“Tejer resistencias y autonomías”
Diálogo con Vilma Almendra en el marco del V Congreso Nacional Indígena (CNI) que se realizará en Chiapas, México. La autonomía, la rebeldía y la lucha de los pueblos de México y de todo el Abya Yala frente al modelo de muerte que impone hidra capitalista.
“En este mes de Octubre, el Congreso Nacional Indígena, espacio de unidad, reflexión y organización de los pueblos indígenas de México, cumple 20 años de trabajo ininterrumpido, impulsando la reconstitución integral de nuestros pueblos y la construcción de una sociedad en la que quepan todas las culturas, todos los colores, todos los pueblos”. Esta es la convocatoria que realiza en un comunicado el Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) al quinto Congreso, a realizarse del 9 al 14 de octubre próximo en San Cristobal de las Casas, territorio de Chiapas.
Para acercar nuestras voces, en el programa de Córdoba Originaria emitido por la radio comunitaria, alternativa y popular Zumba La Turba mantuvimos una conversación con Vilma Almendra, indígena Nasa-Misak del Cauca, Colombia. Vilma, a su vez, participa de Pueblos en Camino, iniciativa colectiva que busca tejer resistencias y autonomías entre pueblos y procesos.
Buenas tardes Vilma, un abrazo compartido. Quisiéramos comenzar con decir que si bien la convocatoria nombra a los pueblos de México, el comunicado habla de todos los pueblos del Abya Yala. ¿Qué ejes de trabajo se tendrán en cuenta?
Buenas tardes a todas y a todos. Gracias a ustedes por invitarme y dar la palabra. Los pueblos indígenas de México expresaron en esa convocatoria desafíos que tienen que ver con hacerle frente al despojo, al extractivismo, a las empresas hidroeléctricas, al narcotráfico, es decir, a este sistema con sus múltiples máscaras. Entonces como ellos y ellas mismas nos dicen, en toda Abya Yala es necesario encontrarnos, en nuestras “llamas de resistencia”, autonomía y rebeldía. Para eso es que nos han convocado del 9 al 14 de octubre en territorio de Chiapas y trabajar sobre todo cuatro puntos en las mesas de trabajo. El primero es reconocer, denunciar y entender ese despojo y represión que se vive en todo el territorio mexicano pero como decía antes en todo el Abya Yala. El segundo es encontrarnos entre resistencias y rebeldías, es decir, conocer cómo desde abajo se está resistiendo y se está siendo rebelde frente a este modelo, pero no sólo desde las montañas sino también desde las urbanidades. Entendiendo urbano-rural no como esta misma separación que hace el sistema. Es decir, saber cómo se están recuperando barrios, cómo se están tomando fábricas, pero también cómo desde las montañas se están defendiendo los bienes comunes y la madre tierra. La tercera mesa de trabajo tiene que ver con el balance del CNI, me imagino entonces, que de estos veinte años que lleva funcionando, se revisarán los avances y retrocesos, pero también los desafíos actuales frente a esta oleada neoextractivista. Finalmente el cuarto es elaborar propuestas concretas y conjuntas para el fortalecimiento del CNI. Entonces me parece que es una apuesta y una convocatoria importantísima no sólo para los pueblos, sino para todas y todos quienes estamos defendiendo la Madre Tierra, lxs que estamos en contra de este modelo “capitalista, patriarcal y racista”.
Y también para que podamos dimensionar y tejer las resistencias que debemos hacer frente a la hidra capitalista.
Precisamente han sido las y los zapatistas que desde el 2015 nombraron la hidra capitalista haciendo referencia a todo este sistema capitalista y también a su fase neoextractivista que con múltiples tentáculos está atravesando y se está incrustando en todos los territorios para despojarnos de los bienes comunes, esclavizarnos y destruir a la Madre Tiercartel-cni-ezlnra. Entonces, nos desafían a reconocer, a enfrentar y a resistir organizadxs y levantadxs en pie de lucha, pero también tejidos entre pueblos y procesos del mundo, no sólo desde México sino también desde todas partes. En ese sentido existen tres eventos importantes que me parece que se tejen a este llamado de las y los zapatistas, pero también a los desafíos que se están viviendo y sufriendo en Argentina, en Nicaragua, en Chile, en Guatemala, en todos los lugares de Abya Yala. Y es precisamente el llamado que acaban de hacer las naciones indígenas de Estados Unidos y Canadá, que justamente convocaron del 8 al 11 de octubre a cuatro días de oración y acción para defender a la Madre Tierra. Es un llamado al mundo para resistir y actuar contra el modelo extractivista en defensa de la Madre Tierra. Otro es que del 25 al 28 de octubre, las y los Guardianes de las Semillas desde Venezuela nos están convocando a pensar colectivamente y tejer estrategias de resistencia autónomas para coordinar una primera internacional Eco Socialista que también tiene como trasfondo la defensa de la Madre Tierra. Finalmente, la otra convocatoria para el 2017 es de las y los compañeros del norte del Cauca en Colombia, quienes en estos momentos están liberando a la Madre Tierra. Ellas y ellos se han tomado las haciendas de Ardila Lulle repletas de monocultivos de caña como también sucede en Argentina y están sembrando yuca, plátano y maíz, comida para la gente. Ellas y ellos nos están convocando al Primer Encuentro Internacional por la Liberación de la Madre Tierra. Entonces son acciones que desde Estados Unidos, México, Venezuela y Colombia, pero también con las acciones cotidianas de mediano y largo alcance que se están haciendo en toda el Abya Yala, nos convocan a lo que en Pueblos en Camino nombramos como una necesidad urgente de “Tejer resistencias y autonomías”.
Aquí en Córdoba hemos conseguido luego de cuatro años de mucha resistencia expulsar a Monsanto, uno de los símbolos más depredadores de la hidra capitalista. Los pueblos tomaron el camino de la vida digna, el ambiente sano y la soberanía alimentaria.
Exactamente, creo que esa victoria que han tenido ahí es un ejemplo y un precedente para los demás lugares porque a veces creemos que tienen demasiado poder y se instalan, tienen el dinero, tienen la fuerza para quedarse y someternos, pero así como ustedes los pudieron sacar, también sería ideal que en los otros lugares se hiciera lo mismo. Aunque uno cada día más se aterra de ver cómo adquieren más poder y ellos sí se juntan, por ejemplo, la reciente fusión Monsanto- Bayer, nos sigue aterrando, pero también es importante ver los pactos que se deben hacer y los acuerdos que se deben firmar entre pueblos. Precisamente hace rato nombraba la lucha y la resistencia de los Siux desde el norte, pero también es alentador saber que cerca de cincuenta naciones de Canadá y Estados Unidos acaban de firmar un pacto para defender todo el territorio de los oleoductos. Entonces, como bien decías, desde los diferentes rincones del Abya Yala estamos enfrentando un tentáculo de la hidra, uno o varios de esos tentáculos y se trata de entender la magnitud y reconocer la hidra completa. No sólo para defendernos desde el territorio donde estamos, desde el espacio de tierra que compartimos, se trata también de la capacidad de descolonizar el pensamiento y el imaginario que nos captura el capitalismo. Esto nos permite tejer esos lazos de unidad y sobre todo esas resistencias y autonomías para seguirnos levantando frente a este modelo extractivista y de muerte.
Y ese descolonizar es siempre colectivo, como así también las experiencias y el autogobierno. ¿Cuál es la potencia entonces de tejer las luchas y los procesos de los pueblos en Abya Yala?
Si estamos en ese proceso de defender nuestras concepciones que son la vida misma, que siempre están en riesgo. Por esto deberíamos tener en cuenta las experiencias y los espejos que ya nos están poniendo otros procesos. Por ejemplo, es muy importante acercarse y conocer la lucha que desde México, las y los zapatistas están caminando, porque no es pensando y apuntando a la reconstitución o a ocupar el Estado. Lo que están haciendo es reinventar, desde sus territorios, del imaginario de vida, las relaciones sociales que nos impone el capital y reinventándose también las relaciones con la Madre Tierra para defender esa vida permanentemente. Entonces más allá de apoderarse o de reestructurar una institución establecida que desde que nació es de muerte, se trata de cómo fortalecemos, cómo nos organizamos y tejemos desde nuestros espacios- tiempo de vida que rompan, que desborden y que creen nacimientos otros más allá de las instituciones que nos impone el estado “capitalista, patriarcal y racista”.
Finalmente, quisiéramos compartir la lucha de los pueblos indígenas del valle del cauca, pensando en los procesos colectivos, de rebeldía y autonomía, en este paso tan importante y tan interesante que ya no es, no se trata sólo de la recuperación del territorio, sino de la liberación de la madre tierra.
Me parece una excelente pregunta y es justamente el desafío que desde el Cauca se viene nombrando, conceptualizando y caminando desde el año 2004, cuando se lanza en el ámbito nacional y global la proclama por la Liberación de la Madre Tierra. . Y justamente parte de eso, de entender más allá de la tierra como ese elemento material que el sistema usa para explotar y para adquirir ganancias. Para nosostrxs, los pueblos y procesos indígenas es nuestra madre, es la que nos da de comer y es la que nos permite las condiciones materiales, espirituales e intelectuales para defendernos y para poder vivir. Entonces, además de recuperar la Madre Tierra y arrebatársela al patrón o al monocultivo, al ingenio, lo que tenemos que hacer es vivir con ella. Y vivir con ella no puede ser posible si está esclavizada, envenenada, si está explotada y está siendo asesinada permanentemente, penetrada por oleoductos y por todo tipo de extracción. Se trata entonces de permitir los ritmos y los flujos que hacen a la Madre Tierra y a nosotrxs con ella. Estos tienen que ver con la reciprocidad, con la liberación de nuestra territorialidad que incluye al territorio del imaginario, a nuestra corporalidad y a la tierra con el trabajo común y colectivo. Y sobre todo con esto que han nombrado las y los zapatistas pero que es un legado histórico de todos los pueblos indígenas, el “mandar obedeciendo”. Si los procesos y luchas de Abya Yala no mandan obedeciendo y no deciden en colectivo lo que les afecta para la vida, pues esos hilos, esos flujos de la Madre Tierra se van a romper o van a terminar siendo represados por la institucionalidad, por la asimilación y la cooptación como está sucediendo en muchos lugares de América Latina cuando nos creemos que la respuesta es el Estado, que solamente es restituirlo o transformarlo para meternos ahí. Lo que ha pasado es que cuando nos metemos ahí, ese accionar lo que hace es y tiende es a represar, a retener y a cooptar las luchas y las verdaderas rebeldías dignas que se levantan bien desde abajo arraigadas a Uma Kiwe (Madre Tierra).}
Muchas gracias por tus palabras Vilma. ¿Te gustaría agregar algo más?
Muchas gracias por la invitación. Solamente decir que la verdadera paz de los pueblos, la paz territorial solamente se logrará desde abajo, articuladxs y tejidos a la Madre Tierra, sin blindar el modelo económico, sin blindar el extractivismo y levantándonos para seguir de pie frente a todos los proyectos de muerte que se están instalando en nuestros territorios.
Fuente: Córdoba Originaria