Mujeres Sin Tierra: “¡Estamos en lucha, enfurecidas!”

Mujeres Sin Tierra: “¡Estamos en lucha, enfurecidas!”
13 marzo, 2020 por Tercer Mundo

Se realizó el Primer Encuentro Nacional de Mujeres Sin Tierra, en el cual se reunieron delegadas de Brasil y de otros países para reivindicar la lucha de las más desposeídas.

Por Josefina Mastropaolo, desde Brasil, para La tinta

“Mujeres en Lucha, Sembrando Resistencia” fue el grito de orden del Primer Encuentro Nacional de las Mujeres Sin Tierra (MST), que se realizó en Brasilia del 5 al 9 de marzo pasados. Se trató de un evento inédito en la historia del MST, que, en este 2020, cumple 36 años de lucha por la reforma agraria y en contra del latifundio, el agronegocio y los venenos.

En el encuentro, se reunieron 3.500 mujeres Sin Tierra de diversas identidades raciales, orientaciones sexuales, mujeres cis y trans, de todas las regiones de Brasil, junto con compañeras de organizaciones amigas. Entre estas, también participaron 30 delegadas internacionalistas de organizaciones de la CLOC-Vía Campesina (Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo), de la Vía Campesina Internacional y de agrupaciones aliadas provenientes de 14 países de América Latina, África, América del Norte y Europa.

Los dos años de trabajo que llevó la preparación del encuentro se expresaron en las condiciones de la infraestructura simple -pero sumamente adecuada-, cuyas tres cocinas fueron abastecidas solidariamente por los asentamientos del MST de todo el país. También se expresó en la ornamentación, los materiales, la programación, como así mismo en el proceso de movilización de las mujeres campesinas en los campamentos y asentamientos para una participación activa.

Una de las expresiones más conmovedoras del proceso de movilización fueron las más de 1.000 cartas escritas por ellas en medio de la preparación del encuentro y durante los días que se extendió la jornada. Mujeres que dominan apenas los rudimentos de la escritura, pero que no por eso dejaron de aceptar el desafío de ocupar el latifundio de la literatura. Fueron desafiadas a escribir a partir de tres cuestiones que funcionaron como disparadores: ¿qué es ser una mujer sin tierra?; ¿cómo las mujeres resisten?; ¿cuáles son las expectativas para el Primer Encuentro Nacional de las Mujeres Sin Tierra “Mujeres en lucha, sembrando resistencia”?

Brasil Mujeres Sin Tierra la-tinta

Les hijes de las mujeres que se sumaron para viabilizar la propia participación de ellas, tuvieron un espacio de formación y acogimiento adecuado a elles -les niñes SemTerrinha-, que, en la construcción del movimiento, es llamado “ciranda infantil”. Participaron 180 niñes de hasta 12 años y fueron acompañades por 45 educadoras y educadores militantes del movimiento. En el cierre de las actividades de la ciranda, les Sem Terrinha se dirigieron a la plenaria haciendo un agradecimiento a las mujeres sin tierra y reconociéndoles el derecho a descansar.


El sábado por la noche, tuvo lugar un acto político que contó con la presencia de líderes religiosas -tanto matrices africanas como cristianas- y también líderes políticas, entre ellas, la ex presidenta Dilma Rousseff, quien habló del contexto brasileño actual, al cual clasificó como un tiempo muy difícil, con una “escalada autoritaria y neofacista”. A su vez, la ex mandataria habló del retroceso en la garantía de derechos y sobre los ataques a la soberanía nacional y la relación entre los gobiernos de Donald Trump y Jair Bolsonaro. Rousseff hizo hincapié en la criminalización de los movimientos sociales, por lo cual enfatizó la necesidad de la unidad para fortalecernos y enfrentar este contexto. Dilma, además, habló de los avances que los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT) produjeron en materia legislativa para las mujeres, en especial, con la Ley Maria da Penha (11.340), que, desde 2006, es una herramienta jurídica en la lucha contra la violencia doméstica, y la Ley de Feminicidio (13.104), de 2015, que trajo la importante contribución de tipificar el feminicidio como crimen dentro del sistema jurídico brasileño. En sus palabras, ninguna se refirió a la reforma agraria; no tendría cara para hacerlo.


El domingo 8, por la mañana, las participantes se sumaron colectivamente a la marcha del 8M de Brasilia, que terminó con un acto en el que las mujeres sin tierra leyeron el siguiente manifiesto: “Somos 3.500 mujeres Sin Tierra venidas de las diferentes regiones de Brasil, enfurecidas y en lucha, en defensa de nuestros territorios, de nuestra biodiversidad y de los derechos conquistados por la clase trabajadora”.

“Denunciamos la alianza mortífera y destructiva entre el gobierno de Bolsonaro y el capital internacional imperialista –remarcaron-, que viene produciendo violencia, expropiación, la pérdida de nuestros derechos y el exterminio de la clase trabajadora. Denunciamos el aumento de la violencia contra las mujeres y los criminales actos de feminicidio. Denunciamos el desmonte de la política de reforma agraria y deslegitimamos la Lei da grilagem (ley que facilita la regularización de tierras rural y urbana en beneficio de los sectores terratenientes y que debilita las medidas de reforma agraria existentes) y de la privatización que transforma al INCRA (Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria) en un mercado de tierras subordinado a la política económica neoliberal de Paulo Guedes (Ministro de Economía actual)”.

Por último, expresaron: “¡Estamos en lucha, enfurecidas, nos transformamos en fieras contra los poderosos, vivas, erguidas como una muralla, en lucha, sembrando resistencia!

Brasil Sin Tierra mujeres la-tinta

Durante la noche del domingo, en el acto de cierre del encuentro, una histórica dirigente de las primeras horas del movimiento convocó a todas las Sin Tierra a inventar formas de luchas cotidianas y a cuidar los cuerpos femeninos, para que no pese tanto sobre el cuerpo y sea un espacio de construcción de alegría, felicidad y una buena vida.

Antes de volver a sus regiones, las 3.500 participantes ocuparon, el lunes 9 de marzo por la mañana, el Ministerio de Agricultura. Denunciaron la política de titularización individual de los lotes, que permite la venta de las parcelas de la Reforma Agraria y otorga al INCRA potestad sobre las áreas comunes de los asentamientos. El MST defiende que los lotes se mantengan bajo el sistema de Contratos de Concesión de Uso (CCU), que restringe la mercantilización de las tierras conquistadas. Al mismo tiempo, criticaron la liberación de 474 agrotóxicos en 2019, la mayor en los últimos 15 años, y la extinción de las políticas que acompañan y sostienen el proceso de Reforma Agraria, como son las políticas de educación en el campo y los programas de incentivo a la pequeña producción familiar y agroecológica.

*Por Josefina Mastropaolo (Feminista. Docente de la Universidad Federal de Rio de Janeiro) para La tinta

Palabras claves: Brasil, Movimiento Sin Tierra, Mujeres

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