Draguearse y resistir: relatos de una tarde marika
Por Redacción La tinta
En el marco del aniversario de los 50 años de la revuelta de Stonewall, la colectiva Tarde Marika organizó una variedad de actividades en diferentes espacios culturales de la Ciudad de Córdoba. Los días 28, 29 y 30 de junio fueron de encuentro, fiesta y visibilidad como gesto político.
Las actividades comenzaron el viernes con un «Cine a la Marika”, donde proyectaron el documental Stonewall Uprising. El sábado por la tarde en el Centro Cultural Paseo de las Artes se dieron cita quienes querían draguearse y así recuperar el origen de Tarde Marika, que nació una tarde en Casa 13 entre amigues juntando ropas, zapatos, maquillajes, pelucas y compartiendo lo que más les gusta: montarse y crear personajes drag. Por la tardecita, siguió el «FestiBall Room», convocado por Furia Córdoba. Y finalizaron el domingo con “Marikas en las hierbas”, un picnic con música, performances, intervenciones y lecturas drags en el Museo Genaro Pérez.
La tinta estuvo con la comunidad drag cordobesa entre brillos, pelucas, maquillajes, ropas y plumas conversamos con algunes de les integrantes de Tarde Marika. Les preguntamos de qué se trata y hoy en el Día Internacional Drag, les acercamos este arte.
Tamaña Lucifer mientras se montaba como drag king nos compartió sobre los comienzos de la colectiva: “Tarde Marika empezó a juntarse hace poco más de dos años, básicamente para mariconear y compartir algo que nos gustaba y que muchas hacíamos individualmente: el arte drag. Juntas se hizo más potente y fue el puntapié para expandirnos a algo mucho más amplio como construir comunidad y sobre todo, generar espacios como este festival en el marco de los 50 años de Stonewall”.
Así nacieron, a partir de esa primera juntada entre amigues, en una tarde. Y es importante remarcar esto ya que la intencionalidad estaba puesta también en ampliar los espacios del drag, del transformismo, no solamente en la noche, en los espectáculos, en el boliche, sino abrir estas experiencias a otros momentos del día. Que no solamente esté asociado al show sino a una experimentación que es posible más allá de la demarcación de lo nocturno.
Verónica Secret, integrante de Tarde Marika, mientras se delineaba sus cejas, nos contó que siempre le gustó jugar con el género, “podemos ser hombres, mujeres pero cada quien elige cómo le gustaría vestirse sin importar el qué dirán los demás. Queremos celebrar la libertad de la comunidad gay acá en Córdoba, salir de solo ser un personaje nocturno, salir a la calle y que nos vean”.
Michelle Visage, jueza del reality RuPaul´s Drag Race, dijo en una oportunidad de visita por Argentina que “todos nacemos desnudos y el resto es drag” y apuntaba a que no sólo se trata de una experimentación artística, sino también es una performance del género y en ese sentido una herramienta para introducir cambios en las actuales estructuras sociales. Para Tamaña Lucifer “las marcas del arte drag queen o king, ya sea que la transformación sea en varón o en mujer, es la exageración de los rasgos femeninos o masculinos». Si bien inicialmente se asociaba el drag queen con varones que creaban personajes femeninos como reinas, Tamaña explicó que «el drag hoy como práctica global, es la posibilidad de experimentar y crear personajes donde ya no esté asociado a un sexo biológico, como ´biovarón´ que se transforma en mujer, o ´biomujer´ que se transforma en varón, sino que reivindicamos la posibilidad de transformarnos de una manera exagerada, como una parodia crítica hacia la idea del binarismo de género, pero que también se apropia y se divierte con ella».
“Existe el mito sobre la idea de que sólo varones hacen personajes femeninos y en Tardes Marikas muchas mujeres, algunas veces, hacemos personajes femeninos y otras veces masculinos, a estas mujeres se las llama bioqueen”. Aunque este tipo de categorías son discutidas porque justamente “estamos en contra del biologicismo, creemos que el drag te permite discutir que la biología sea el destino, el drag te desarma el dispositivo binario”.
Nos cuenta también que usar vestuario para transformarse es una práctica muy antigua, aunque su nombre como tal es más propio de la mitad del siglo XX. Luego algunos elementos se popularizaron con la industria cultural, como por ejemplo el reality show RuPaul´s Drag Race que está en Netflix y otros elementos de la cultura pop que permitieron globalizar la propia categoría de Drag Queen. «Hay quienes dicen que el ‘pink market’ (mercado rosa o gay) ha tornado más divertido y amigable a los personajes drag, instalando así una visión hegemónica de lo que debería ser el drag. De pronto hay una tensión sobre qué es lo hegemónico dentro del drag. Específicamente lo es el drag queen, ya que casi no hay drag king, son pocas las que han participado, por ejemplo en el reality haciendo personajes masculinos”.
Sobre estas tensiones de los modelos hegemónicos en la construcción del arte drag, resulta interesante pensar al drag desde este Sur, desde las identidades políticas sudaka y drag. Tamaña explicó el juego entre discutir los modelos que se intentan imponer y apropiarse de otros sin que implique una reproducción automática. “Podemos pensar en esa cosa antropofágica de estas latitudes que apropiamos muchos elementos que son ´extranjeros´ pero que se resignifican justamente buscando escenificar y discutir, como el caso de la Bartolina Sissa que es una drag que encarna a una chola, o el caso Giuseppe Campuzano, artista peruano que está en el museo travesti del Perú”. Se trata entonces de preguntarse ¿qué personajes se encarnan? y “pensar el transformismo desde la larga historia de América, desde los pueblos indígenas, pasando por la época de la colonia para pensar el travestismo en estos lados”.
El mundo drag está atravesado por muchos prejuicios, les integrantes de esta colectiva nos explican que uno de los más grandes prejuicios se relaciona con usar ropas que no son las que normativamente corresponden con tu sexo/género asignado al nacer, esto genera una disrupción que provoca sorpresa, y en algunos casos hasta actitudes violentas. Algo que las personas trans también viven en carne propia todos los días, “parece que está bien si sos gay o lesbiana, pero ¿qué es? si decís que sos drag como arte, para un show, entonces es un poco más aceptado, porque está enmarcado en lo artístico porque sino aparece la pregunta ¿qué sos? ¿travesti o drag?”, contó Tamaña Lucifer.
Estos relatos que compartimos se daban mientras se montaban para salir a escena en el Festival Ballroom, nos explicaron que ballroom fue el nombre que se le dio a las fiestas y bailes surgidos en Estados Unidos en las décadas del 60 y 70, ante la necesidad de generar espacios propios donde la comunidad gay, lesbiana, travesti pobre, negra, latina se encontrara y divirtiera. Esos espacios de encuentro en los barrios, en las casas, en los márgenes, crearon un modo de conformar familias.
Desde esa genealogía vienen los ballroom y cobran actualidad aquí en Córdoba en cuanto desfile de les drag por categorías creadas para tal encuentro que definen el estilo/look con el cual montarse, vestirse y así participar en la competencia. En esta oportunidad las categorías fueron: “Bueno, bonito y barato”, “Legaly pink”, “Horror fantasy” . Cada participante desfilaba presentando una perfomance desde el personaje creado, desde su estilo y desde lo que ese día quería expresar, luego un jurado drag elegía quien ganaba en cada categoría. También hubo duelos de baile vogue, que es la danza que surge en los ballroom y en los boliches gay que luego Madonna la popularizó. Este baile imita las poses de las modelos exageradamente, la burla así como la apropiación tiene esas capas que lo hacen que sea un espacio muy potente para ocupar.
Stella Fantasía, otra drag que mientras se preparaba para el ballroom, nos contó que empezó a draguearse a escondidas en la secundaria, en el baño y de madrugada, «pero la primera vez que salí en público fue en mayo de 2017. Es mi segundo año en Tarde Marika y para mí es una gran familia”. Ella nos explica que “el drag es una proyección artística en el cuerpo, cada quien tiene una visión diferente y por eso hay muchos tipos de drag en el cual a través de colores, texturas, ropas, pelos se proyecta lo que se quiere expresar. Es un acto político porque implica deconstruirse, es algo que todes podemos hacer y lo único que lleva es tener ganas de hacerlo y meterle, es un proceso y un aprendizaje también».
Tarde Marika puede mirarse como una novedad en la experiencia drag porque se piensa desde lo colectivo y la organización para disputar sentidos, visibilidad, demandar derechos con la convicción de que los deseos y las experiencias individuales necesitan encontrarse para fortalecerse. Stella Fantasía lo dijo en esto términos: “Lo que proyectamos a través de nuestros cuerpes, lo que queramos hacer a través de nuestros bailes es para dejar un mensaje, estamos acá, somos muches y vamos a seguir luchando por nuestros derechos para que no nos persigan, para que podamos ser”.
*Por Redacción La tinta.