«Espero que el segundo día más feliz de mi vida sea cuando absuelvan a Higui»

«Espero que el segundo día más feliz de mi vida sea cuando absuelvan a Higui»
6 abril, 2017 por Redacción La tinta

Entrevista a Raquel Hermida Leyenda, abogada de la mujer de 42 años que se encuentra presa por defenderse de una patota de diez hombres que intentaron violarla por ser lesbiana. “El caso es una oportunidad para cambiar el sistema judicial patriarcal”, indicó la letrada.

Por Florencia Ogas para La tinta

“Si me preguntas cuál fue el día más feliz de mi vida te diría que fue el día que absolvieron a Beatriz López. Espero que el segundo día más feliz sea cuando absuelvan a Eva Analía “Higui” de Jesús.” dice Raquel Hermida Leyenda, Especialista en Género, Directora de la Red de Contención para casos de género y su defensora.

Hay dos nombres que aparecen; van y vienen, como victorias y deseos de justicia: Beatriz López, una mujer de 36 años que fue acusada de homicidio agravado en el año 2014 por haber asesinado a su marido que la violaba con el bastón policial, la inmovilizaba con las esposas, le rociaba gas pimienta y además, apuntaba a su hija recién nacida con el arma reglamentaria. Raquel Hermida Leyenda se puso al frente del caso y logró su absolusión.

El otro nombre es Eva Analía “Higui” de Jesús, una mujer de 42 años que fue atacada por una patota de diez hombres que intentaron violarla por ser lesbiana el 16 de Octubre del año pasado. Desde ese día continúa presa en el Destacamento de Villa Maipú, Provincia de Buenos Aires. Según su abogada, Eva sufrió “Un abuso del articulo 119 del Código Penal, es decir, el abuso básico, donde no necesariamente tiene que haber acceso carnal. Ella lo padece y de eso se defiende ante lo que pudo haber sido un abuso mucho mas agravado de varias personas, o lo que pudo haber sido un abuso con penetración o acceso carnal”.

También habla del estado emocional en que se encontraba luego del intento de abuso sexual: “Según me informó la Licenciada Alicia Castro -perito de parte que aportamos desde la defensa- es evidente el estrés post traumático y su miedo a los hombres; el otro día Eva me decía ‘las voces masculinas me dan miedo’. No olvidemos que la figura masculina es la figura que en principio intenta agredirla, la insulta, la agrede, se burla y trata de abusar de ella”.

En primera instancia, el expediente del caso contaba con 180 fojas que daba cuenta de la escasa actividad judicial y de una serie de irregularidades: “Lo que faltaba era una defensa eficiente, existía un estado de indefención procesal” dice Leyenda.

¿Cómo avanza la causa?

La causa siguió con testimoniales, que por suerte ahora desde que nosotros tomamos el caso, el fiscal hace todo el esmero de realizarlas; cuando antes unas declaración ocupaba solo un carilla ahora ocupa varias hojas. ¿Qué significa esto? Que cuando un testigo decía que entre la imputada y la víctima -refiriéndose a Espósito, el hombre fallecido- existían problemas personales; el fiscal le habrá preguntado cuáles son los problemas personales, pero esa segunda pregunta no estaba. Otro testigo dice que entre ellos siempre hubo bronca, tu razonamiento lleva a entender que le preguntes al testigo que entiende por bronca y cuáles eran los motivos de esa bronca, tampoco esas preguntabas estaban hechas. Entonces, ahora se han tomando más declaraciones testimoniales.

Fundamentalmente eso fue lo que quisimos certificar antes de pedir la morigeración de la prisión preventiva; que se desarrolle en otro lugar como por ejemplo en su casa. ¿Por qué no le dan una prisión domiciliaria? Porque el término prisión domiciliaria se utiliza para las condenas. Esto sería una prisión preventiva domiciliaria porque acá no hay juicio entonces no hay condena. Además, antes de pedir la morigeración de la prisión preventiva, lo que decidimos hacer fue pedir una pericial psicológica de «Higui» porque lo que hace es determinar que, si vos padeciste realmente un abuso, tenes que tener un stress post traumático y muchas condiciones que rectifiquen eso que vos contás.

Cando la conozco a «Higui» el 7 de enero evidencio un estado confusional donde ella no tenía muy bien en claro que hacía detenida; quien era yo, porque iba a verla, no sabia cuánto iba a pasar detenida y tampoco sabía que venía un juicio después ni cómo era el orden.

Cuando Eva Analía de Jesús es detenida y trasladada a la comisaría se avasallan todos sus derechos básicos; no recibe atención médica adecuada por los golpes que había recibido, le toman declaración sin un defensor oficial y además es doblemente violentada por los policías: “Ella cuenta que la intentaron abusar y muestra las marcas físicas desde el punto de vista de los golpes que tenía; los policías se rieron ya que es muy normal -lamentablemente- que cuando una dice ‘me quisieron abusar’ hay una especie de estigmatización donde de algún modo si sos linda te van a abusar porque te lo mereces: sos llamativa, bárbara y si no sos linda -como pareciera ser en el caso de «Higui»- ¿quién te va a querer violar?. Ese trato recibió en la comisaría.

¿Qué pasó con los testigos?

En la causa los testigos están tan mal entrevistados que no les pudieron sacar todas las pruebas. Además los testigos declaran todos en contra por que era partícipes del hecho. Hay una anécdota al respecto: Un testigo dice que una vez que «Higui» agredió a Néstor Espósito, él la golpeo con el cuchillo que tenía clavado en su estómago, se levantó y la golpeó por todos lados. Es decir, estuvo tan mal preguntado que no pudieron hacerlo caer porque nadie se propuso hacerlo caer; de alguna manera había que justificar la detención de Eva. No hubo una defensa ni tampoco una fiscalía. Lo que no hubo acá es una búsqueda de la verdad y nadie tuvo en cuenta los golpes que había recibido «Higui».

Tenes contacto con «Higui». ¿cómo la ves anímicamente?

Ella está contenta por la participación y que todo el mundo la represente; también esta avergonzada porque de alguna manera todo el mundo visibilizó que ella era lesbiana. A pesar de tener un aspecto muy lésbico ella negaba esa situación. Es una mujer de 42 años con temores y de alguna manera también encerrada en sí misma. El otro día la mamá me decía: “Doctora, ¿cuando sale? porque mi hija está mal, llora”, le respondí que me alegraba que llore, ¿por qué? porque estamos frente a una persona sana. Porque es una persona que mató a alguien, y vos me dirás que fue en legítima defensa, sí, pero en psicología tu cabeza no es una especie de tupper con distintas tapas donde si tenes legítima defensa los afectos y todo lo que significa una muerte lo guardas en el frezeer, no es así. «Higui» no debe dormir, de hecho no duerme. ¿Por qué? porque mató a un ser humano, más allá de que sea en legítima defensa. Sí es cierto que el Estado lo puede considerar como una causal de no perseguirte desde el punto de vista de la pena, y eso es lo que queremos lograr.

En tu experiencia, ¿cuánto aporta la visibilización del caso a través de los medios y la opinión pública?

Yo siempre hago uso de lo medios para visibilizar las injusticias más allá de la ley. Recordemos el caso del carnicero o el cirujano que hasta salió el Presidente de la Nación a defenderlos. Si no logramos visibilizar el caso de «Higui» -que no tiene plata, que es mujer y encima comete el grave error de que el falo no le interese como herramienta de placer- puede permanecer en la cárcel durante por lo menos quince años.

Lo importante es decirle a nuestro país que la mujer -como en el caso de Beatriz López- tiene derecho a defenderse de su marido. Si bien la Constitución Nacional no habla de un cuerpo inviolable; nosotros tenemos un cuerpo inviolable; nuestro cuerpo somos nosotros y nuestra identidad sexual tiene que prestar consentimiento para que tengamos relaciones sexuales y no ser agredidas de la manera brutal en que fue agredida «Higui».

Como mujer y profesional de la justicia, ¿cuáles son las razones por las que decidís tomar este caso?

En principio yo no soy sola, somos un equipo interdisciplinario compuesto por psicólogas, psiquiatras, criminalistas, criminólogas y abogadas fundamentalmente. La mayoría somos de sexo femenino porque entendemos la temática y nos dedicamos a esto que esta relacionado con la violencia de género, el abuso sexual y los grupos vulnerables. Es un equipo interdiciplinario que eligió defender a Beatriz López y elige defender a Higui en conjunto porque considera que nos hemos quedado cortas al cambiar la legítima defensa en situaciones de convivencia; como fue cambiada para el caso de Beatriz.

Necesitamos cambiar la legitima defensa en la calle, porque la mujer no solamente debe defenderse de su marido sino también debe defenderse de sus vecinos, de las personas que la siguen por la calle; debe defenderse todos los días.

Personalmente si vos me preguntaras cuál fue el día más feliz de mi vida, te diría que fue el día en que absolvieron a Beatriz López. Yo espero que el segundo día más feliz sea cuando absuelvan a Eva Analía «Higui» de Jesús. Quiero juntar en mi historia como abogada, logros profesionales como los de detener agresores y violentos; y tratar de reformar la ley contra la violencia hacia la mujer. Lo que nosotros queremos es cambiar la historia y creo que el caso de «Higui» es una oportunidad para cambiar la historia judicial patriarcal.

Si cada uno de los integrantes de la justicia ejerciera su rol nosotros no tendríamos razón de ser; pero lamentablemente la justicia es un sistema que poco se relaciona con el hacer justicia. Por eso nosotros queremos modificar un poco la historia de la mujer y de la imagen femenina: no importa qué tipo de cuerpo tengas sino que elijas ser integrante de nuestro género de la manera que quieras, puedas o te permita la vida.

*Por Florencia Ogas para La tinta

Palabras claves: Higui, Lesbofobia

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