Castro en el Harlem
Las sonrisas son un signo de la atmósfera de fraternidad y camaradería de la situación, tal vez, la sencillez de la decoración que logra verse en la imagen sea otro factor más para describir esta situación y las personalidades que participan en ella. Fidel Castro y Malcolm X tuvieron un único e histórico encuentro, fue el 19 septiembre de 1960 en Nueva York, durante la visita del revolucionario cubano para participar de la 15º sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Cuando ningún hotel quería hospedar a Castro y su comitiva, Malcolm X lo recibió afectuosamente en el Harlem. La fotografía fue tomada por Carl Nesfield en la habitación del cubano.
Por Redacción La tinta
Llevaba un poco más de un año y medio la revolución cubana y, para EE.UU., Castro ya era una amenaza. Así que a su llegada a Nueva York, el gobierno no se la hizo fácil, ya que le prohibió a toda la comitiva salirse de los límites de la isla de Manhattan.
Se instaló en el hotel Sheldon de la avenida Lexington, pero los gerentes hicieron todo lo posible para humillar y maltratar a lxs cubanxs y hacer que se fueran. Hasta les exigieron que pagaran su cuenta en efectivo.
Ante esta situación, Fidel Castro se presentó en el predio de las Naciones Unidas donde se realizaba la asamblea con la intención de acampar en los jardines del lugar. Hasta llegó a deslizar de hacerlo en el Central Park. “Después de todo, acabamos de bajar de las montañas. No hemos perdido la costumbre de dormir a la intemperie”, sentenció.
Enterado de esta situación, Malcolm X y el comité de bienvenida del Harlem invitaron a lxs cubanxs a hospedarse en el emblemático hotel Theresa de aquel popular barrio de la ciudad. Lo cual produjo que miles de vecinxs se acercaran al lugar para saludar y cuidar del destacado huésped. Por supuesto que Fidel, fiel a su carisma, salió a saludar.
La charla entre estos dos líderes se dio a la medianoche en la habitación de Castro, a la cual pudieron acceder solo un par de periodistas. Uno de ellos fue Ralph D. Matthews que, por ese entonces, trabajaba para New York Citizen-Call, quien cuenta que se sentaron en el borde de la cama y se pusieron a conversar de las realidades de ambos.
En la crónica, Matthews dice que Malcolm X le dijo a Castro: “Para usted, el centro de la ciudad fue como hielo. Pero aquí es más acogedor”, y este le respondió “Ah, sí. Aquí sentimos el calor”.
Excluido de algunas actividades de la asamblea, el líder cubano realizó una rutina paralela en el hotel, como una comida con los empleados del lugar, recibió a los mandatarios soviéticos, de Egipto y de India.
En cuanto a la fotografía, Carl Nesfield dijo: «Hace poco que me enteré de cómo se ha utilizado a lo largo de los años la imagen que tomé, traté de obtener los derechos de autor, pero los abogados me dijeron que, después de todos estos años, es mejor que lo olvide”.
*Por Redacción La tinta