
Una estrategia contra el divisionismo y la desilusión
No hay cambio posible sin la fuerza movilizadora de una imagen sentida, la de un futuro deseable y posible hacia el que encaminar las carencias del presente. Tal es el poder de las utopías, que ayudan a crear mediante la acción proyectos de felicidad colectiva, convirtiendo en una dirección positiva la indignación y el rencor que provoca la injusticia. Por Javier Tolcachier.