La Justicia otorgó las máquinas a la cooperativa Mom
Con ayuda del sindicato gráfico y su obra social, la cooperativa Mom recuperó máquinas y vehículos de la fallida Lanci Impresiones. La Federación Gráfica Bonaerense y Ospg cedieron sus créditos para que los trabajadores puedan volver a trabajar colectivamente.
Por ANSOL
Los trabajadores de la cooperativa Mom consiguieron las máquinas para volver a trabajar, tras la convocatoria de acreedores de esta empresa del envase de cartón Lanci Impreisones (Mom 2869, Pompeya) en 2009.
El 28 de mayo de 2012, los empleados ocuparon la planta tras el comienzo del vaciamiento empresarial, tras lo cual Christian Langenheim los denunció por usurpación. De ahí en más, la Justicia trabó la continuidad laboral porque el juez Fernando Durao entendía que correspondía que primero se pronunciara el fuero penal.
Pablo Godoy, abogado de Mom y parte del grupo Trabajando por la Economía Social, se había pronunciado ante ANSOL: “Para Durao, el derecho a la propiedad está por encima al derecho constitucional al trabajo”.
Cuando el juez Javier Cosentino subrogó a Fernando Durao en el juzgado de primera instancia 5, secretaría 9, ésta permitió la compensación basándose en la ley de Concursos y Quiebras modificada en 2011.
“Al momento de perfeccionar la compensación, tanto la sindicatura como el martillero y el juzgado nos decían que teníamos que hacernos cargo del IVA y de los costos del martillero, pero una cooperativa que no funciona no puede desembolsar esa plata de su bolsillo. Con un millón de pesos en créditos laborales, se trata de más de 200 mil pesos”, contó Godoy.
El sindicato gráfico y la obra social, entonces, aportaron sus créditos laborales para completar lo que la justicia les pide de IVA y gastos del martillero. Así, sentaron jurisprudencia: los créditos de un sindicato se pueden usar para mantener fuentes de trabajo colectivamente.
“La lucha que se pierde es la que se abandona”, le había dicho el presidente de la cooperativa, Telésforo Gallardo, a ANSOL, en octubre de 2014.
* Por ANSOL
