Catalunya para la pelota
Tras la represión que vivió el pueblo catalán el pasado domingo, en medio del desarrollo de su referéndum independentista, se declaró un paro general de actividades que también repercutió en los clubes. Barcelona, cuestionado por jugadores, dirigentes e hinchas ante la decisión de su presidente de jugar ante Las Palmas a puerta cerrada, adhirió a la medida. El Girona también se sumó. El Espanyol sin embargo sostiene su postura “neutral” entendiendo que el deporte no se mezcla con la política.
Por Redacción La tinta
El desarrollo del partido entre Barcelona y Las Palmas, en medio de la represión generalizada en la jornada del referéndum independentista de Catalunya, generó todo tipo de interpretaciones y lecturas dentro de la institución, los hinchas culé y la sociedad en general.
Quizá eso llevó al presidente del club, Josep Maria Bartomeu, a brindar una conferencia de prensa explicando los motivos de la decisión. Al mismo tiempo, se anunció que la entidad deportiva se plegará al paro declarado en toda la región como respuesta a las violentas acciones del gobierno español para impedir la votación del domingo.
Bartomeu no dudó en afirmar que la decisión de jugar el partido ante Las Palmas a puerta cerrada fue “la más responsable” y se hizo cargo de la determinación final: «La decisión la tomé yo y ha sido una de las más difíciles que he tenido que tomar como presidente del Barcelona». Sin embargo, las declaraciones de Gerard Piqué una vez culminado el encuentro, y algunas versiones periodísticas, dejaron entrever que algunos jugadores no compartieron los mismos criterios: “Entiendo perfectamente a la gente que decía que hoy no se tenía que haber jugado el partido», declaró el defensor.
Ante la amenaza de perder seis puntos si no se jugaba el partido de la fecha 7 (tres por no presentarse a jugar y tres más de sanción) algunos jugadores, dirigentes e hinchas entendieron que el club no estuvo a la altura de las circunstancias. Las banderas de la independencia se bajaron ante el miedo de perder carrera en pos del título. Como resultado, al menos dos dirigentes renunciaron, entre ellos el vicepresidente Carles Vilarrubí.
Los aficionados por su parte expresaron repudio a la decisión a través de las redes sociales y saber cómo lo manifestarán en el próximo partido que dispute Barcelona en Camp Nou es todo un misterio. Los críticos entienden que Bartomeu ordenó jugar el partido a puertas cerradas luego que una agrupación de hinchas llamara a acudir al encuentro e invadir el campo de juego desde el inicio para darle un verdadero mensaje al mundo de lo que estaba ocurriendo en Cataluya.
De paro
Además de Barcelona, que anunció que hoy que sus equipos profesionales y juveniles no tendrán entrenamientos y la sede del club permanecerá cerrada, el Girona fue otra de las entidades futbolísticas catalanas que se adhiere a paro contra la represión y hostigamiento del gobierno español.
Por su parte Espanyol, el otro club catalán en primera división, no suspenderá sus actividades sino que las desarrollará a puertas cerradas y el plantel tendrá una jornada habitual de entrenamiento. Casualmente el clásico rival del Barca fue uno de los dos clubes decidió no posicionarse antes del referéndum argumentando que una entidad deportiva sólo debe abocarse solo a temas de esa índole.
*Por Redacción La tinta