Pezones incómodos
Tetas permitidas y tetas prohibidas. No es igual siliconada que caída. La que erotiza o la que alimenta. ¿Quién dice cuándo se pueden mostrar?
En julio pasado dos policías intentaron que una mujer no amamantara a su bebé en una plaza. Le pidieron que no mostrara su teta en un lugar público. Después del repudio, la respuesta organizada fue un Piquetetazo a nivel nacional donde miles de mujeres salieron a las calles para defender la lactancia en público. Denunciando que existen tetas que la sociedad permite (y se encanta de) que sean vistas, y que hay otras que producen rechazo, como las de las madres que deben esconderse para alimentar a sus hijas e hijos.
Este verano, el fin de semana pasado, ocurrió lo mismo en una playa en Necochea. Tres mujeres tomando sol sin corpiño produjeron que 20 policías en 6 patrulleros se presentaran para prohibirles que siguieran con el torso desnudo en una playa que no es nudista. ¿Por qué realizar un operativo tan numeroso e invasivo? ¿Cuál es la diferencia entre esas tetas y las que cotidianamente aparecen en las tapas de revistas o en los programas de televisión? ¿Por qué tres mujeres sin corpiño en la vía pública provocan escándalo, denuncia inmediata de los otros turistas y amenaza de detención policial? ¿Por qué seis tetas producen eso, pero la aparición de un hombre exhibicionista, el acoso callejero u otras violencias hacia mujeres en la vía pública no producen una reacción social e institucional tan urgente y organizada?
Colas sí, tetas no
El año pasado la Encuesta realizada por el Colectivo Ni una menos en Argentina expresó que el 99 % de las mujeres sufrió algún tipo de violencia machista. Dentro de estas violencias también se cuenta la recibida sobre los cuerpos, desde cómo vestirse hasta cómo parir, delante de quiénes mostrarse y cómo, si besarse en público o no dependendiendo con quién. En estos acuerdos colectivos, machistas y patriarcales, también se acepta -en toda playa, aunque no sea nudista- la colaless, pero horroriza el topless.
La sexualización del pezón femenino, a diferencia del masculino, genera una carga social negativa y tabú frente a una parte del cuerpo que otros, que también la poseen, no sufren.
La condena social y “moralista” de las personas en la playa demuestra que, incluso las mujeres, sufrimos esta carga y la hacemos padecer a otras, bajo los mandatos de “decoro” social y con la excusa de “proteger a nuestros niños y niñas”, quienes, de paso, han sido los primeros y más recientes amigos de las tetas, las cuales no implican para ellos una cuestión sexual, sino biológica de alimentación y de contención materna, el primer contacto humano que recibieron en su vida.
Policialización y judicialización de las tetas
El juez en lo criminal de Necochea, Mario Juliano, manifestó en el fallo sobre el hecho que éste fue “un acto de rebeldía cívica frente a pautas culturales”, pero que no constituía una contravención, ni mucho menos un delito. Para éste, “que una mujer descubra sus senos no constituye un acto objetivo lesivo para terceros”. Incluso agrega que “la prohibición para exhibir el cuerpo tiene una raíz autoritaria. Sobre todo en una sociedad que celebra la exhibición mediática del cuerpo femenino y que establece límites muy difusos acerca de qué es exhibición obscena y que lesiona la decencia».
Para los policías, 6 tetas justificaron un operativo para defender el “buen uso” del espacio público, pero para el juez, sólo se manifestó en este operativo exactamente lo que las mujeres reclamaban a esos policías: que las estaban molestando porque vivimos en una sociedad machista en la que ciertas tetas son libres, y otras indecorosas.
Tetazo
La respuesta colectiva al atropello en la playa de Necochea consiste, nuevamente, en defender el derecho sobre nuestros cuerpos manifestando en las calles, todas juntas. Se convoca a un Tetazo el próximo martes 7 de febrero; en la ciudad de Córdoba será frente al Patio Olmos a las 19hs. Promoviendo vivir en una sociedad más respetuosa e inclusiva de todos los cuerpos y la posibilidad de vivirlos, compartirlos y mostrarlos libremente.
Fotos: M.A.F.I.A.
