La Resistencia Pacífica en la Universidad de las Madres
La comunidad educativa se mantiene en plan de lucha ante el avance del Gobierno. Afirman que la designación de un nuevo rector es solo una medida arbitraria más para ahogar presupuestariamente al centro de estudios y profundizar la política de persecución a las voces disidentes.
Fotos y texto: EMERGENTES
Ante el ajuste y persecución, unidad. La Universidad de Madres de Plaza de Mayo permanece en estado de toma permanente luego de que Mauricio Macri cumpliera su amenaza de intervenir el histórico centro de estudios. “Esto es una resistencia pacífica”, aclara Martín Forciniti, docente de la universidad y secretario gremial, en diálogo con Emergentes. Martín es uno de los tantos profesores que se unió a la decisión del centro de estudiantes de resistir para defender el espacio. “Se decidió por asamblea que todas las actividades académicas se concentrarán en el quinto piso de la sede de 25 de mayo 554. De esa manera fortalecemos la medida estando todos juntos y podemos estar en comunicación permanente, ya que el mapa político puede cambiar de un minuto a otro. También se llevan adelante clases públicas como forma de protesta”, agrega Forciniti.
Estas medidas intentan ponerle un freno a la maquinaria de “cambio” impulsada por el Gobierno, luego de que designara al ex interventor del INADI y juez contravencional, Javier Buján, al frente de la institución.
“Desconocemos su gestión. Entendemos que el Gobierno no tenía motivos para correr a Germán Ibañez, el anterior rector. Esto es una medida absolutamente arbitraria. Desde el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, afirmaron que el cambio fue por ‘irregularidades curriculares’, lo cual no pudimos comprobar. Por otra parte, se sabe de la política de recorte que Buján llevó adelante en el INADI.”, afirma Forciniti.
En esta línea, el docente señala que esta decisión se trata de una clara persecución ideológica y que es una prueba más de las políticas de ajuste que el Gobierno pretende llevar adelante con espacios opositores a su gestión. “Hace más de un año que venimos luchando en contra del vaciamiento de la universidad. No hay presupuesto ni inversión edilicia. Los sueldos están desvalorizados y la expedición de títulos oficiales está trabada”, agrega.
Antecedentes de un final anunciado
La decisión de desembarcar en la histórica Universidad de las Madres, tal como se la conoce popularmente, fue anunciada a fines de mayo pasado por las autoridades del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos sobre la base de tres objetivos: cambiar las autoridades, realizar una auditoria sobre sueldos y gastos, y analizar los objetivos pedagógicos de la institución . Durante las últimas dos semanas, Ibañez recibió presiones constantes para que renuncie, afirman desde la Universidad.
Buján, manos de tijera
El funcionario fue nombrado por el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano, en 2015. Desde ese momento, su prontuario no paró de sumar números rojos en el organismo: en junio de 2016 fue denunciado por “abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público”, en septiembre de ese mismo año, el juzgado Criminal y Correccional Federal Número 4 a cargo de Ariel Lijo desestimó la causa “por inexistencia de delito”. A comienzos del 2017, en línea con la política de ajuste de Macri, le comunicó a las distintas oficinas que el INADI tenía en todo el país, que deberían buscar alguna otra dependencia donde instalarse, de lo contrario serían cerradas. También suspendió designaciones y contrataciones. Buján, además, fue denunciado por “licitaciones truchas” y presuntas maniobras en su anterior cargo como subsecretario de Justicia porteño.
La lucha sigue
Desde la Universidad, saben que sus reclamos son ambiciosos pero no piensan dar un paso al costado. Exigen una reunión con Claudio Avruj, secretario de Derechos Humanos y el cumplimiento de las demandas para frenar el ahogamiento presupuestario. Sobre el clima de la resistencia pacífica, Forciniti se muestra optimista: “Es muy importante todo el apoyo que logramos en los últimos días. El conflicto en la Universidad no es nuevo, sin embargo, recién ahora vemos que está tomando la dimensión pública necesaria. Los medios también comenzaron a visibilizar mucho más la problemática y estamos recibiendo apoyo de muchas organizaciones. Vamos a seguir defendiendo la Universidad, porque este es un intento más por callar las voces disidentes”.
* Fotos y texto: EMERGENTES