Las hienas del poder
La tensión de los músculos del antebrazo, brazo y la cara muestra una violencia que es propia y consciente, puesta al servicio del poder. La cámara que el policía tiene en el pecho pareciera estar controlando todo como un ojo panóptico. El gesto del efectivo de civil a su lado acentúa la atmósfera adversa de la situación. Quien ejerce la violencia es Cristian Benítez, a cargo del operativo que reprimió a lxs artesanxs que reclamaban en el barrio de San Telmo de CABA, el pasado 10 de marzo. La víctima de la brutalidad de Benítez es Karina, artesana que se había acercado a la feria para solidarizarse con sus compañerxs. La fotografía fue tomada por Sergio Goya.
Por Fernando Bordón para La tinta
Desde enero, cuando fueron desalojados de su lugar de trabajo por el gobierno de Rodríguez Larreta, lxs artesanxs vienen realizando, todos los fines de semana, intervenciones artísticas y diferentes actividades como forma de reclamo. Karina, para solidarizarse con sus compañerxs, fue a dictar un taller de serigrafía.
“Benítez, que estaba a cargo del operativo, comienza a agredir a los compañeros, me acerco y este oficial empieza a empujar a compañeras y personas mayores. En un momento, los que estaban de espacio público quisieron decomisar, los compañeros intentaron frenarlos y Benítez, sacado, llamó a infantería y le dio luz verde”, relató la artesana.
Los policías entraron desaforados a golpear y reprimir a todx aquel que se le cruzara. Karina cuenta que vio cómo le estaban pegando y llevándose a un compañero, por lo que puso en práctica una especie de protocolo de seguridad casero -cada vez más común ante las constantes represiones de las fuerzas- y se acercó para filmar y preguntarle el nombre a la víctima.
Ahí fue cuando Benítez la empujó, ella le dejó en claro que no la podía tocar porque es un oficial varón, haciendo oído sordo, el policía le torció el brazo y comenzó a intentar tirarla al piso.
“Como no podía tirarme, llamó a otro compañero varón y le dijo ´dale, tirala que es mujer´. Benítez me agarró y me dio la cabeza contra el asfalto, después me puso la rodilla en la cara, estoy toda golpeada”, describió Karina al ser liberada.
No es menor que este hecho sucediera a dos días del tercer Paro Internacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans, lo simbólico nunca es menor, nunca puede ser abstraído del contexto.
Para evidenciar la lógica que tienen las fuerzas represivas, en una nota publicada por el diario Crónica, se afirma que el policía Benítez, ese mismo día, le disparó a un perro que ladraba. Cuando lxs dueñxs quisieron acercarse para asistir al animal, los policías no se lo permitieron. Llamaron a más oficiales, cargaron al can en un patrullero y lo tiraron en el piso de un galpón de la policía de la ciudad donde agonizó y, luego, murió.
* Por Fernando Bordón La tinta / Fuente: Antena Negra TV.