Serviproh, una receta de trabajo colectivo y paciencia

Serviproh, una receta de trabajo colectivo y paciencia
3 agosto, 2017 por Redacción La tinta

La invitación llegó en un audio de WhatsApp -y admito que odio los audios de WhatsApp- pero la sorpresa fue inmediata: “La tinta está invitada a comer el locro por los 40 años de Serviproh”. ¿Cómo una organización horizontal y comunitaria llega a cumplir cuatro décadas de vida?

Por Martin Villarroel para La tinta

Dicen que todo buen locro tiene que tener dosis parejas de trabajo cooperativo y paciencia. En la olla como en el caminar colectivo, el sabor se logra con la acción codo a codo, sabiendo que cada tarea se complementa con la del otro, recuperando los saberes aprendidos y cocinando a fuego muy lento. Las prácticas comunitarias, las más sabrosas, comparten el mismo secreto.

“Hace 33 años que pertenezco a Serviproh”, contó Marcela Rodríguez, integrante del área de Hábitat de la asociación civil. Y agregó: “En momentos como estos donde se vulneran cada vez más derechos, las situaciones de gravedad que atraviesa la mayoría de la población, nos redobla el compromiso que las organizaciones sociales desempeñamos en Córdoba”.

Ese compromiso, sumado a una ética y vocación democrática, fueron marcando el camino durante estas décadas. “Son cuestiones clave: como la de organizarse de manera colectiva, tener autonomía política, hacer trabajo articulado con otros”, continuó Marcela, como si estuviera repasando los ingredientes de su receta.

Con el correr de los años, la organización fue dando pasos firmes y conquistas concretas para los diferentes territorios. “Hay una cuestión que es interesante y que es la de señalar las responsabilidades de los Estados en todas las obligaciones que les corresponde. Esa lucha por el ejercicio de los derechos es una misión que Serviproh viene cumpliendo en estas décadas”, sentenció Rodríguez.

Canal-de-las-Cascadas

La tierra para quien la sueña

En la Ciudad de Córdoba el acceso a la tierra y la vivienda es sin duda el sueño postergado de las grandes mayorías. Los datos trabajados por el Colectivo de Investigación El llano en llamas en 2013, alertan que la mitad de la población cordobesa sufre de alguna manera el déficit habitacional y la falta de políticas públicas. Y esa realidad se agrava con el paso del tiempo.


Ante ese panorama, la acción colectiva se plantea como la única posibilidad. “Creo que los principales logros durante todos estos años, es lo conseguido en materia de hábitat comunitario”, afirmó Ana María Alderete, una de las responsables del área de Investigación de Serviproh.


“Concretamente significó que más de diez organizaciones comunitarias obtengan la tierra para vivir y consigan la infraestructura adecuada. Pero por sobre todas las cosas, el empoderamiento de cada comunidad en la defensa de sus derechos”, señaló.

Una casa con la puerta siempre abierta

El locro burbujeaba y se escuchaba el descorchar de las damajuanas. De a poco el patio de la calle Baigorrí se iba colmando de compañeras y compañeros y el clima de festejo y hermandad se traducía en risas y abrazos. Nos alejamos unos metros para escuchar la voz de otro protagonista: “No estamos por una casualidad en el mundo, sino que tenemos un propósito que es el de acompañarnos, sostenernos, respetarnos y no ceder los ideales”, dijo ‘Ricky’ de manera pausada.

Ricardo Navarrete es miembro de la cooperativa El Amanecer y peina canas, como muchos de los integrantes de la ronda. Sin duda que en estos tiempos donde reina el individualismo y la competencia, escuchar la experiencia comunitaria de Ricky es esperanzador: “Además de ser mi casa, mi hogar, Serviproh pasó a ser también mi escuela. Yo me crié en la calle, solo. Y esa contención que la gente encuentra en el colegio, en mi caso terminó siendo esta organización. Acá pude formarme y entender el mundo, trabajar en colectivo”.

Es que las organizaciones que componen Serviproh no sólo construyen viviendas solidarias, sino que construyen comunidad. Y esos lazos, tejidos al calor de las luchas y en interminables jornadas de autoconstrucción, sentaron los cimientos durante todos estos años. “Ver que pasaron 40 años y lograr tantas cosas, me llena de felicidad”, expuso Ricky.

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La Unión

Estos 40 años de la institución representan también 40 años de aprendizajes y experiencias que se vuelven necesarias revisar y reconocer como propias. Como las luchas que protagonizaron desde las cooperativas en la conformación de la Unión de Organizaciones de Base por los Derechos Sociales (UOBDS).

Surgida en plena resistencia a la década neoliberal, la UOBDS logró articular un gran arco de los sectores excluidos y postergados, y dar batalla al embate de los ‘90. Allí, muchas de las organizaciones que son parte de Serviproh protagonizaron grandes luchas contra los gobiernos radicales de Eduardo Angeloz y Ramón Mestre padre. Y en muchos casos las ganaron.

“En relación a lo que nos tocó vivir en los ’90 y lo que estamos viviendo en la actualidad, entendemos que la cosa viene recargada”, manifestó con cierto dolor Omar Flores, secretario general y miembro de la comisión directiva.

“Un proyecto político, social, cultural y económico recargado. Ya se sabe: este modelo va cerrar con palos, compañeros presos, excluidos. Con un agravante que es el blindaje mediático que lo vuelve cada vez más peligroso”, expresó el dirigente.

En la etapa que vivimos, con un fortalecimiento de los bloques de poder, la dispersión del campo popular en trampas eleccionarias y la falta de alternativas, Flores reconoce que “nos encuentra a las organizaciones con la guardia baja”.


“Uno se siente medio huérfano en términos políticos. No contamos con un espacio como la UOBDS para poderla pelear. Se hace cuesta arriba sin una espalda como esa. Tal vez hoy es el momento de volver articularse con esos, y con otros compañeros que están también en la lucha”, afirmó Omar.


Dicen que en tiempos como los que nos tocan, el pesimismo es un lujo. Y no estamos para darnos lujos.

La jornada continuó; la paciencia y el trabajo colectivo dieron sus frutos y se sirvió el locro. “Tenemos que pelearla. Tenemos que luchar. No nos queda otra: buscar el norte y darle nomás”, sentenció con una sonrisa curtida pero sincera.

*Por Martín Villarroel para La tinta.

Marcha-UOBDS

Palabras claves: Serviproh, tierra y vivienda, UOBDS

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