“El machismo es enemigo de la justicia social”
De cara al 8M, en esta entrevista, Cecilia Merchán habla sobre el machismo en la política, repasa las principales demandas del movimiento de mujeres y explica cómo el ajuste económico encuentra su peor rostro en la feminización de la pobreza.
Por Irina Morán para La Tinta
Cecilia Merchán se ha desempeñado en puestos significativos dentro de la gestión pública. Autora de más de 80 proyectos dentro de su gestión como Diputada Nacional (2007-2011) y titular del Comité Ejecutivo para la Lucha contra la Trata y Explotación de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas hasta el 2015, actualmente es la mujer que lidera la Corriente Política y Social La Colectiva.
Pero sobre todo, la Checha –como la conocemos todos– es una militante de vocación genuina. Una mujer de sonrisa amplia que por convicción se ha ubicado siempre dentro de las luchas populares, posicionándose con voz propia en defensa de los reclamos de género, a favor de las minorías y que no ha dudado jamás en acompañar acciones y programas que contemplan mayores niveles de inclusión y justicia.
¿Por qué considerás necesario un paro de mujeres como se plantea este 8 M a nivel internacional?
Este 8 de marzo viene potente porque las mujeres hemos logrado poner en el centro de la agenda política y social las profundas y arraigadas violencias que padecemos. En los últimos años, como nunca en la historia, hicimos visibles los femicidios como la forma más extrema de esas violencias sensibilizando a la sociedad, sintetizando el repudio a esa realidad en el NiUnaMenos.
Además, este 8 de marzo en particular, los reclamos están asociados a la desigualdad profunda que implica el machismo, el sistema patriarcal. El machismo es enemigo de la justicia social y eso se manifiesta en todos los ámbitos de la vida.
Si bien mantenemos en la agenda la necesidad de políticas para evitar la enorme cantidad de femicidios, este 8 de marzo llevamos el debate al ámbito laboral porque las mujeres de Argentina ganamos en promedio un 27,2% menos que los varones y dedicamos casi el doble de tiempo que los hombres al trabajo doméstico no remunerado, porque en el sector privado, apenas el 28% de los puestos de jefatura y dirección están ocupados por mujeres y sólo el 22 por ciento de los cargos ejecutivos nacionales de decisión política están ocupados por mujeres.
También porque el ajuste trae pobreza y ante esa situación siempre se produce la feminización de la pobreza. Y cuando se produce la feminización de la pobreza también se produce una feminización de las organizaciones. Si recordamos la crisis del neoliberalismo a fines de los ‘90 y principios del 2000, todas las organizaciones que se crearon en cada rincón del país, tenían un importante protagonismo femenino. Comedores, merenderos, copas de leche, las asambleas barriales, trueques, cooperadoras, asociaciones rurales en defensa de la tierra y del campesinado y muchas otras formas organizativas contaron con una participación masiva de mujeres. Ahora las mujeres no sólo se organizan en cada uno de estos ámbitos. También comienza a producirse un salto de conciencia a nivel mundial. Las mujeres salen a la calle a exigir que se cumplan y amplíen sus derechos.
Y este es el otro signo de este paro, de esta marcha. Creo que el hecho de que simultáneamente se produzca una movilización de mujeres en más de 40 países habla de cómo vamos siendo olas en este mar de mujeres que ruje cada vez más fuerte ante una realidad que, si bien tiene particularidades en cada país y en cada región, es parte constitutiva del sistema capitalista a nivel mundial.
Durante la última década en Argentina, las mujeres han logrado nuevos derechos a través de leyes concretas ¿Cuáles son las principales demandas que aún el Estado no ha sido capaz de dar respuesta?
En el gobierno kirchnerista logramos concretar muchas de las demandas y construcciones colectivas históricas en leyes. A ese nivel, creo que la gran pendiente de nuestra etapa fue la legalización del aborto. También a lo largo de esos 12 años se pudieron librar fuertes batallas culturales y enraizar más en el conjunto de la sociedad nuestros temas. Se generaron políticas públicas que fueron centrales para las mujeres. No sólo las referidas a violencia, al femicidio, la trata, la diversidad sexual, entre otras, sino aquellas como la asignación universal por hijo/a o las jubilaciones, el reconocimiento del trabajo doméstico que beneficiaron de manera masiva a las mujeres.
Actualmente, vemos cómo el Estado Nacional va desmantelando de presupuesto, profesionales y contenido programas como los de salud y educación sexual, el Comité Contra la Trata del que estuve al frente en su creación. Se caracteriza por hacer grandes anuncios de programas en contra de la violencia y al mismo tiempo recorta presupuesto. Además, como te decía antes, cuando el modelo económico consiste en retornar a un neoliberalismo con políticas de ajustes, las que sufren las peores consecuencias siempre son las mujeres.
Otro dato preocupante, es cómo se ha criminalizado la protesta social. Milagro Sala, por ser mujer, por ser una líder indígena de nuestro país que estaba acampando en defensa de los derechos de sus compatriotas, lleva más de 400 días presa, bajo una detención totalmente viciada y arbitraria. Su pedido de liberación ya no sólo es nacional sino que comienza a tener eco en distintas partes del mundo, con expreso pedido de organismos internacionales como la ONU. Milagro Sala es una presa política en nuestro país y también por su liberación se marchará durante este próximo 8 de marzo.
La gestión de Macri tiene a Gabriela Michetti como vicepresidenta, a Patricia Bullrich como Ministra de Seguridad, a María Eugenia Vidal como gobernadora de Buenos Aires, sin embargo ninguna de ellas ha tomado las demandas que planea hoy el movimiento y las organizaciones que convocan a este nuevo paro del 8M. En tu opinión ¿Cuáles son los motivos?
Las mujeres que mencionás no se hacen eco de las demandas y nunca lo harían de manera sincera aunque creo que el macrismo leyó bastante bien lo que ocurre en la sociedad respecto de la participación de las mujeres y por eso muchas de sus principales referentas lo son. Vidal es un ejemplo de eso en Buenos Aires.
De todas maneras, creo que todo está asociado al proyecto político. Hay algunas que se llaman feministas populares como la presidenta del Consejo nacional de las Mujeres y acompaña a este gobierno que empobrece a las mujeres y que trabaja para y por los sectores concentrados de la economía y de ninguna manera para los sectores populares.
Es muy lógico que Michetti, Vidal y Bulrrich sean las referentes femeninas de este proyecto de entrega porque lo expresan claramente. Lo que no entiendo es que se pueda acompañar a este gobierno con alguna consigna “progresista” y menos “popular”. No hay manera de expresar una lucha por la igualdad entre varones y mujeres dentro de un gobierno que no busca la igualdad de oportunidades sino que consolida la diferencia social.
La política es “el” territorio machista
Cecilia Merchán es consciente de que el machismo atraviesa todos los sectores de nuestra cultura y sociedad. Pero en el ámbito político, las consecuencias cobran una responsabilidad mayúscula sobre el conjunto de la ciudadanía.
¿La política en Argentina es un territorio machista?
La política es “el” territorio machista. La construcción del poder público siempre ha pertenecido a los varones y desde donde se ha creado y consolidado el patriarcado. Así que aún con todos los enormes avances que las mujeres hemos dado en materia de participación, las mujeres seguimos padeciendo el machismo en la acción cotidiana.
La política es “el” territorio machista. La construcción del poder público siempre ha pertenecido a los varones y desde donde se ha creado y consolidado el patriarcado. Así que aún con todos los enormes avances que las mujeres hemos dado en materia de participación con intendentas, gobernadoras, legisladoras en los diferentes niveles, y hasta por primera vez una presidenta elegida por el voto popular, las mujeres seguimos padeciendo el machismo en la acción cotidiana.
Podría contarte miles de situaciones y anécdotas respecto de esta situación. Pero creo que el principal obstáculo es que nos cuesta revisar cómo calan en nosotros y nosotras mismas las miserias de un sistema perverso que nos impulsa al individualismo, al sectarismo, al sálvese quien pueda y, por supuesto, al machismo que nunca logramos desterrar de nuestras propias experiencias populares.
Hay claridad en cuáles son los principales enemigos externos del pueblo: los fondos buitres, las corporaciones, los gobernantes que representan sus intereses. Pero es difícil identificar otros enemigos que tenemos metidos en nuestro ADN cultural y que tenemos que combatir.
Aprender y lograr construir poder sin una lógica patriarcal, aún para aquellas personas que soñamos con transformas las injusticias, es muy difícil tanto para hombres como para nosotras, las mujeres.
¿Cómo valoras la situación política de Córdoba? Si tuvieras que trazar tres ejes de trabajo y propuestas concretas ¿Cuáles serían?
Respecto de lo que ocurre en nuestra provincia me voy a salir de los temas del 8 de marzo porque a este nivel repetiría lo que dije anteriormente en casi todos los temas y ampliaría respecto de las políticas cosméticas que llevan adelante en materia de derechos de la mujeres, tanto el gobierno de De la Sota como el de Schiaretti.
Digo que me voy a salir del tema porque tenemos otros con los que el gobierno provincial muestra su alianza con los sectores más concentrados y reaccionarios como la ley de bosques que tanto rechazo popular viene teniendo en amplios sectores de nuestra provincia, como pudimos ver las últimas movilizaciones. Pero además, la recurrente violación a los derechos humanos por parte de la policía provincial con los casos de gatillo fácil en distintos barrios y ciudades de Córdoba. Y a esto le sumaría la falta de respeto a los acuerdos con los docentes, en desmedro de todo lo que significa la educación pública. Y este es otro campo que debemos defender si pretendemos cambios culturales profundos dentro de toda la sociedad.
En este contexto, podemos ver las recurrentes muestras de afecto que el gobernador Schiaretti dispensa hacia el presidente Macri. Gestos que se traducen en una clara alineación del gobierno provincial con las políticas del gobierno Nacional.
Pero también es importante señalar, que frente a estas medidas adversas, se vienen construyendo colectivos y organizaciones más horizontales que tejen redes muy poderosas. Son espacios ciudadanos, participativos muy luminosos que comienzan a resurgir en todo el país. Ámbitos de debates y de trabajo que se van fortaleciendo y que tendremos que encontrar la mejor manera de expresarlos en todos los ámbitos posibles. Hoy buscamos encontrar puntos en común dentro de todos estos sectores, para que el espacio político siga siendo ese sendero fértil y plural capaz de generar transformaciones concretas que permitan condiciones de vida más justas para todos y todas.
*Por Irina Morán para La Tinta / Fotos: Natalia Roca