La patronal mediática, la encargada del relato político del gobierno nacional
Los Trabajadores de Prensa y la Comunicación de Córdoba realizaron una contundente protesta frente a la sede integral del diario La Voz del Interior en el marco de una paritaria que no avanza por la intransigencia de las empresas que sistemáticamente se niegan a pagar sueldos dignos.
Con una radio abierta, una olla popular, una carpa y una volanteada realizada en la plaza de “La Dignidad”, ubicada frente al diario propiedad del Grupo Clarín (Canal 12, Día a Día y Radio Mitre), los trabajadores de prensa visibilizaron el conflicto y el gran malestar existente porque las patronales pagan sueldos de hambre.
Durante la emisión, los delegados de las comisiones internas de los medios del Grupo Clarín dieron datos de la realidad para demostrar que con un sueldo básico de poco más de 15.000 pesos no es posible cubrir la canasta básica alimentaria.
Destacaron que mientras en las portadas de los diarios y portales se analiza la suba de precios y la inflación a la hora de negociar la patronal mira para otro lado. Como se recordará, las empresas proponen un aumento anual del 18% a pagar en dos tramos: 9% en abril y otro tanto en octubre, la cual fue rechazada por el Cispren por considerarla insuficiente desde todo punto de vista.
Los delegados e integrantes de la Comisión Interna de La Voz del Interior denunciaron “aprietes” por parte de la gerencia de Recursos Humanos, una metodología recurrente de terrorismo laboral, cada vez que hay reclamos salariales.
Seis preguntas a los dueños del periodismo
El delegado paritario de La Voz, Héctor Brondo, manifestó que “además de luchar en defensa de nuestro salario, también lo hacemos por la libertad de expresión y por nuestra dignidad”.
¿Por qué ninguno de sus medios habla de esto?
Actualmente, los trabajadores de prensa de Córdoba estamos negociando en paritaria un incremento salarial. La primera audiencia fue a principios de abril, donde las empresas de la actividad plantearon una propuesta insuficiente a todas luces: un 18 por ciento anual, en dos cuotas de 9 por ciento. Y decimos esto, porque la inflación proyectada –incluso por el FMI, que a nuestro entender es bastante pijotera- es del veinticinco por ciento.
Para colmo de males quieren una paritaria anual, cuando el año pasado acordamos que fuera semestral, porque avizorábamos un año poco previsible: el gobierno había dicho que la inflación iba a ser inferior al 20 por ciento y terminó siendo casi 42. Es decir, le pifiaron por 22 puntos. Y en eso, muchos sectores perdieron poder adquisitivo: nosotros perdimos el 5 por ciento. Por eso, que digan que este año sí va a ser “previsible” nos pareció una cargada, cuando hay caída del consumo y de la producción nacional, un endeudamiento enorme, fuga de capitales, apertura de importaciones. ¡Aparentemente están bastante desconcertados en el manejo de alguna variable económica!
El Banco Central por ejemplo, que es el que decide la política monetaria para controlar la inflación, elevó la tasa de interés en pesos a 25 puntos. Se supone que las tasas de interés están siempre por debajo de la inflación, porque si no, no hay maneras de controlarlas. Han elevado las tasas y están a 25 o 26 puntos, entonces hasta el propio Banco Central está reconociendo con estas medidas que la inflación va a superar largamente el 17 por ciento proyectado
¿Cuándo nos hicieron esta oferta indigna?
En un momento de salarios deprimidos, mientras nuestro básico de 15.600 pesos apenas araña la canasta básica, nos están ofreciendo 1.408 pesos de aumento. Hoy, cuando cualquier alquiler ha aumentado más de mil pesos, es decir que solamente el aumento de alquiler se comería la “recomposición” salarial que ofrecen estas empresas. Sin tener en cuenta el aumento del combustible, del transporte, de los alimentos, el costo de vida, han aumentado muchísimo los servicios. Ahora se anuncia un nuevo aumento de tarifas del gas, ¡que va a estar en el orden del 300 por ciento! Entonces, es una locura y nosotros, en esos términos, no queremos negociar. Las empresas se mantienen intransigentes y nosotros no estamos dispuestos a firmar, pues consideramos ofensiva la propuesta de las empresas .
¿Dónde estamos resistiendo?
Desde la redacciones, los estudios de radio y televisión, desde las plazas y desde las calles. Ante esta intransigencia de las empresas, decidimos iniciar acciones directas: asambleas, plenarios de delegados provinciales en las puertas de Canal 12 y Radio Mitre, aplausos en las redacciones, la distribución de un boletín informativo. Y hoy, mientras en La Voz del Interior había una reunión de accionistas, instalamos una carpa en la entrada del edificio e hicimos una radio abierta.
¿Quién es La Voz del Interior?
La Voz del Interior hoy es Clarín en Córdoba. El diario Día a Día, que tiene su redacción al lado de la nuestra, también. Y también Canal 12 y Radio Mitre. En Córdoba, los medios dominantes en todos los segmentos de la comunicación -menos en el rubro radiofónico-, son del Grupo Clarín y esto no es casualidad: hablamos de uno de los grupos económicos más poderosos, no de Argentina ni de América, sino del mundo. Por eso, no es creíble que un grupo con unos de los mayores niveles de rentabilidad del mundo le ofrezca a sus trabajadores el 18 por ciento anual, en un país donde la inflación que se proyecta para este año es del 25 por ciento, argumentando que “el aumento de los costos salariales que representa pone a las empresas en riesgo”. Y nosotros, no lo podemos tolerar.
¿Cómo es que llegamos a esta situación?
El hecho de que hoy esté al frente del Estado el ingeniero Mauricio Macri, es una consecuencia en buena proporción de la estrategia que desplegaron los medios para el poder económico . Son estas empresas, a mi entender, quienes están construyendo el relato político del gobierno nacional. Por eso, en sintonía con lo que es el proyecto económico y político del espacio Cambiemos, las empresas tienen esta actitud.El propio Macri dijo que el techo de las paritarias este año tiene que ser del 17 al 20 por ciento, pero no es el gobierno nacional el que lo dice: son las empresas que manejan el poder político y donde las empresas mediáticas tienen una incidencia formidable, porque son los que construyen los mensajes.
Todo es muy paradójico, si uno desmenuza la realidad, si pone un poquito de atención y sale del atolladero informativo en el que vivimos permanentemente. Las empresas periodísticas hacen relevamiento de precios y señalan, por ejemplo, que el costo de la canasta alimentaria subió tres o diez puntos en lo que va del primer trimestre del año. Esos mismos medios dicen que el FMI y la mayoría de los empresarios proyectan un veinticinco por ciento de inflación este año en Argentina. Y sin embargo, cuando van a las paritarias, te ofrecen un 17 por ciento.
El mensaje está claro: hay que precarizar, hay que flexibilizar el mercado del trabajo para tener trabajadores pauperizados, para tener una alta tasa de desempleo, para que los trabajadores o los futuros trabajadores que ingresen al mercado de trabajo no se preocupen por el salario sino que pongan la prioridad en el empleo.
Fue muy claro el ex Ministro de Economía Alfonso Prat-Gay en enero del año pasado, cuando arrancaba el gobierno de Cambiemos y las paritarias: “Los dirigentes gremiales van a tener que decidir si negocian salarios o si negocian empleos”. ¿Entendés? Traducido, están diciendo: “Si piden más de lo que nosotros les queremos ofrecer o de lo que las empresas nos piden que les ofrezcamos, nosotros vamos a despedir gente”. Y han despedido gente, hay un millón y medio de empleados menos en el sector privado, hay algunos que dicen que son 600 mil y otros que dicen que son un millón y medio, o casi dos millones de trabajadores que han perdido su trabajo en estos meses del gobierno de Cambiemos, entre el sector formal e informal.
La realidad es palpable y el proyecto está claro: no hay error en la política económica de Cambiemos. Quieren destruir a la industria argentina, que hoy está trabajando al cuarenta por ciento de su capacidad. Quieren concentrar la riqueza en pocas manos y que la inmensa mayoría de los trabajadores argentinos nos desempeñemos en el sector de los servicios, con salarios miserables y ni soñemos con la movilización social ascendente.
¿Qué debemos hacer los trabajadores?
Entender que la única manera de evitar que esta política siga destruyendo los salarios, es construir fortaleza y dejar de lado todo individualismo, que sólo hace que nos destruyan más deprisa. Tomar consciencia de eso, debe ser nuestra premisa.
* Información de Prensa Red y La Garganta Poderosa.