“La contaminación es un problema cultural”
Según el Ingeniero Oscar Duarte, docente de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), la problemática de la contaminación de los ríos necesita ser abordada integralmente desde todos los sectores sociales para minimizar su impacto.
Entre Ríos forma parte de la región mesopotámica conformada por los ríos Uruguay y Paraná. La abundancia del recurso hídrico superficial radica en que posee una importante red de drenaje conformada por más de siete mil cursos de agua y está delimitada por los dos mayores ríos del país. El principal destino de este recurso es la producción agropecuaria, seguido por la provisión de agua para potabilización, el abastecimiento urbano y finalmente su uso recreativo.
El concepto de calidad está asociado al uso o destino que se le dará al recurso. Es así que el análisis de los distintos componentes minerales y orgánicos que contiene el agua en estado de disolución o en suspensión, son los determinantes de la calidad física y química. Junto a la calidad bacteriológica, estos tres aspectos son los pilares en los cuales se sustenta el uso de los recursos hídricos.
¿Qué relevamientos se llevan a cabo desde la Dirección de Hidráulica provincial?
Un estudio efectuado en 2004, del cual me tocó participar, analizó en forma exhaustiva un sin número de parámetros químicos que evidenciaron las condiciones en la que se encuentra el agua. Se tuvo en cuenta la calidad química, física y bacteriológica. En ese entonces, los resultados no dieron variables contaminantes tanto en el caso del río Uruguay como del Paraná. Desde entonces, no se realizaron estudios tan completos, solamente llevamos a cabo los de rutina en lugares y situaciones determinadas.
¿Cuáles son los casos de contaminación que detectaron?
Existen casos de fábricas que vierten sus contenidos al río más de lo que tienen permitido. Otro factor que contribuye a la contaminación de las aguas y se da muy a menudo, es la incorporación difusa de fósforo, nitrógeno y potasio que genera o el surgimiento de algas debido a procesos de fertilización, sobre todo del lado uruguayo. Para entenderlo mejor, la fertilización se aplica en los campos y luego esos químicos son transportados por las lluvias al río.
En tal sentido, cuando nos encontramos con zonas de aguas lentas, por ejemplo el Lago Salto Grande, éste se convierte en un lugar óptimo para la proliferación de algas. Estos casos vienen aumentando debido a la intensa actividad agrícola.
¿Cómo se educa al productor en este aspecto?
«Todo esto podría ser reducido si aplicáramos una cultura distinta: la del respeto al otro, el cuidado a sí mismo y entender que no hay más tiempo que perder»
Es una problemática que preocupa, como es el caso de limpiar los tachos de fertilizantes y de depósitos con pesticidas. Estos contenidos se arrojan al río y provocan la muerte de peces en sus diversas especies. Más allá de los organismos de contralor, considero que estos son problemas culturales. Por eso desde la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNER, se trabaja mucho con los productores sobre la toma de conciencia de estas acciones que provocan serias consecuencias sobre el agua de los ríos.
¿Qué sucede con los efluentes cloacales que se arrojan al río?
Este es otro aspecto central que se da en las ciudades muy pobladas y que provoca contaminación del río. Más allá que la cuenca del río Paraná hace de soporte para no tener una contaminación profunda, tiene picos en donde se ve superada por las emanaciones cloacales. Sabemos que hay innumerables barrios que despiden sus desechos por no tener buenas conexiones cloacales, por ende las conexiones clandestinas terminan en los arroyos y luego en el río.
A su vez, la contaminación del agua tiene un pico cada verano, ya que las personas están más en contacto con el río. El conocimiento de la calidad bacteriológica es una tarea conjunta indispensable entre los municipios y la provincia, dado que los balnearios se contaminan mediante alguna bacteria cloacal que invade a la persona.
¿Cuáles son las necesidades a la hora de hacer los análisis?
Los estudios y relevamientos demandan mucho tiempo y recursos. Los laboratorios con los que trabajamos actualmente son muy reducidos en sus funciones, por eso necesitamos un laboratorio zonal de excelencia. Con la aplicación de nuevas tecnologías y recursos humanos especializados, la tarea se haría más rápida y expeditiva.
¿Cómo se evita mayor degradación ambiental?
Resulta indispensable que la ciudadanía, los jóvenes y los niños, tomen conciencia de lo vital que es el agua para la vida. En este sentido, los diferentes estamentos educativos cumplen un rol fundamental en la cultura del cuidado ambiental. Muchas de las problemáticas actuales de contaminación suceden por cometer infracciones sin pensar en las consecuencias que genera y en el daño que causamos con el solo hecho de arrojar residuos al río. Todo esto podría ser reducido si aplicáramos una cultura distinta: la del respeto al otro, el cuidado a sí mismo y entender que no hay más tiempo que perder.
* Por Cristina Rodríguez, para Revista Riberas. Fotografía: En La Vuelta y Amelia Herrero.