Apertura de Sesiones: Aborto Legal, una conquista de la lucha feminista
Este domingo, durante el comienzo del 138° periodo de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, uno de los momentos más esperados y aplaudidos fue cuando el presidente anunció que enviará un proyecto para la despenalización y legalización del aborto. Deudas históricas de la democracia y una lucha incansable de los feminismos que vino a cambiarlo todo.
Por Redacción La tinta
Es la primera vez que un discurso presidencial en la Argentina, y frente a una sala llena de pañuelos verdes y referentes feministas, recupera parte de la agenda de los feminismos, tales como autonomía y libertad sobre los cuerpos. El presidente lo dijo en estos términos: “En el siglo XXI, toda sociedad necesita respetar la decisión individual de sus miembros a disponer libremente de sus cuerpos. Un Estado que cuida debe acompañar a todas las mujeres para que estos procesos se desarrollen accediendo plenamente al sistema de salud. La legislación vigente no es efectiva. Desde 1921, la Argentina penaliza la interrupción voluntaria del embarazo en la mayoría de las situaciones. Cien años después, la jurisprudencia da cuenta de lo ineficaz que resulta la norma desde un criterio preventivo”. Algo quedó claro, la marea verde marcó la agenda que deberá atender, sin más dilaciones, el Congreso.
Luego de eso, el anuncio más esperado no tardó en llegar, Alberto Fernández afirmó que «dentro de los próximos diez días, presentaré un Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo que legalice el aborto en el tiempo inicial del embarazo y permita a las mujeres acceder al sistema de salud cuando toman la decisión de abortar. Simultáneamente, desde el Poder Ejecutivo Nacional, lanzaremos un contundente programa de educación sexual integral y prevención del embarazo no deseado”.
También, expresó, como ya se venía anticipando, otra medida vinculada a las personas con capacidad de gestar. “Nuestro propósito es también llegar a las mujeres de nuestro país en situación de vulnerabilidad social en la etapa que más necesitan la presencia del Estado: durante el embarazo, nacimiento, puerperio y primeros años de crianza. Junto a la ley que buscará legalizar el aborto, enviaremos al Congreso Nacional un proyecto de ley que instaure el Plan de los 1000 días, para garantizar la atención y el cuidado integral de la vida y de la salud de la mujer embarazada y de sus hijos o hijas en los primeros años de vida. Por esa vía, queremos reducir significativamente las tasas de mortalidad y desnutrición, proteger los vínculos tempranos, el neurodesarrollo y la salud de madres e hijos de manera integral”.
En relación a esto, La tinta conversó con Keka Bosio, presidenta de “Católicas por el derecho a decidir” e integrante de la “Campaña Nacional por el derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito”, y con Nati Di Marco, integrante de la Campaña y de la “Red de Docentes por el Derecho al aborto”.
En primer lugar, Keka remarcó que “la Campaña es un movimiento muy diverso y muy potente, desde la articulación, la idea es acompañar el proyecto que presente el Ejecutivo porque confiamos en que ese proyecto va a estar muy articulado con el proyecto de la Campaña. Quienes armaron el proyecto son Vilma Ibarra, Gines Gonzalez Garcia, Eli Alcorta; funcionarixs que vienen acompañando la lucha por el aborto legal y suponemos van a presentar un proyecto muy en sintonía con el proyecto de la Campaña”.
En este sentido, le preguntamos cuáles pueden ser los puntos de distancia o tensión con el proyecto ya presentado, “puede que aparezca de nuevo el eje de la objeción de conciencia en el proyecto, no sabemos, pero puede que esa sea una concesión, como ya la fue cuando se debatió en el 2018, donde la Campaña estuvo de acuerdo con esa concesión, con todo lo que significa. Será un tema de debate en la medida que la objeción de conciencia sea individual y no institucional. Suponemos que no va a obligar a la instituciones de salud confesionales a que realicen prácticas de interrupción legal del embarazo, seguramente va a remitir a la instituciones públicas y a las obras sociales”.
En este marco, y al acercarse el 8 de marzo, nos contó que “desde la Campaña, vamos a tener una presencia fuerte este 8 de marzo. Y en función también de estos tiempos que se van a dar dentro de lo que es la cámara de diputadxs y senadorxs, seguramente haremos acciones virtuales como el redazo que hicimos ayer, que logró ser primera tendencia en Twitter, y acciones callejeras, de incidencia y cabildeo para trabajar con diputadxs que estén todavía sin definir su voto. Lo que venimos haciendo como campaña de hace 15 años, lo vamos a intensificar en estos días, hasta que sea ley”.
Durante la tarde de ayer, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito lanzó un comunicado, donde, entre otras cosas, afirman: “Saludamos las palabras esgrimidas por el Presidente de la Nación sobre la necesidad de legalizar la Interrupción del embarazo y que, en 10 días, presentará un nuevo proyecto de IVE desde el poder ejecutivo. Nuestro proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo es producto del consenso y el acuerdo de 700 organizaciones sociales, políticas, sindicales, de mujeres, feministas, de la diversidad, colectivas de artistas, del deporte y la academia. Lo presentamos por 8va vez en 2019 con más de 70 firmas de diputados y diputadas, y tiene el apoyo de senadoras y senadores de todo el arco político representado en el Congreso de la Nación. Proyecto que ha tomado lo aprendido por el debate político y social del 2018, y de 15 años de historia de la Campaña. Los argumentos expuestos por Alberto Fernández sobre la necesidad de legalizar y despenalizar la práctica del aborto son argumentos generados, construidos, instalados y difundidos por todo el movimiento de mujeres y feministas de nuestro país, las décadas de lucha que llevamos transitando generaron las condiciones para que hoy seamos protagonistas de este momento histórico”.
Por su parte, Nati Di Marco opinó: “Esto se da en un camino de lucha importante que venimos llevando adelante hace más de 15 años como Campaña y muchos más como movimiento feminista. Todavía no conocemos en detalle el proyecto que se enviará; sí tenemos claridad de que hay ciertas cuestiones que son nodales: el proyecto de la Campaña es el que entendemos debería tratarse en el Congreso de la Nación y aprobarse”.
En este sentido, valoró que “es un proyecto fruto de todos estos años de lucha y que ha sido de construcción colectiva desde múltiples perspectivas, tanto la jurídica como sociales. Atiende a las necesidades y reivindicaciones concretas; ha podido ir visibilizando, detectando y sistematizando la lucha de las mujeres y los movimientos y las personas con capacidad de gestar que hemos podido ir delineando. El proyecto que debe tratarse es el de la Campaña. Esto no es una postura caprichosa, sino que viene de un proceso que es profundamente legítimo del movimiento feminista y de mujeres, y del cual se ha apropiado gran parte de la población argentina. Por eso, decimos que el proyecto está en las calles, que el proyecto es el de la Campaña”.
También le consultamos a Nati sobre los puntos de tensión y se refirió a la presentación conjunta de la legalización del aborto y el Plan de los 1000 días, y aquí aportó algunos elementos para estar alertas: “Por un lado, tienen que ver con no poner en un sentido similar a aquellas que quieren maternar con aquellas que no. Deberían de ser proyectos claramente diferentes y, por supuesto, ratificamos la responsabilidad del Estado de garantizar la posibilidad de maternar para aquellas que lo deseen. Pero no creemos que es oportuno sostener como discurso que simplemente habilitar algunos recursos implicaría no interrumpir embarazos. Otro de los puntos de tensión que va aparecer es la objeción de conciencia. Los agentes del Estado, del sistema de salud general y de obras sociales tienen la responsabilidad de responder y garantizar el ejercicio del derecho a las mujeres y las personas que accedan a los servicios de salud con la intención de interrumpir un embarazo, y que claramente la objeción de conciencia ha sido, en gran cantidad de países en los cuales se han permitido, una barrera en el acceso”.
Por último, Nati dejó claro: “Logramos instalar la despenalización social del aborto. Hay un salto cualitativo en la sociedad, en las generaciones más jóvenes, sobre este debate. El aborto dejó de ser un tabú, se habla del tema en todos los espacios, está en un punto más arriba de discusión que hace años. Sabemos que cualquier modificación institucional para que tenga efectos reales en la vida las compañerxs tiene que estar acompañado justamente, observado y exigido desde las calles, así como sucede con muchos otros derechos que han sido consagrados a nivel jurídico y que, sin embargo, a veces, si no estamos aquí para exigirlos, se van de alguna manera perdiendo su concreción. Por lo pronto, habrá que conocer el proyecto que se presente y seguiremos en las calles”.
Le copamos la agenda
Al finalizar el discurso, Alberto Fernández se refirió a tres ejes más en relación a los feminismos: “Implementación y cumplimiento efectivo de la Ley Micaela para la formación y capacitación del sector público en materia de género y violencias por razones de género, incluyendo la capacitación del presidente de la Nación y altas autoridades del Poder Ejecutivo”, “Plan Nacional de Acción contra las Violencias por razones de Género 2020-2021”, junto al relanzamiento de la “Línea Nacional 144 para la atención, contención y asesoramiento telefónico a personas que atraviesen situaciones de violencia por razones de género” y, por último, “el proyecto de Ley para la ratificación del Convenio N ° 190 sobre Violencia y Acoso en el Mundo del Trabajo”.
A pesar de todo por lo que seguimos y seguiremos peleando, este domingo 1 de marzo del 2020 lo confirmamos una vez más, la marea verde se hizo sentir. En las calles, supimos hacernos escuchar y marcarles la cancha. Seguimos aquí, alertas, hasta cambiarlo todo.
*Por Redacción La tinta.