El primer caso de coronavirus del futbol argentino es una mujer
El caso de Stephanie Rea, arquera del club Excursionistas, resulta ser una fotografía de nuestro fútbol femenino «profesional». La futbolista vive en uno de los barrios más afectado por el coronavirus en CABA. Además de jugar, también es docente. Mientras tanto, una futbolista de River que vive en la Villa 31 también dio positivo.
Por Redacción La tinta
Stephanie Rea es arquera de Excursionistas, equipo que participaba en torneo de Primera División de AFA, hasta que llegó la pandemia, el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio y la suspensión de la actividad. Este fin de semana, la guardametas se convirtió en el primer caso positivo por coronavirus en Argentina en el fútbol profesional.
«En las últimas horas, nuestra arquera, Stephanie Rea, dio positivo para el virus Covid-19. La misma se encuentra bajo tratamiento médico, siendo monitoreada por los especialistas. Desde aquí le hacemos llegar nuestro apoyo, deseándole una pronta mejoría. ¡Fuerza Stefa!», dijo el club Excursionistas a través de un mensaje oficial publicado en redes sociales.
Futbolista y maestra jardinera, Rea vive en el barrio Padre Mugica, precisamente una de las zonas más afectadas en las últimas semanas en el distrito con más casos de covid-19 en todo el país. La pandemia pone en relieve de esta manera no solo la realidad que padecen los barrios vulnerbales de Capital Federal y Gran Buenos Aires, sino también una realidad más contextual del fútbol femenino «profesional» en Argentina.
Este lunes, se conoció también que Camila Godoy, jugadora de la reserva de River, dio positivo. La jugadora contrajo el virus en su barrio, la Villa 31. Le practicaron un testeó en los últimos días ya que su papá había dado positivo y se encuentra actualmente internado.
“En este momento tan difícil que te toca vivir, quiero que sepas que toda la dirigencia del fútbol argentino te está acompañando», dijo el lunes Chiqui Tapia en un video en el que se dirige a la arquera de Excursionistas. El presidente de AFA destacó lo «luchadora» que es Stephanie, tanto «dentro del campo de juego y también con la gran docente que sos».
«Hemos tomado las medidas. Usamos barbijo, guantes, pero no entendemos cuándo nos contagiamos. Vivimos todos en el mismo lugar, compartimos la misma puerta. No es fácil aislarse en esta situación», contó Rea en una entrevista radial. Más allá de la romántica figura que expresó Tapia, esta es la realidad diaria de una arquera «profesional» en Argentina.
El pasado 28 de abril, AFA dio por finalizado el torneo de futbol femenino de Primera. Se trataba del primero en la era de la «profesionalización». La incertidumbre invadió a muchas jugadoras que temieron dejar de percibir el pago de los ocho contratos obligatorios por club. Tapia los garantizó junto a Futbolistas Agremiados. Sin embargo, lo que ya era poco hoy es nada: «Los planteles se conforman por 30 jugadoras, así que digamos que ni siquiera llegan a cubrir a la mitad. Sería casi un cuarto de las jugadoras contratada. Es muy poco, es mínimo. Por eso no me gusta llamarlo torneo profesional, prefiero llamarlo seudo o semi profesional. Se nos obliga y se nos trata como profesionales, pero no se nos reconoce como tales a la hora de los derechos que nos otorgan o para beneficios como un salario», le dijo Jesica Calcagno, jugadora de Defensores de Belgrano a La Izquierda Diario.
Sueñan con cobrar al menos un salario de 20 mil pesos como jugadoras. Trabajan de otros oficios para subsistir. Viven en barrios vulnerables y en condiciones de hacinamiento. Ambas dieron positivo en los testeos por coronavirus. Rea y Godoy son una fotografía del fútbol femenino “profesional” de Argentina.
*Por Redacción La tinta