El fútbol y política en Cataluña

El fútbol y política en Cataluña
17 octubre, 2019 por Redacción La tinta

Las manifestaciones y la represión policial continúan en la región de Cataluña tras la sentencia contra 12 dirigentes independentistas que participaron del proceso de independencia en 2017. Como hace dos años, el fútbol no se mantuvo al margen. Barcelona y Espanyol, enfrentados en la cancha y en la calle. Guardiola, una vez más, se erige como vocero internacional, condena las sentencias y exhorta a los gobiernos del mundo a intervenir.

Por Redacción La tinta

La pelota del deporte más popular del planeta siempre rueda sobre el césped y los conflictos sociales de una comunidad. Los cambios y las demandas culturales se reflejan en las gradas y lo político termina siendo también futbolísitico. Como en 2017, los últimos acontecimientos sucedidos tras el fallo que dictó el Tribunal Supremo de España -en el que condenó por sedición a 12 funcionarios y dirigentes catalanes que impulsaron el proceso independentista de aquel año- continúan por estas horas en las calles y estadios de la región.

El 1 de octubre de 2017, los ciudadanos de la región de Cataluña fueron convocados a las urnas para votar por el Sí o el No a la independencia del Estado español. Aquel domingo de hace poco más de dos años, y con un 43% de participación, el 90% de los catalanes se manifestaron por el Sí. Aquel día se intentó paralizar todo. Todo, menos el fútbol.

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Aquel día, el FC Barcelona pidió suspender su partido contra Las Palmas. La tensión se sentía en cada rincón de la ciudad y un partido por Liga era, por lo menos, una incongruencia. En medio del secuestro de urnas y el cierre de escuelas, los hinchas culés convocaron a los socios del club a ocupar el terreno de juego e impedir que se disputara el encuentro. Minutos antes, el equipo visitante avivó el fuego anunciando que luciría una bandera española en la camiseta titular: “Creemos en la unidad de España”, informaron oficialmente. Por decisión del club, el Camp Nou lució vacío de espectadores y cargado de sentidos. “Lo que está sucediendo hoy en Cataluña es una vergüenza, es inadmisible que, en un país democrático, la gente no pueda votar”, dijo nada menos que Xavi Hernández, ídolo culé, quien manifestó aquel día su apoyo “a toda la gente que pacíficamente está intentado ejercer su derecho al voto. Visca Cataluña”.


24 meses más tarde, la sentencia del máximo tribunal de España reaviva aquellos días y las entidades deportivas que movilizan pasiones de miles volvieron a expresar sus posturas. Como antes, Barcelona y Girona remarcaron su defensa al proceso independentista. En tanto el Espanyol, una vez más, eligió le vereda opuesta.


«El club pide a todos los responsables políticos que lideren un proceso de diálogo y negociación para resolver este conflicto, que también debe permitir la liberación de los líderes cívicos y políticos condenados», expresó el FC Barcelona en un comunicado emitido tras la sentencia. Uno de los clubes más globalizados del mundo, poseedor de una marca que genera millones de dólares por fuera del fútbol, aún se autopercibe «una de las entidades de referencia de Cataluña» que debe responder a «su trayectoria histórica» con «la defensa de la libertad de expresión» y con «el derecho a decidir».

Pero su clásico rival, el Espanyol, el otro grande de la ciudad de Barcelona, repite el papel que interpretó en 2017: autopercibirse como una mera institución deportiva que nada tiene que ver con la política. «El Club es una entidad puramente deportiva y, como tal, no representa los sentimientos ni los posicionamientos personales e individuales de todos sus socios«, dice el comunicado, a la vez que reitera el «respeto a las decisiones judiciales».
Mientras Barcelona exhorta a «la liberación de los líderes cívicos y políticos condenados», Espanyol afirma que «lamentamos el sufrimiento que desgraciadamente determinadas situaciones procesales puedan generar a personas individuales». Como en la cancha, cada uno mira el arco opuesto.

Como en 2017, Pep Guardiola se ha pronunciado respecto a la causa independentista. Su militancia no solo lo llevó a participar de manifestaciones y discursos públicos, sino también a formar parte de la lista de candidatos a ocupar bancas en el Parlamento catalán, en una alianza de fuerzas independentistas. Esta vez, no fue la excepción.


«España vive una deriva autoritaria bajo la cual se utiliza la ley antiterrorista para criminalizar la disidencia», comenzó diciendo el DT campeón de la Premier League en la pasada temporada. «Los líderes condenados hoy representan a los partidos políticos mayoritarios y a las entidades de la sociedad civil más importantes de Cataluña».


El mensaje de Pep, viralizado, frente a una cámara, en inglés y con doble traducción en subtítulos (español y catalán) cerró pidiendo la intervención internacional para resolver el conflicto: «Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional a posicionarse claramente por una resolución del conflicto. Lo reiteramos. En este marco, sólo hay un camino: sentarse y hablar».

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Como en 2017, Guardiola, Xavi y Piqué -los principales referentes futbolísticos de Barcelona que han manifestado posturas a favor de la independencia catalana- han sido el blanco de las críticas que comenzaron a disparar los medios hegemónicos de España. «Lame jeques», fue una de las expresiones de Paco González, periodista español, que se convirtió en TT este miércoles, con el fin de criticar al técnico por sus vínculos comerciales con los inversores de su actual club, el Manchester City, y poner en duda sus intereses independentistas. Desde Madrid, señalan que Qatar es mucho más que un aliado comercial del FC Barcelona y que sus influencias llegan hasta la política.

Pero la militancia de Guardiola por la independencia de Cataluña es mucho más antigua que sus contratos como DT. En 1997, Pep le dijo al diario La Vanguardia: «Soy catalán de Catalunya. Por tanto, si hubiera selección catalana, jugaría con Catalunya. Como catalán que me siento, sería un placer estar en una selección catalana, aunque es una cosa complicada y difícil que parece que va para largo».

22 años más tarde, el camino hacia la independencia de Cataluña parece seguir siendo tan largo como amplio. Tan amplio como para que el fútbol también juegue su partido.

*Por Redacción La tinta

Palabras claves: Barcelona, Catalunya, Pep Guardiola

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