Evitó su propio femicidio y podría ir a prisión perpetua
El día 22 de agosto comenzó el juicio oral y público, contra Cristina Santillán. Acusada por la muerte de su esposo, quien ejerció violencia de género durante 40 años contra ella, podría ser condenada a reclusión perpetua.
Por Redacción La tinta
Cristina Santillán era empleada municipal del Hospital “Dr. Ángel Pintos” y el 14 de septiembre del 2014, en medio de un episodio de violencia, defendió a ella y a su hija de los ataques de su esposo Ricardo Orlando Hernández, con un hacha.
En un primer momento, fue procesada por lesiones graves y luego, seis meses después del episodio, Hernández murió y la fiscal Laura Margaretic, cambió la carátula a homicidio agravado por el vínculo. Sin embargo, en aquel momento, por decisión de las autoridades del Hospital, su esposo fue dado de alta y alojado en un geriátrico privado donde carecía de asistencia médica.
Cristina se casó a los 16 años y tuvo tres hijos. Su marido la golpeaba, le retenía su salario como enfermera -que era casi la única entrada de dinero que tenía el hogar-, volvía de madrugada y la obligaba a cocinarle, y salía con otras mujeres, entre numerosas formas de violencia machista que sufrió.
La Asamblea de Mujeres en Lucha de Azul (AMLA), llevó adelante una campaña en la que reunió más de mil firmas para exigir la libertad y absolución de Cristina Santillán. Está presa desde hace más de dos años. Primero pasó un año en la Unidad 52 del Servicio Penitenciario Bonaerense, en Azul y actualmente tiene prisión domiciliaria. Hoy vive en Villa Piazza, un barrio humilde de la localidad de Azul, junto a su hija. La joven de 28 años estudia Derecho y acompañó a Cristina y colaboró en la visibilización del caso.
El proceso durará dos días y un jurado popular de Azul decidirá si fue legítima defensa o será condenada a prisión perpetua, como exige la fiscalía. Dado que el primer abogado no tomó el caso con la perspectiva de género que correspondía, las organizaciones feministas lograron un cambio -con acuerdo de Cristina- a la defensa oficial: Mariana Mocciaro, Diego Araujo y Diego Fernández (el Defensor General), que tomaron el caso hace casi cuatro meses.
Fernández explicó a Cosecha Roja: “Queremos que el jurado se siente y escuche una historia de vida. La fiscal propone una foto, nosotros una película, que la juzguen en el contexto de la vida que tuvo”.
Por su parte, Luz Ramallo de la Asamblea explicó al mismo medio que “Cristina está acusada de la muerte del marido bajo la figura de homicidio calificado por el vínculo: la peor hipótesis, la figura más grave y la pena más alta. En ningún momento de la investigación la fiscalía indagó en la historia de Cristina. Se quedó sólo con el hecho puntual”.
*Por Redacción La tinta.