Un cuento chino

Un cuento chino
19 octubre, 2017 por Redacción La tinta

Por Hugo Seleme

Durante la dictadura militar argentina, entre los años 1976 y 1978, aparecieron en las costas uruguayas de la ciudad de Colonia 18 cadáveres. Los periódicos argentinos, que son los mismos que nos informan hoy, dijeron que por los rasgos físicos eran personas de etnia china. La forma rasgada de los ojos no dejaba lugar a dudas. Los periódicos construían una historia tranquilizadora según la cual los desafortunados habían sido asesinados en algún barco de esa nacionalidad y luego arrojados al mar. Estos cadáveres no debían preocuparnos porque todo tenía una explicación perfectamente lógica. Podíamos seguir adelante con nuestras vidas.

A los periódicos de entonces se les pasó desapercibido que los cadáveres tenían las manos y pies atados con cables, que algunos tenían las cabezas quemadas con sopletes y que el cuerpo de una mujer joven tenía quemado los senos. Tampoco les llamó la atención que en la ropa de uno de estos “chinos” se encontrase una cédula de identidad argentina con el nombre de María Cristina Cámpora, o que las prendas tuviesen inscripciones que decían “industria argentina”. Después de todo tenían ojos rasgados y como todos los argentinos sabemos, si alguien tiene los ojos rasgados debe ser chino. La explicación de que los ojos tenían esa forma por los efectos que la inmersión en agua produce en los cuerpos, era demasiado complicada y seguramente sólo tenía por objeto desacreditar al gobierno más “derecho y humano” que habíamos tenido en años.

Las playas donde aparecen los cuerpos han cambiado, pero los “cuentos chinos” siguen siendo los mismos.

*Por Hugo Seleme

Palabras claves: Dictadura Cívico-Militar, Santiago Maldonado

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