Formosa: detienen y golpean al referente wichí Agustín Santillán
El referente de la comunidad wichí de la localidad de Ingeniero Juárez, fue detenido nuevamente por el gobierno de Gildo Insfrán. Santillán fue detenido tras visitar el Barrio Obrero, en pleno conflicto social, convulsionado por una serie de robos y enfrentamientos entre criollos y originarios, situación que se agravó tras las inundaciones. El testimonio de la esposa de Santillán y el rol de Félix Díaz.
Fernando Tebele para La Retaguardia
«En el día de ayer detuvieron a Agustín Santillán sin ningún motivo ni causa. Él solo está preocupado por la situación de los chicos que estaban en los vicios, en el alcohol y la droga. Él fue ayer a una reunión que se hizo en la comunidad del Barrio Obrero. Cuándo se estaba yendo, la policía lo llamó con la mano y él se detuvo. Cuando la policía llegó a él le metió una trompada en la cara y él se cayó de la moto. Cuando el policía vio caer a Agustín, lo empezó a golpear y como diez polícias cayeron sobre él. Lo llevaron entre muchos. Lo arrastraron por el suelo. Tiene las manos y los brazos marcados. Fue brutalmente golpeado. Tiene cortes en la frente y la boca hinchada porque le pegaron; golpes en las costillas, la espalda y los hombros. Tiene todo el cuerpo con moretones. No puede comer ahora porque tiene la boca muy hinchada». El relato al que pudo acceder La Retaguardia es un whatsapp de Gabriela, la esposa de Agustín Santillán. Se lo envió a Félix Díaz para ponerlo en conocimiento de la situación.
Es descarnado, pero a la vez no sorprende. Nada sorprende en la Formosa de Insfrán, fiel representante del estilo grondonista de construcción de poder, que consiste en sostenerse en el trono a cualquier precio, mientras ve pasar a los diferentes gobiernos nacionales, desde la provincia más pobre de un país empobrecido.
El rol de Félix Díaz
«Santillán es un chivo expiatorio de los problemas que tiene Ingeniero Juárez», dicen en las cercanías de Félix Díaz, presidente del Consejo Consultivo de Pueblos Indígenas de Argentina. Díaz pasó de un acampe en las afueras de la ESMA en marzo del año pasado para pedir que se conformara el Consejo y se le diera presupuesto, a conseguir hace pocos días una oficina dentro del Auschwitz argentino, desde donde intenta apagar incendios que no provoca, pero que teme lo terminen quemando.
Díaz ya se había hecho cargo de defender públicamente a Santillán en otras ocasiones en las que fue perseguido por el gobierno de Insfrán. Ahora se encargó de hablar con funcionarios de la Jefatura de Gabinete y de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, para garantizar que el incendio social que estalló en Ingeniero Juárez no se intente controlar con más represión. El gobierno nacional se habría comprometido a que la Gendarmería se mantenga al margen, pero es difícil saber si eso es mejor o peor, en tanto continúe liberado el lugar para que actúen las fuerzas provinciales.
Santillán había expresado preocupación por algunos de los hechos ocurridos en Juárez el 10 de abril en su Facebook : «Repudio totalmente los que hicieron un grupo de jóvenes de barrio obrero en estado de ebriedad saquearon la casa de un vecino del barrio. Ahora en este momento algunos vecinos están sacando sus cosas de su casa a llevar un lugar seguro, no hay seguridad la policía esta a diez cuadra en ves de cuidar las casas hay niños llorando en esta hora» (SIC), escribió en la red social en la que supo tener un millón de amigos cuando Jorge Lanata lo llevó a su programa de televisión. Era claro que mostrar esa situación ayudaba al periodista en su cruzada antikirchnerista. Queda por ver si tomará en su agenda nuevamente el tema ahora, aunque todo es posible.
Amenazas
En otro audio que llegó al teléfono de Díaz, una hermana wichí, cuyo nombre preferimos preservar, dice: «Hola hermano. Disculpe que no quisiera hablar, pero yo no puedo hablar. Mi vida corre peligro. La mía y la de mi familia. Mi familia está amenazada por los blancos y la policía y no quiero que les pase nada. Corro la misma desgracia que Agustín. Hay mucha gente que está entre nosotros pero no está con nosotros. Tratemos de estar unidos». El dramatismo de sus palabras sirve para mostrar la gravísima situación que viven las comunidades wichí en Ingeniero Juárez, tanto por el asedio policial, como por las acusaciones de los criollos, que ven todos sus males en caras originarias.
Santillán preso
Mientras tanto, al cierre de esta nota, Agustín Santillán permanece detenido. El expediente que suma a su colección contiene estos cargos: “Atentado contra la autoridad, intimidación pública, daños en poblado y en banda” y está a cargo del Juzgado de Instrucción y Correccional de la localidad de Las Lomitas. Se sabe la persecución a los referentes originarios, como le sucedió a Félix Díaz o a Relmu Ñamku, siempre encuentra una firma amiga en la justicia para abrir un expediente y legalizar la discriminación.
Si buscamos políticas de Estado que trascienden a los gobiernos que puedan ocupar el poder nacional, la persecución a las comunidades originarias, y sobre todo a las y los referentes que intentar modificar la situación, es una de las que se sostiene, indiscutida, y avalada por los gobiernos y poblaciones criollas provinciales.
*Por Fernando Tebele para La Retaguardia