El dólar contraataca: Más allá de las culpas, buscando atrás del caos

El dólar contraataca: Más allá de las culpas, buscando atrás del caos
14 agosto, 2019 por Redacción La tinta

Otra vez, el torbellino. La moneda estadounidense cerró la jornada de ayer a $58 para la venta. ¿Por qué, justo ahora, después de un resultado sorprendente en las elecciones, se genera una nueva devaluación del peso? ¿Qué está detrás de otro día frenético en “los mercados”? Aquí, algunas reflexiones para pensar cómo se conectan la economía y la política en este momento histórico del capitalismo argentino.

Por Santiago Buraschi para La tinta

Otra vez, el torbellino. Son las 15:30 del lunes. En el Banco de la Nación Argentina, el dólar cotiza a $55 para la venta y ya roza el 20% de aumento en solo una jornada. En el Mercado Único Libre de Cambios (el “mayorista” de la compra y venta de dólares), la moneda estadounidense alcanzó los $65 y el Banco Central tuvo que intervenir con su receta conocida: subió 11 puntos la tasa de referencia, alcanzando un récord de 74,782%, licitó u$s100 millones de reservas y subastó otros u$s30 millones a cuenta del Tesoro.

Aquí, y aún en medio del torbellino, algunas reflexiones, quizás apresuradas, para pensar qué está detrás de otro día frenético en “los mercados” ¿Por qué, justo ahora, después de un resultado sorprendente en las elecciones, se genera una nueva devaluación del peso?

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(Imagen: AFP)

Más allá de la “mala praxis”

Comienza el día y la inestabilidad se empieza a sentir. Corridas, teléfonos al palo e incertidumbre generalizada. En declaraciones radiales, Alberto Fernández señala: «Los mercados reaccionan mal cuando se dan cuenta de que fueron estafados. El Gobierno los condujo a este estado de cosas con los bonos que emitieron». Más tarde, en un artículo publicado en Página 12, Alfredo Zaiat propone una interpretación similar: “Las bases de la economía macrista son las que provocaron esta debacle. El responsable político es la alianza macrismo-radicalismo que ha arrojado a la sociedad argentina a otra crisis de proporciones”.

Ambas expresiones surgen con una intención bien clara: discutir con la ortodoxia liberal, que intenta señalar como “culpables” de la corrida a quienes votaron a favor de la fórmula Fernández-Fernández. Mientras escribimos, Pichetto acaba de decir en conferencia de prensa: “Es importante que la gente entienda las consecuencias de su voto”. Y Macri se suma: “Lo que pasó hoy, porque ganaron, es que nos desconectaron un poco más del mundo. Y, entonces, los inversores se van”.

En contraposición a la postura macrista, la respuesta parece querer poner “la culpa” en otro lado, señalando que la disparada del dólar es consecuencia de errores en el diseño de la política o de decisiones intencionalmente destinadas a generar un estado caótico: “La desregulación total del mercado cambiario, la apertura irrestricta para el ingreso y egreso de capitales financieros, el endeudamiento desaforado y la inmensa bicicleta con las Lebac, primero, y con las Leliq, después, son los elementos de un combo devastador”, dice Zaiat.


Es decir, el problema económico se plantea como un producto de una mala praxis en la política económica o de una crisis autoinfligida. Desde la humilde lectura que aquí queremos proponer, creemos importante buscar un poco más en profundidad. El señalamiento de “culpables” puede conducir a un ejercicio que no termine de discutir qué hay en la raíz del problema.


crisis-argentina-contexto-historiaEn esa búsqueda, hay un punto de partida para rescatar: la devaluación del 20% se da justo después de un resultado sorpresivo en las elecciones y desfavorable para los promotores del ajuste económico en Argentina. Es decir, sí parece haber un vínculo entre el resultado electoral y el caos económico de estos días. Pero, ¿cómo leer ese vínculo de una manera distinta a como lo hacen los paladines de la desocupación, la pobreza y el hambre, que hoy nos gobiernan? Ese es un ejercicio interesante que, a nuestro entender, requiere husmear en cómo se conectan la economía y la política en este momento histórico del capitalismo argentino.

Una breve historia de defensas y contraataques

Volvamos al desafío, entonces: ¿Cómo interpretar, desde una mirada crítica, el vínculo entre el abultado triunfo del Frente de Todos y el salto del dólar, la caída en las acciones y la suba en la tasa de interés? Para eso, proponemos volver por un instante a un momento clave de la relación entre economía y política en nuestra historia reciente: las grandes jornadas de lucha de diciembre de 2017 frente a la sanción de la Reforma Previsional.

En aquellos meses finales del 2017, y fortalecido por las elecciones legislativas, el macrismo decidió apretar el acelerador en su tarea de conducir el ajuste y lanzó un paquete de Reformas: Previsional, Tributaria y Laboral. El fuerte rechazo social a la Reforma Previsional y la resistencia desde la lucha callejera obligaron al gobierno nacional a pagar un costo político elevado para sancionarla y le impidieron avanzar sobre el eje del plan de ajuste: la Reforma Laboral. La organización popular logró, de esa manera, un bloqueo político al ajuste que sería clave para el “fracaso” de la estrategia que buscaba implementar el macrismo.


En el marco de la lucha de clases, esa acción defensiva exitosa de la clase trabajadora fue respondida con un fuertísimo contraataque por parte del gran capital. La megadevaluación que se inició en mayo de 2018, la aceleración de la inflación y de la caída en el salario real fueron el corazón de ese contraataque y marcaron el inicio de la crisis abierta. 


¿Por qué volver a ese momento? En primer lugar, porque, como decíamos, marca el inicio de la fase de crisis abierta que aún no se ha resuelto. ¿Qué significa eso? Que el capital no ha podido avanzar sobre las condiciones de vida de las trabajadoras en la medida que necesita para relanzar la acumulación. A eso se refieren cuando hablan de que “los trabajadores son muy caros en Argentina, así es imposible competir en el mundo”. El ajuste, aunque tiene un peso descomunal sobre nuestros cuerpos, para ellos parece aún insuficiente.

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Foto: Emergentes

En segundo lugar, porque la dinámica de “acción defensiva exitosa – contrataque” del gran capital parece bastante similar a lo que ocurre por estos días. La derrota amplia y sorpresiva de la fórmula Macri-Pichetto es un mensaje claro: el pueblo argentino no avala que se degraden constantemente sus condiciones de vida para que unos pocos se llenen los bolsillos.


Es decir, las trabajadoras han vuelto a poner un freno al ajuste, ahora con la herramienta electoral. Y, eso, a los grandes capitalistas, no les gusta. Por ello, nuevamente acuden a la especulación cambiaria y la devaluación como punta de lanza de su contraataque.


Economía y política… ¿una relación irreconciliable?

Lo que queremos apuntar con estas líneas es que, más allá de las culpas, hay una relación clara entre el resultado electoral y el frenesí del mercado en estas horas. Esa relación se vincula directamente con la contradictoria relación entre economía y política en un país como Argentina. Es decir, con la contradicción que existe entre la necesidad que los grandes empresarios tienen por profundizar el ajuste para ser “competitivos” y una clase trabajadora que aún reserva ciertas dosis de fortaleza, producto de una honrosa historia de luchas.

Eso no quiere decir que las trabajadoras sean “las responsables” de que el dólar se haya disparado. Es de un cinismo mayúsculo responsabilizar de esta situación a quienes solo apelan a las herramientas que tienen a mano para defender su dignidad. Tampoco quiere decir que las políticas económicas implementadas por el macrismo no hayan jugado un rol importante, al establecer las condiciones para el avance del ajuste, ni que hayan tenido profundas contradicciones internas.


Lo que sí quiere decir es que, a diferencia de lo planteado en las opiniones de distintos sectores del macrismo y el kirchnerismo, la corrida contra el peso es una respuesta descentralizada y no coordinada de muchos capitales particulares ante el fracaso de la estrategia de ajuste conducida por el gobierno y el FMI, que se expresó en el resultado electoral.


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Ya es martes, 12:30 del mediodía. El Banco Nación ya vende a $58. “Los mercados” siguen con su estrategia disciplinadora. Macri y Pichetto seguirán tirando manotazos para ver si pueden seguir conduciendo el barco del ajuste. La incertidumbre está en todos lados y habrá que responderle con más organización.

*Por Santiago Buraschi para La tinta. Imagen de portada: Colectivo Manifiesto

Palabras claves: Alberto Fernández, Banco Central, Dolar, elecciones 2019, Macri, Reforma previsional

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