“Los supermercados no venden alimentos”
Lo aseguró Soledad Barruti, autora de los libros Mala leche y Malcomidos, quien en esta entrevista hace hincapié en el engaño que producen sabores, colores y texturas para vender productos de mala calidad, que enferman al cuerpo y no alimentan. El ejemplo de la diabetes tipo 2.
Por anSOL
“Cada vez que voy al supermercado, la experiencia que tengo es desoladora. Me parece brutal cómo las personas remplazaron los alimentos que necesitan comer por otros que no alimentan, les hacen daño y no alimentan más que a un gran negocio que vende ideas”, contó Soledad Barruti, autora de los libros Mala leche y Malcomidos.
Cuando va al supermercado, la periodista analiza qué ofrecen las grandes corporaciones y qué efectivamente dan: “Como en muchísimas cosas del mundo hoy, estas dos variables no se juntan”, afirmó. Lo que dan, dice Barruti, son “sabores, colores, texturas de artificio creadas por químicos”. Lo que recibe el consumidor, agrega, son “ingredientes baratos ultra refinados con los que las marcas ganan un montón porque gastan bastante poco. Los reconvierten en miles de productos distintos que nos hacen creer que llevamos cosas que necesitamos llevar”.
Su hipótesis es que las personas comen ideas y no alimentos. “Las harinas blancas y los aceites súper refinados engañan al cerebro, pero no al cuerpo, que se enferma cada vez más tempranamente. La diabetes tipo 2, por ejemplo, que es adquirida por malos hábitos: 24 millones de personas en Latinoamérica la tienen. Antes solamente la tenían algunos adultos con una vida de excesos. Hoy la tienen niños de ocho años”, concluyó Barruti ante la Agencia de Noticias de la Economía Social, Solidaria y Popular ANSOL.
*Por Agencia de Noticias de la Economía Social, Solidaria y Popular anSOL. Imagen de portada: Mauro David.