¿Dónde está Johana Ramallo?
Desapareció en La Plata hace tres meses. Su familia y abogados denuncian que cayó en una Red de Trata de Personas, que la primera fiscal del caso no hizo nada por hallarla y que la Policía Bonaerense obstruyó la investigación. Ahora el caso está en la justicia federal.
Por María Florencia Alcaraz para Nuestras Voces
La última vez que vieron a Johana Ramallo fue el 26 de julio a las 20:30 hs en la estación de servicio YPF ubicada en la esquina de las calles 1 y 63 de la ciudad bonaerense de La Plata. Desde ese día, su familia no sabe nada de ella. “La desaparición de Johana no es un hecho aislado, forma parte de las más de 3000 mujeres, jóvenes y niñas desaparecidas en los últimos años, muchas de ellas para ser traficadas y vendidas en el comercio sexual de las redes de trata”, denuncia su familia.
Se cumplieron tres meses de su desaparición y la pregunta “¿Dónde está Johana Ramallo?” es un interrogante que sigue sin respuesta. Su familia y amigos llegaron a tomar el Consejo Provincial de la Mujer, dependiente de la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia, y el edificio de fiscalía de La Plata. El reclamo se convirtió en una de las demandas del último Encuentro Nacional de Mujeres (ENM) en Chaco.
Johana es trabajadora sexual y tiene 23 años. Es la mayor de siete hermanos. Además, es madre de una nena de seis años. La noche anterior a su desaparición había perdido su celular y no tenía su documento de identidad ni su tarjeta de cobro de haberes con ella. Un mes atrás se había separado del padre de su hija y estaba viviendo en la casa de su madre.
“Quiero que se entere todo el país que en La Plata desapareció una persona y el Estado es responsable de no haberla buscado”, dijo Marta Ramallo, la madre de Johana, a Nuestras Voces. El viernes 20 de octubre Marta encabezó una acción para visibilizar la ausencia de su hija: junto a artistas, otros familiares y amigas pintaron un mural con el rostro de Johana en el Instituto de Formación N° 12, ubicado en 7 y 76. Ese era el lugar donde la joven de 23 años tenía que votar el domingo.
Buscamos a Johana Ramallo en Facebook
Desde que su hija no volvió a su casa, Marta empuja la búsqueda contra la desidia institucional. Aquel 26 de julio recorrió hospitales y comisarías preguntando por Johana. Se presentó en la Comisaría 9 para hacer la denuncia, dos agentes le preguntaron la edad de su hija y cuando dijo que tenía 23 años, se burlaron de Marta. Fue al Hospital San Martín y no le dieron respuesta. Pero más tarde salió a la luz el dato de que había estado ahí el día anterior a su desaparición.
“Si a mi hija no la busco yo, no la busca nadie”, dijo Marta. Y apuntó directamente a Betina Lacki, que fue la fiscal en la que recayó la causa al comienzo. “Desapareció a dos cuadras de la DDI y nunca nadie la quiso encontrar. Sabiendo que las primeras 48 horas eran fundamentales no se hizo todo lo que tenía que hacerse”, señaló.
Después de los esfuerzos de su familia y el equipo de abogados que la acompaña, la causa pasó de “averiguación de paradero” a investigarse una posible trama de trata de personas. Marta cree que detrás de la desaparición de su hija hay una posible red de trata de personas con fines de explotación sexual. El expediente ya tiene 10 cuerpos y la causa ahora tiene distintas líneas de investigación.
Cuando se cumplieron 56 días de la desaparición, la familia presentó una denuncia por el delito de trata de personas ante los Tribunales Federales de La Plata, porque creían que no se estaban tomando las medidas necesarias para determinar qué había pasado. “Fueron medidas inconexas, que sólo sirvieron para acumular papelerío judicial perdiendo días fundamentales para que la búsqueda sea efectiva”, denunciaron desde la página de Facebook Buscamos a Johana Ramallo.
Después de esa presentación se abrió una investigación paralela a la que llevaba desde un comienzo la fiscal provincial Betina Lacki por “averiguación de paradero” en la Fiscalía Nº 2. Lacki declinó parcialmente su competencia. Y el fiscal federal Hernán Schapiro pidió la causa al Juzgado de Garantías N° 5, a cargo de Marcela Garmendia.
“Pedimos el cambio de carátula en la Justicia Penal provincial porque no se trataba de una averiguación de paradero. Johana no se había ido por su propia voluntad, tenía que investigarse la comisión de un delito”, explicó a Nuestras Voces la abogada de la familia, Silvina Perugino.
Hace unas semanas Marta viajó a Resistencia a llevar el reclamo por la desaparición de Johana al ENM. Allá se encontró con las madres de otras chicas desaparecidas. Según el último relevamiento de la organización Acciones Coordinadas Contra la Trata junto a la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas, de las 6040 personas desaparecidas, 3231 son niñas, adolescentes y mujeres adultas. Los datos comprenden el período que va entre 1990 y 2013.
*Por María Florencia Alcaraz para Nuestras Voces.