El histórico barrio Alberdi festejó sus 106 años
“Pueblo la Toma” es su nombre original, después fue rebautizado como “Pueblo Alberdi” y hoy es conocido como “Barrio Alberdi”. Pero eso no quiere decir, ni de casualidad, que tenga menos pueblo que antes. Es uno de los barrios con identidad propia en Córdoba, que mantiene sus cimientos de lucha y que contiene la más amplia diversidad cultural.
Alberdi es un poco difícil de explicar, es más fácil de sentir. Esa sensación de hogar, ese aire de libertad, el valor de la lucha, son parte del sentido de pertenencia que tiene una profundidad tan arraigada que construye un lazo entre sus habitantes aunque estos no se conozcan de hecho.
Porque ahí fue la Reforma Universitaria, porque todavía se cuidan las creencias de los pueblo originarios que vivían en La Toma, porque ahí el pueblo construyó las trincheras para los estudiantes y los trabajadores del Cordobazo, porque ahí son bienvenidos bolivianos, peruanos, ecuatorianos, haitianos y cualquiera que quiera ser parte de Alberdi, no importa de qué lugar del mundo venga.
Es muy difícil de contar. Toda un área al oeste de Córdoba orbita alrededor de Alberdi. Son barrios orgullosos de lo propio pero que participan de la leyenda pobre y tozuda del humilde barrio de las rebeliones.
Este sábado, los centros vecinales de la zona decidieron festejar ser Alberdi. Contra los que imaginan a Córdoba como un campo yermo donde sólo florece el conservadurismo, para que tomen en cuenta la advertencia gigante que expresa un movimiento vecinal en expansión.
El avance sobre el territorio del desarrollismo inmobiliario en alianza con el Estado municipal, y sobre la vida de las vecinas y los vecinos, de las políticas neoliberales del gobierno nacional y la aquiescencia del gobierno provincial, despertó una violenta resistencia en las barriadas históricas del pueblo cordobés. A las luchas en defensa del patrimonio histórico y cultural se sumó la pelea en contra de los tarifazos a los servicios públicos que tiene en las organizaciones vecinales su protagonista destacado.
El trabajo frenético de centenares de trabajadoras y trabajadores que dedican las pocas horas libres a este esfuerzo organizativo, no hace más que multiplicar las organizaciones. A cada momento surgen nuevos Centros Vecinales en la zona, con un activismo propio, con un compromiso fresco y atento.
Con el clima cordobés de la tarde del sábado, éstos espacios se tomaron un día, una pausa para mirar la cancha y pensar, para recordar de dónde vienen y, por supuesto, hacia donde van.
No es fácil explicar lo que en el corazón de una buena parte de Córdoba se agita cuando se menciona a Alberdi. Porque habría que decir demasiadas cosas, habría que extenderse en historias de fábricas y escuelas tomadas, curas indigenistas, teatros en ruinas restaurados con el cemento de la lucha, hinchadas de fútbol y potreros de barrio.
Pero podemos decir qué pasó el sábado. Podemos decir que la murga del barrio armó el escenario y cantó. Que un curaca comenchingón subió al escenario a decir que no olvidemos su nombre, que Alberdi es el Pueblo La Toma. Que los chicos de las escuelas de baile y los apoyos escolares bailaban con los profes, cagados de risa.
Que los viejos miraban la plaza del Cementerio San Jerónimo, donde estábamos de fiesta, y se acordaban del año ‘75 y las 20 mil personas que hubo en el velorio de Agustín Tosco. Entonces uno mira a alguna compañera nueva y le cuenta: “Acá en Alberdi está enterrado Tosco”. Una frase, como un recuerdo de lo que ya está sembrado para siempre en estas laderas que se mueren en el Río Suquía.
Una frase así, otra frase sobre Alberdi, te hincha el pecho y se te llenan los ojos de celeste.
Por Facundo Cruz y Lucio Negrello para Notas. Fotos: Romina Guevara