Monte Adentro, donde late la vida
Monte Adentro es una experiencia audiovisual en la que confluye la respiración del monte nativo con el pulso de los artistas que alberga. Impulsado por Colectivo Ceromilímetro, este proyecto se interna en la profundidad natural para registrar el encuentro entre la música instrumental, la voz y los sonidos de las sierras cordobesas. Estas intervenciones llevan aparejada una reflexión acerca del estado y la administración de nuestros bienes naturales, pero sobre todo de su valía e importancia para la vida. Y en esa palabra, vida, caben los múltiples universos que el monte posibilita: la tierra, el agua y la piedra; la diversidad de la flora y la fauna en todas sus microscópicas o imponentes expresiones; y también el arte que de la naturaleza se nutre y que sin ella no existe.
Por Julieta Pollo para La tinta
«Porque el bosque habla, sin palabras.
Porque del bosque brotan el agua y la vida.
Porque el bosque es salud para el cuerpo y para el alma.
Porque el bosque es trabajo, dignidad y alimento.
Porque del bosque nacen la música y la poesía.
Porque somos en y con el monte.»
Monte Adentro tendrá en su primera edición diez capítulos, cada uno de los cuales captura el encuentro de la música y el bosque en distintos rincones cordobeses: Cuesta Blanca, Pan de Azúcar, Talahuasi, Anisacate, Unquillo, Agua de Oro, Los Hornillos, Pampa de Achala, Nono.
La intervención y reflexión en torno al monte nativo estará plasmada no solo en el producto audiovisual, sino también en un escrito producido por los artistas luego de la experiencia, en el que pondrán en palabras su pensar, sentir y hacer en, por y sobre la naturaleza. Martes de por medio, La tinta tendrá el placer de compartir una nueva entrega de Monte Adentro.
“La idea que intentamos transmitir es que si se pierde el bosque no se pierden solo los árboles, que de por sí ya es más que válido, sino que se pierde todo esto también. La cultura, la música y un montón de expresiones artísticas que tienen que ver con cuestiones que nacen en el monte y que es necesario ponerlas bajo la lupa. Proponemos también el encuentro de todas estas miradas para abordar el tema, por eso surge la idea de expresar con la música y también en palabras su relación con el monte y los diversos procesos y luchas que se están dando en esa comunidad”, cuenta Luciano Planté, integrante de Rústicos.
“Siempre estuvo pensando en conjunto. Después cada cosa tendrá sus caminos individuales. Por ejemplo, en el capítulo del Pan de azúcar con Acuyico Trío la gente va a hablar específicamente de la problemática de la reserva y también está re bueno que la nota tenga su recorrido. Los chicos de Wongai, por su parte, van a escribir acerca de cómo producen la música en relación a la naturaleza, el afro y su vínculo con la tierra”, puntualiza Exequiel Ayala, parte de Colectivo Ceromilímetro. “Pachi Herrera también se re copó cuando le contamos y empezó a tirar ideas. Hace poco en San Antonio fue la audiencia pública por el Complejo El Dorado, y fue un hito en las luchas ambientales. Fue la que más gente hubo, cerca de 400 expositores todos en contra del proyecto. Entre ellos, Pachi Herrera que leyó un texto como vecino del lugar», agrega Luciano.
Rocío Jiménez, también integrante del colectivo audiovisual, cuenta que fueron las movilizaciones del último tiempo las que les motivaron y les dieron el empuje para activar este proyecto: “Nos hizo darnos cuenta de que teníamos los medio para generar algo que no existe, que siempre es intenso. Poner en juego los recursos que teníamos, los recorridos personales, y crear algo nuevo.” «No es un videoclip ni un documental, es algo entremedio o, mejor, es otra cosa. Es tomar el género y romperlo. Ponemos el monte en un lugar prioritario y lo tiene tanto ideológicamente como estéticamente», concluye Suyaj Gómez.
-¿Qué lugar ocupa el monte nativo en los videos? ¿cómo fue trabajar en entornos tan agrestes?
-S: Queríamos que la estética la dé el monte, que sea quien nos guíe… y es un desafío enorme. Cuando filmamos el segundo capítulo con Acuyico Trío nos internamos en el monte muy adentro –de hecho, de esa experiencia surgió el nombre de la serie- y es una experiencia muy particular. Modifica a los músicos, modifica la acústica, el lugar que nos queda a nosotros para poner las cámaras, cómo entra la luz… de repente no hay que agregar nada, querés registrar los lugares así como son, tienen ese elemento virgen de poca intervención.
-E: Los condicionamientos los pone el lugar, ningún capítulo va a ser igual a otro. Pensamos mucho cómo generar una presencia del espacio desde lo sonoro también e intentamos hacerlo sin demasiada intervención. No queríamos microfoniar de cerca todo, sino más bien tratar de escuchar la ejecución que se da en ese lugar y ahí nivelar y generar un registro acorde. Chicharras, pájaros que se cruzan, el río, el viento, con sus distintas presencias.
-L: Para los músicos también es un desafío porque uno que está acostumbrado a tocar microfoniado, manejar los niveles desde una consola… entonces es aprender a nivelar volúmenes, voces e instrumentos de manera natural. Y llegar, que ya es todo un viaje, una experiencia. Con los chicos de Acuyico nos metimos por un sendero muy cerrado con unos bombos gigantes en la espalda, nosotros con trípodes y cámaras, sol fuerte. No son las condiciones en que se suele filmar ni en que se suele tocar, pero al encontrarnos con eso nos dimos cuenta de que era algo esencial.
Si bien la propuesta surgió pensada para músicos, han ido abriendo el juego a otras expresiones artísticas, como la danza y los títeres. “Desde el primer día nos planteamos tener esa apertura y esa sensibilidad frente a lo que va pasando. Si sale una invitación, ir acomodándolo. Otros lugares, otras expresiones. Y también viendo cómo… hay propuestas para ir a Cerro Colorado, El Chañar… y es genial, ahora a ver cómo llegamos, jaja. Los invitados son más que invitados: el protagonista es el monte y los artistas que aparecen frente a cámara con el monte también son parte del colectivo de este laburo, y por eso la apertura de recibir propuestas de los músicos. El lugar lo elegimos entre todos, la canción también… cómo mostrarlo y dónde es una decisión colectiva”, sostiene Luciano.
-¿Cuál es el aporte de Monte Adentro a las luchas que se están dando en Córdoba en relación a la tierra, el agua, el bosque nativo? ¿Cuál es el rol del Estado y de sus instituciones, como la escuela, en este contexto?
-E: Hablábamos de varias acciones en torno a la militancia y decíamos que de por sí la serie web y el proyecto es una acción, pero nosotros ya al ejecutar esa acción, aunque sea un grupo reducido, te hace repensar muchas cosas. Y también creemos que es parte de ir formando redes, es una estrategia que está usando el movimiento también, abrir la cancha. Se han ido armando muchos frentes en Unquillo, Río Ceballos, Mendiolaza… hay que ir tejiendo estas redes.
-L: Tiene que ver con sensibilizar a la gente, que es la función del arte. En relación al cuidado de la tierra sensibilizar es clave. Contenido formal hay un montón y está bueno conocer para no comernos cualquier buzón, pero es central que surja el deseo en cada uno de nosotros de cuidar a la tierra. Está la Ley de Educación Ambiental hace muchos años vigente, cuando se discutió esa ley se definió que era estratégico que se diera en las escuelas no como una materia sino como un área transversal en todas las materias. En la práctica no sucede como debería, pero dejando a la escuela aparte y entrando a un plano más filosófico si se quiere, yo pienso, cuando hablamos de cosas que no sabemos pero mi abuelo sí las sabía, ¿dónde lo aprendió? ¿en la escuela? No, las sabía porque vivía de eso y las necesitaba, porque del clima dependía que él y su familia comieran, o no, durante un año. Nosotros hoy para saber qué hora es agarramos un celular, lo mismo para saber cómo va a estar el clima mañana. La tecnología sirve para un montón de cosas y está buenísimo pero el hecho de no estar en relación constante con la tierra nos aleja.
El rol del Estado en cuanto a su relación para con los recursos naturales, salvo ciertos casos particulares a los que hay que prestarles mucha atención como Ecuador y Bolivia, el resto de los países independientemente del color del gobierno de turno ha sido más o menos lo mismo… la política ambiental siempre ha ido por el mismo lado. Y este alejamiento de la tierra también tiene que ver con el sistema y con el mercado: hoy está considerado dentro de la normalidad que le preguntes a un niño de dónde sale el pollo y te responda “del supermercado”. Por eso tal vez el arte pueda servir para recomponer esos lazos, en eso andamos. Este proyecto tiene que ver con una búsqueda propia de voces y de saberes que nos permitan repensar las formas de relacionarnos con la tierra.
Mirá el trailer de Monte Adentro.
Por Julieta Pollo para La tinta