Una foto con Macri
Por Diego Valeriano y Luciano Debanne para La tinta
¿Por qué se sacan una foto con Macri? ¿Qué le pasa en la cabeza a esa gente? ¿Qué quiere? ¿De qué se ríe? ¿Qué hace esa mina ahí atrás? ¿A quién se la muestran después con orgullo? ¿La postean? ¿La comentan con los parientes? ¿Por qué carajo hace eso esa gente?
De eso se trata este año de mierda. De Macri. De su año. Del año de los ortibas, de las anti. De las aceitunas, dos frascos, uno en cada mano. Tapita dorada, no blanca. Frasco, no sachet o bolsita. Sin carozos. Se trata de lo que no hicimos, de que opinamos sin saber. Otra vez, se trata de que otros no se sublevaron por nosotros. Se trata de nosotros mirando la foto, de afuera de la foto, pero desde adentro del supermercado. Se trata de nosotros esperando que pase algo.
Y de las vacaciones de Macri. De los que se sacan fotos con Macri, dos, uno en cada lado. ¿Qué le dicen? ¿Cómo le dicen a Juliana? ¿De qué lo felicitan? ¿Le dicen presi? ¿Mauricio? ¿Señor presidente? ¿Le piden por favor, se la exigen, se la sacan de prepo, sin darle tiempo a poner cara de presidente, a acomodar la espalda, a armar la sonrisa como le enseñó la coach?
De esa gente es este año. Gente que se cree que pertenece a algo. Porque se compra cosas en el súper donde se compra aceitunas Macri. De la mierda que compra Macri, a Macri. En ese súper de mierda. De eso se trata este año.
Este fue su año, su año de mierda, pero suyo, todo suyo. Porque, finalmente, esa gente, a pesar de todo, a pesar de que vive peor, de que compra menos, de que su hijo es glover, de que escabia mal, esa gente sonríe, posa y le dice que lo va a volver a votar. Le da ánimos, le habla con presupuestos como si se conocieran.
Este es su año porque, a pesar de todo, de todo esto que nos pasó, alguien se saca una foto con Macri en un súper y después la manda por Whatsapp a todos sus contactos, con emoticones de alegría, y la foto se desparrama por todos los teléfonos, y las charlas, y el fin de año, de su año, de nuestro año roto, hasta hacerse viral, hasta ser nuestra foto, la foto que compartimos, la foto que vemos, la foto de ellos, y esa señora atrás, en el súper.
Este es su año, el año de Macri, porque, a pesar de todo, de todo esto, de los garrones que nos estamos comiendo, alguien se saca una foto, alguien elige sacarse una foto, sonriendo, con él.
* Por Diego Valeriano y Luciano Debanne para La tinta