La democracia en la Facultad de Derecho: a sola firma
Muchas cuestiones surgen en cada elección. Hay reclamos sobre los padrones, las boletas, la identidad de votantes o el escrutinio, por citar algunos pocos temas. Así ocurre también -desde siempre- en los comicios de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
Por Horacio Javier Etchichury para La tinta
Cada Facultad tiene una Junta Electoral, encargada de organizar las elecciones y resolver todos los planteos en primera instancia. Su función es crucial para garantizar la democracia universitaria. Presidida por la Decana o el Decano, la Junta incluye dos personas más (docentes o no docentes).
¿Quién designa a los otros dos integrantes? Según las normas de la UNC, la Decana (o Decano) propone nombres y es el Consejo Directivo de cada Facultad el que los o las nombra (art. 64, Ordenanza 19/2010 del Consejo Superior).
Es lógico. En el Consejo Directivo están representadas todas las fuerzas políticas de los cuatro claustros (estudiantes, docentes, no docentes y egresados). La designación del organismo que resuelve sobre la estructura y el desarrollo del acto electoral es algo que interesa a todos los sectores. Así ocurre en casi todas las Facultades.
Hay excepciones, lamentablemente. La Junta Electoral de la Facultad de Derecho se reunió por primera vez el pasado 8 de mayo y resolvió impugnaciones al padrón estudiantil; así quedó registrado en el Acta número 1. El documento lleva las firmas del Decano y de los dos integrantes de la Junta. Y desde ese día, se han emitido por lo menos 25 actas más. Pero hay un problema: el Consejo Directivo de la Facultad no había designado a la Junta Electoral. Y a pesar de eso, la Junta se reunió y tomó decisiones.
¿Cómo fue posible? Hubo una resolución del Decano (que desde 2016 es, al mismo tiempo, el Vicerrector de la Universidad) nombrando a los dos integrantes. En algún momento posterior la designación pasa por el Consejo. Pero mientras tanto la Junta funciona a pleno. Actúa y resuelve aunque no se ha cumplido con el art. 64 de la Ord. 19/2010: según esa disposición, el que designa es el Consejo, no el Decano. El texto es claro; el fundamento, también.
Alguien podría pensar que se trata de un hecho aislado, fruto de los cambios y apuros que trae el nuevo sistema de elección directa. No es así.
Primero, porque este año en Derecho no se elige Decano, sino -únicamente- representantes de las alumas y alumnos para el Consejo y la conducción del Centro de Estudiantes. Y segundo, porque esto mismo ha ocurrido el año pasado.
El 30 de marzo de 2016 el Decano de Derecho -quien está cumpliendo su sexto mandato- nombró a sola firma la Junta Electoral de la Facultad (resolución decanal 353/2016). Una semana después el asunto llegó al Consejo para que éste refrendara la decisión. Dicho de otra forma: en lugar de “designar” (como manda la norma), el cuerpo se encontró con el nombramiento ya hecho.
Y lo mismo pasó en 2015 (resolución decanal 424/2015). Y en 2014 (resolución decanal 511/2014). Y en 2013 (resolución decanal 1142/2013). Y en 2012 (resolución decanal 309/2012).
Por las dudas, vale la pena aclarar: una norma no pierde validez cuando uno deja de cumplirla. Lo sabemos bien: pasa con los semáforos en rojo y con el vencimiento de la tarjeta de crédito. Junto a mi colega, la consejera titular Laura Cantore, presentamos sobre tablas un proyecto para que el Consejo ejerza su función de designar. Pero la mayoría oficialista rechazó tratarlo.
¿No sería mejor que cumpliéramos lo que manda la Ordenanza? El Consejo podría aprovechar entonces para incluir -por primera vez- al menos un/una representante propuesta por la minoría política. Es la manera de asegurar el pluralismo. Así se ha hecho este año -por ejemplo- en la Facultad de Filosofía.
La participación efectiva de la minoría en el órgano que fiscaliza las elecciones fortalecerá la democracia en nuestra Facultad. El próximo año, en el centenario de la Reforma, Derecho elegirá nuevo Decano. Será un buen momento para cumplir -por primera vez- con la Ordenanza 19/2010 y para garantizar una Junta pluralista. Es un reclamo democrático.
*Por Horacio Javier Etchichury para La tinta.
Doctor en Derecho y Ciencias Sociales (UNC). Magíster en Derecho (Universidad de Yale). Profesor de la Facultad de Derecho, investigador de Conicet y consejero docente (suplente).
