización es que hay un recrudecimiento de la persecución hacia aquellas que luchan por un hábitat digno, además de la no respuesta de parte del Estado.
En este marco, largaron la campaña “Hábitat Digno” que entre sus objetivos, se encuentra hacer una articulación más amplia entre los colectivos, organizaciones y vecinas que luchan por la tierra y la vivienda. Y nos dice al respecto: “Las políticas públicas están pensada para desarticular organización. Tienen mecanismos que responden a lo individual y no aprovechan y dan respuesta a los grupos sociales organizados. En ese sentido, la campaña es un pasito más para intentar hacer una articulación más amplia”.
Una articulación con sueños con deseos con miedos. Un miedo a que nos sigan tapando el sol. Un deseo de echar raíz. Un sueño con amaneceres dignos.
*Por Débora Cerutti para La tinta. Foto: Colectivo Manifiesto.
