Un foro para pensar las resistencias y las alternativas en América Latina
CLACSO organizó un evento en el cual participaron ex presidentas, intelectuales, dirigentes sociales y economistas. La tinta habló con sus protagonistas.
Por Lucio Garriga para La tinta
El martes pasado, finalizó el Primer Foro de Pensamiento Crítico organizado por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), en el marco de la Octava Conferencia del organismo. El encuentro contó con la presencia de líderes y lideresas políticas de la región, como las ex presidentas de Brasil, Dilma Rousseff, y de Argentina, Cristina Fernández; el actual vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, y el ex candidato a presidente de Colombia, Gustavo Petro. Asimismo, estuvieron presentes luchadores sociales, pensadores, filósofos, economistas y defensores y defensoras de los derechos humanos, como Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo.
El Foro estuvo pensado como un evento para analizar la actualidad de América Latina, en particular, y del mundo actual, en general, caracterizado por el ascenso de partidos de la extrema derecha en diversas regiones, como en Europa y en Brasil. A lo largo de las primeras dos jornadas, los reclamos por la libertad del ex mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y los recuerdos de la concejala brasilera y dirigente feminista y social asesinada, Marielle Franco, se escucharon con fuerza.
Las actividades organizadas por CLACSO continuarán hasta el próximo viernes y se podrán apreciar más de mil panales, más de siete mil ponencias y un ciclo de cine latinoamericano.
La política, entre la autocrítica y el futuro
Los discursos políticos fueron los momentos más esperados de las jornadas y se centraron, en su mayoría, en la actualidad de América Latina, marcada por el reciente triunfo electoral del candidato de la ultraderecha brasilera, Jair Messias Bolsonaro.
Las ponencias de las ex presidentas de Brasil y Argentina, Dilma Rousseff y Cristina Fernández, respectivamente, analizaron la actualidad de sus países y apuntaron sobre el futuro de la región por sobre la autocrítica a los propios procesos que encabezaron las dirigentas. Sobre la perspectiva que se abre en el continente con los triunfos electorales de las derechas políticas, Rousseff convocó a construir un “frente político” que derrote al neoliberalismo y llamó a lograr “todas las alianzas necesarias”. “Tenemos que tener una columna vertebral y un corazón antineofascista”, declaró. Por su parte, Cristina Fernández aseguró que la “división no puede ser entre izquierda y derecha”, y ejemplificó la unidad deseada en el hecho de “aceptar” que en su espacio político “hay pañuelos verdes (a favor del aborto legal, seguro y gratuito) y pañuelos celestes (en contra del aborto)”.
Ante los desafíos que implican el ascenso de la derecha, La tinta habló con la ex ministra de Dilma Rousseff, Nilma Nilo Gomes, quien aseguró que América Latina atraviesa un “momento de crecimientos de fuerzas muy conservadoras de derecha y de extrema derecha”. En este sentido, sostuvo que no es un fenómeno único de la región, sino que “la extrema derecha crece en todo el mundo” y que su avance es “proporcional a lo que no conseguimos avanzar en las luchas contra-hegemónicas, las luchas contra el capitalismo y las luchas emancipatorias”.
En el mismo sentido, en diálogo con este portal, el ex ministro de Justicia de Rousseff, José Eduardo Cardozo, afirmó que Brasil vive “un momento muy triste y muy preocupante”, porque “Bolsonaro no tiene apego al Estado de derecho y propone la violencia y la desigualdad como políticas de estado”. Cardozo afirmó que observa “al mundo con mucha preocupación con los fascismos renaciendo y afirmándose en varios países”.
Entre el neoliberalismo y la esperanza
Los discursos del ex candidato a presidente de Colombia, Gustavo Petro, y del actual vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, analizaron el significado de los gobiernos progresistas en la región, sus respectivos límites y los nuevos desafíos que vive la izquierda continental.
Petro criticó a las izquierdas latinoamericanas por no haber cuestionado el “modelo extractivista” y por basar sus economías en “la explotación del petróleo y el gas”. “Cuando uno examina el progresismo en América Latina, encuentra un progresismo que se ató anacrónicamente al petróleo, al carbón y al gas”, afirmó. El líder colombiano agregó: “Ese progresismo no se podía sostener, porque la única manera de sostener un progresismo es girándolo no a los factores de la muerte, sino a los factores de la vida”. En este sentido, estimó que “la contradicción fundamental que vio Carl Marx en el siglo XIX entre capital y proletariado”, hoy, parece ser “entre capital y vida”.
En la misma sintonía, fue la exposición de García Linera, que sostuvo que es necesaria una autocrítica y afirmó que los procesos latinoamericanos enfrentaron tres límites que no supieron resolver: “La sostenibilidad del crecimiento y la satisfacción económica”, “la debilidad de las transformaciones del sentido común”, al mismo tiempo que “no es posible un crecimiento económico que sea, a la vez, un decrecimiento ecológico”.
Sobre el futuro del continente, Linera manifestó que el modelo neoliberal actual, “a diferencia de los años 1980, cuando se presentaba como una esperanza”, es un “neoliberalismo zombi que solo moviliza odios y resentimientos fundados en la negatividad” y que está “repitiendo las viejas recetas que hace 20 años fracasaron”.
Sobre los desafíos que vive el progresismo regional, La tinta consultó al sociólogo, intelectual y profesor portugués, Boaventura de Sousa Santos, que expresó que la humanidad atraviesa “un período de resentimiento” en el cual “la víctima va contra la víctima y no contra el opresor”. “Es un proceso creado meticulosamente por el neoliberalismo, que viene a despolitizar la política y que lleva a las sociedades a experimentos neofascistas”.
La última conferencia del Foro la brindaron el ex candidato a presidente por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL), y dirigente nacional del Movimiento de los Trabajadores de los Sin Techo (MTST), Guilherme Boulos, y la ex candidata a vicepresidenta de Fernando Haddad, Manuela D’Ávila.
En su intervención, Boulos aseguró que, con Bolsonaro, “ganó la más perversa de las alianzas: el ultraliberalismo económico y el conservadurismo moral”. En tanto, explicó que la izquierda brasilera enfrenta tres desafíos: “vencer el miedo, superar la división y mantener la esperanza”. Además, hizo referencia a la amenaza de Bolsonaro de declarar al movimiento que lidera como una “organización terrorista” y declaró: “Si alguien quiere acabar con el MTST, que construya siete millones de casas para todos los sin techo del país”.
Con su discurso y el recital de la cantante argentina Miss Bolivia, dio cierre el Primer Foro de Pensamiento Crítico. A partir de ahora, se realizarán congresos, foros, ponencias y diversas actividades para pensar la actualidad continental y global, los derechos humanos, el medio ambiente y diferentes temáticas que inciden en el día a día de las personas.
*Por Lucio Garriga para La tinta
