Hace un par de años, Micaela Vita, Noelia Recalde y Nadia Larcher coincidieron en una canción, “Marzo”, incluida en el disco Cría (2017) de Duratierra. En este tema, que habla sobre el otoño y la infancia, las cantoras pusieron sus voces al servicio de algo mayor: un breve momento musical cargado de emotividad y potencia femenina. Esa experiencia podría mencionarse como el primer antecedente de Triángula, el súper grupo que lideran las tres músicas, intérpretes y compositoras. Se trata de un proyecto musical que dio a conocer su disco debut el sábado 14 de marzo a la medianoche a través de plataformas digitales. El concierto de presentación, que tenía entradas agotadas, se iba a realizar el mismo día en Xirgu Espacio Untref pero fue postergado para el 2 de mayo debido a las medidas sanitarias dispuestas para evitar la propagación del coronavirus.
“Es un deseo artístico concretado”, resaltan sobre el grupo. “Algo que veníamos madurando hace muchos años y que finalmente tomó forma. Es nuestra posibilidad de comunicar, vivir e intercambiar el arte en muchos niveles”, le dicen a Página/12 vía mail. A lo largo de la nota, las artistas prefieren hablar en nombre del proyecto colectivo, no a partir de las individualidades. Porque ése es justamente uno de los rasgos esenciales del proyecto: el trabajo grupal. “La diversidad es la que constituye la esencia de Triángula. Todo aquello que venimos viviendo y aprendiendo en nuestros caminos individuales se resignifica en este espacio compartido. Es el arte como una oportunidad para descubrir y reconocer en nosotras mismas otras identidades artísticas. Nos desarmamos como individuas para reconstruirnos en esta grupalidad”, fundamentan.
Todas tienen un largo recorrido en la escena musical independiente y en el terreno de la música popular. Micaela Vita es la voz principal de Duratierra hace quince años, la entrerriana Noelia Recalde grabó tres discos junto al trío Valbé y tiene un proyecto solista, y la cantora catamarqueña Nadia Larcher forma parte de tres experiencias colectivas: Seraarrebol, Proyecto Pato y Don Olimpio. “El día que definimos el nombre estábamos jugando a imaginarnos una banda. No hubo, en ese momento, nada que lo ponga en discusión”, explican. “Nos dejamos pensar en ésa idea de los ángulos, de los lados, de las partes que se encuentran para formar algo perfectamente conectado, de una palabra que se construye desde el tres en femenino, que deconstruye al mismo tiempo una estructura sólida, una figura geométrica nombrada hasta este momento en masculino. Lo vimos claro, nombrarnos así asentaba el suelo fértil para investigarnos y lograr encontrarnos con esta identidad que nace de nosotras”.
“Triangula es un proyecto plagado de inicios, de eventos que se sucedieron sin racionalizarlos demasiado hasta traernos a este presente”, sostienen. Después de la primera experiencia de cantar juntas “Marzo”, se propusieron encontrarse a “jugar, compartir, comenzar a experimentar y dialogar acerca de la música y la voz”. Luego las invitaron a participar del ciclo Fuego Amigo, en el C.C. Recoleta, y sumaron a Juan Saraco (guitarras), Jonatan Szer (batería y percusión) y Lucas Bianco (bajo) “para conformar el segundo triángulo”. “Eso se sintió como un tercer inicio, el comienzo quizá de algo más grande. Lo que pasó a partir de ese momento fue pura potencia fluyendo creativamente, inimaginable. Una usina de trabajo horizontal y colectivo sobre el arte”, explican sobre la conformación definitiva de este sexteto que las tiene a ellas tres como compositoras y cantantes.
El disco debut de Triángula se podrá escuchar el sábado en Spotify y también contará con un video/álbum disponible en YouTube. Son diez canciones interpretadas y grabadas en vivo en diciembre de 2019 en el estudio Sonorámica de Traslasierra, Córdoba.
“Decidimos grabar en un contexto natural para poder sumergirnos de una manera más enfocada en la música, sin distracciones ni ruidos de la ciudad. Tres días de ensayo y dos crepúsculos de grabación. Magia pura”, celebran.
Hasta el momento no lanzaron ninguna canción de adelanto y el público no sabe por dónde irá la cosa. Pero, claro, algo se intuye. Y ellas cuentan: “La música de Triángula es una música que lleva impresa influencias de distintas vertientes: somos seis y cada une aportó un sonido construido en base a todo lo que escuchó en su vida. La música popular nos habita a todes desde muchos lugares y se entremezcla con las canciones que forman parte de esta obra”. Entre las inspiraciones, mencionan a Bjork, Caetano Veloso, Sig Ragga, Radiohead, las Voces Búlgaras y Dirty Projectors. “Amamos la mezcla de todos esos sonidos que nos conforman y quisimos explorar eso en este proyecto”, dicen.
—¿Y las letras? ¿Por qué lado va la poética de Triángula?
—Las letras de este disco dialogan con nuestras diferentes perspectivas de la vida: hay canciones que le cantan a la voz, a las aliadas y hermanas, al juego, a la tristeza, al amor, hay denuncia y posicionamiento político, feminismo, mucho llamado a permanecer de pie y fortalecer la unión y la presencia.
—¿Qué cosas podrían decir que las unen, además de ser cantoras y compositoras, y vivir en este tiempo y lugar?
—Las tres tenemos una mirada muy hermanada sobre lo que significa hacer, estar y sentir la música. Este aspecto fue fundamental para encontrarnos a cantar. Desde el primer momento fue algo que no tuvimos que forzar, lo disfrutamos siempre. Además, sentimos que hay una fuerza que nos trasciende, que fue muy importante en nuestra unión, una fuerza llamada transfeminismo que nos convocó y nos convoca permanentemente. Sabemos que estamos cantando juntas, también, como eco de lo que ha movilizado en cada una de nosotras esta revolución social.
—Más allá de la reprogramación del show, el disco se iba a presentar el mismo día del lanzamiento. ¿Cómo surge esa idea? ¿Es una toma de posición frente a la industria?
—Surge desde nuestros intercambios acerca de cómo percibimos el arte y la música hoy, de repreguntarnos para qué y por qué hay que responder a la industria, por más pequeña o grande que sea. El arte no tiene límite y nos gusta la idea de defender lo que nace de nosotres desde esa libertad. Dejarnos atravesar por nuestros propios impulsos artísticos. No creemos que a la industria le importe nuestra toma de posición, así que ésta vez no respondimos a la manera preestablecida de dar «los pasos» en la música. Simplemente atendimos a nuestras realidades y fuimos confiando totalmente en las personas que sabemos van a acompañar a Triángula. Queríamos dar opciones, que haya más de una posibilidad de entrar en contacto con este nuevo universo y que la energía se mueva fuerte en menos de 24 horas. En una de esas, quién te dice, agitamos a nuestros pares a que continuemos creando nuestras propias reglas menos monopólicas y mucho más conectadas con la creatividad, que al fin y al cabo es lo que nos mueve día a día a seguir cantando.
*Por Sergio Sánchez para Página 12.