La lucha por la tierra en Córdoba
El acceso a la tierra y la vivienda es uno de los principales problemas para grandes sectores de la población cordobesa, así como también de todo el país. A días del 3er Encuentro Provincial de Luchas por la Tierra, organizarse, tejer redes de solidaridad amplias y desarrollar herramientas de autodefensa y empoderamiento territorial son elementos fundamentales de las luchas en nuestra provincia.
El problema de la tierra en Córdoba y las formas de resistencia
Acceder a tierra para vivir y para producir, es una condición necesaria para el desarrollo pleno de las capacidades vitales y creativas de todo pueblo. Sin embargo, en Córdoba esto está lejos de ser así. El desarrollismo inmobiliario y el agro-negocio se imponen y avanzan en proyectos de ocupación del espacio que profundizan modelos excluyentes de vida urbana y rural. De este modo, la ciudad y el campo se transforman en grandes negocios para unos pocos, a costa del encarecimiento de la tierra, la expulsión de familias, los desastres ambientales, la destrucción de formas de vida relacionadas a los pequeños pueblos y el campesinado, el hacinamiento y la desigualdad creciente entre quienes pueden acceder a la tierra y quienes no.
Algunas consideraciones simples ayudan a comprender la dimensión de este problema. Según un informe del Colectivo de Investigación El Llano en Llamas, a partir del censo nacional del 2010, casi la mitad de los hogares cordobeses sufren problemas en relación al hábitat. Vivir en una casa o terreno sin ser propietario y habitar una vivienda deficitaria y en situación de hacinamiento crítico, son parte de la vida cotidiana de miles de familias.
Casi la mitad de los hogares cordobeses sufren problemas en relación al hábitat.
En paralelo, un reciente informe de la ONG Techo sostiene que la situación habitacional de los sectores más vulnerables no se ha revertido en los últimos años. Los asentamientos informales continúan siendo parte del paisaje cordobés donde cada vez hay más familias viviendo. Actualmente, diversas organizaciones sociales están desarrollando un censo nacional de asentamientos populares, donde por primera vez será posible dimensionar la grave situación en que viven cientos de miles de personas a lo largo y ancho del país.
A partir de la intensa represión, criminalización, judicialización e invisibilización que el Estado impone sobre ellas, fue surgiendo la necesidad de tejer solidares amplias.
En estas condiciones, y frente a la falta de respuesta estatal, surgen múltiples formas de intentar darse una respuesta desde las propias familias. Ocupaciones de tierra, cooperativas de vivienda y formas de auto-urbanización son algunas de las más visibles en los últimos años. A su vez, diversas experiencias de organización vecinal para frenar proyectos inmobiliarios en zonas de reserva ambiental, o contra proyectos de explotación industrial, minera y de basurales en zonas residenciales, se van desplegando en nuestra geografía.
Por otro lado, entre el avance inmobiliario y el agro-negocio, los pequeños productores se enfrentan a grandes problemas, como el acceso al agua y a la tierra en condiciones adecuadas para reproducir su vida. Por último, las comunidades originarias continúan andando el largo camino de reconocimiento de sus territorios y con ello, también, de sus formas de vida y organización.
Cuando la resistencia se organiza
Toda esta diversidad de procesos organizativos y de lucha por el acceso a la tierra y por la construcción de espacios donde la vida sea posible, viene hace años buscando encontrarse, entretejerse, discutirse y consolidarse como actor político en nuestra provincia. A partir de la intensa represión, criminalización, judicialización e invisibilización que el Estado impone sobre ellas, fue surgiendo la necesidad de tejer solidares amplias, generar herramientas de auto-defensa y mejorar las condiciones de vida de los territorios en lucha.
Así nace el 1er Encuentro Provincial de Luchas por la Tierra, realizado en Piedra Blanca en el invierno del 2014. Siendo un territorio atravesado por procesos de ocupación y de producción comunitaria, se dieron cita diferentes experiencias autónomas de ocupación y organización en las zonas peri-urbanas y en barrios de la capital cordobesa, con el objetivo de conocerse y comenzar a andar un camino más amplio y compartido que lo que cada una, por aislado, puede hacer.
Nace como iniciativa de organizaciones territoriales nucleadas en el Encuentro de Organizaciones y el Colectivo de Organizaciones Sociales, junto con diversas ocupaciones de tierra, con un perfil no partidario y enfocado en experiencias de lucha territorial concretas. De esta jornada surge el Espacio de Luchas por la Tierra, como espacio de coordinación de varios de los procesos allí reunidos.
Ese mismo año, Córdoba fue sede del 1er Encuentro Nacional de Tierra y Vivienda, donde más de 800 militantes de todo el país se encontraron durante tres días para visibilizar una problemática que recorre toda la geografía nacional y buscar formas de mejorar y ampliar redes de solidaridad frente a la represión y criminalización crecientes de los gobiernos provincial y nacional.
En la primavera del 2015, cerca de 300 personas se dieron lugar en Cuesta Blanca para el 2do Encuentro Provincial de Luchas por la Tierra. Esta vez, en un territorio que nace como una ocupación y que aún resiste los embates de las ilegalidades del Poder Judicial, la policía y las inmobiliarias, se buscó avanzar en visibilizar las diferentes problemáticas de los territorios y compartir las diversas formas de resolverlos que se dieron. Bajo la idea de que cuatro son los pilares de esta lucha, se realizaron talleres relacionados con la Autodefensa, la Producción, el Hábitat y la Comunidad.
Este año no es la excepción. Desde el Espacio de Luchas por la Tierra, junto con el Encuentro de Organizaciones y SERVIPROH, se está convocando al 3er Encuentro Provincial a realizarse en la Ciudad de Córdoba el próximo 19 de Noviembre. Según la convocatoria, es una necesidad urgente ampliar los horizontes de organización y lucha por el acceso a la tierra.
Con ese espíritu, se convoca “a quienes ocupan tierra para vivir y para producir, a quienes se organizan por la auto-urbanización y la auto-gestión territorial, a quienes resisten los intereses inmobiliarios por el agua, los bosques y la vida, y a quienes enfrentan los intereses del agronegocio luchando contra las fumigaciones, el avance de la agricultura intensiva y promoviendo la producción de alimentos sanos”.
Todos ellos, bajo el grito de “Tierra para la Vida Digna”, se darán cita este mes para avanzar y profundizar esta larga e histórica lucha de nuestro pueblo por recuperar lo que es necesario para vivir dignamente: tierra, comunidad, trabajo y libertad.