Argentina tendrá su primer hospital con médicos y curanderos mapuches
Argentina inaugurará su primer centro de atención que combinará la medicina moderna occidental y la mapuche en la provincia de Neuquén.
Por Santiago Mayor para RT
El primer hospital intercultural de Argentina —ya existe uno en Chile— se llamará Ranguiñ Kien y se construirá en Ruca Choroi (Aluminé, Neuquén). Este centro de atención busca conjugar la medicina occidental con la práctica médica ancestral del pueblo mapuche.
La obra ocupará 522 metros cuadrados y será llevada a cabo mediante un trabajo conjunto entre funcionarios y técnicos del Ministerio de Salud de la provincia, el equipo de salud rural del hospital Aluminé y miembros de las comunidades Mapuche Aigo y Huenguihuel.
El objetivo principal es que al hospital puedan asistir personas de distintas etnias y culturas que, en caso de necesidad, serán atendidas bajo los preceptos de la medicina mapuche. El proyecto se inscribe en el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, que establece distintos derechos para los pueblos originarios, entre ellos mantener sus prácticas culturales y sociales.
Unión cultural
Fabián Gancedo, médico del hospital de Aluminé y encargado de la atención rural, señaló que esta obra es producto de «15 años de experiencia junto con estas comunidades», que permitieron un acercamiento y generaron «una relación entre la biomedicina y la medicina mapuche, cada una con su valor y sus técnicas».
Asimismo, en el nuevo hospital se crearán salas específicas «para hacer fogones, para los curadores, los componedores de huesos y los yerbateros», además de «un espacio ceremonial para el machi, la máxima figura de la ceremonia curativa mapuche», añadió Gancedo. Otro detalle particular que tendrá el Ranguiñ Kien es que sus camas no estarán orientadas hacia el oeste, debido a que hacia allí, tras la cordillera de los Andes, es a donde van los muertos, según la cosmovisión mapuche.
Por su parte, Lorenzo Loncón, de la Confederación Mapuche de Neuquén, explicó que la concepción de la medicina occidental es «separar todo»: al hombre y a la cultura de la naturaleza, en contraposición a la visión mapuche, donde todo implica «una unidad». Según Loncón, la medicina milenaria «ha demostrado que, si es natural, es mucho mejor que una combinación química o sintética» y que «si todas las culturas somos diferentes, también la medicina tiene que ser apropiada a cada cultura».
Las políticas interculturales
Florencia Trentini, doctora en antropología de la Universidad de Buenos Aires, comentó a RT que este tipo de proyectos «son positivos, porque visibilizan prácticas de salud indígenas» y las pone «casi al nivel de la medicina hegemónica». En ese sentido, rescató que «aunque sea en los marcos de esa medicina y dentro de un hospital, se trata de tener en cuenta otros espacios, como los fogones».
No obstante, Trentini advirtió que «las políticas interculturales no son buenas ‘per se'», sino que «muchas veces son pensadas desde arriba y la participación indígena es posterior, lo que genera tensiones entre los pueblos». Al respecto, esta especialista añadió que la educación intercultural «no puede reducirse al uso de plantas» o a «talleres de lengua».
*Por Santiago Mayor para RT / Imágenes: