Los embarazos en la adolescencia: problemática de salud
El equipo de Activando Derechos, integrado por estudiantes y graduadas/os de las carreras de Comunicación Social, Trabajo Social y Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba, reflexionan a raíz de la Semana de la prevención del embarazo no intencional en la adolescencia, del 21 al 28 de septiembre.
Por Activando Derechos para La tinta
Según UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la infancia), en Argentina seis de cada diez embarazos son no intencionales, la suma asciende a siete de cada diez en menores de 19 años. Es más alta aún, ocho de cada diez, en menores de 15 años, edad en la cual las situaciones de abuso, maltrato, coerción y violencia son mayores y más graves. En estos casos los embarazos cuatriplican los riesgo de muerte o consecuencias graves para la salud de la persona gestante.
Un estudio de la UNFPA (Fondo de Población de las Naciones Unidas) revela que cada día nacen 300 bebés de madres menores de 19 años. En la mayoría de los casos no usaban anticonceptivo. Cuatro de cada diez veces sucede en la primera relación sexual. Esto tiene que ver con el mito que sostiene que la mujer no puede quedarse embarazada en la primera relación sexual o cuando menstrúa.
El embarazo en la adolescencia limita el acceso a la educación, porque las escuelas no están preparadas para las maternidades y menos para las paternidades. Por ende, luego el ingreso al mundo laboral se dificulta aún más, teniendo que aceptar trabajos no registrados, por fuera de la normativa vigente, sin aportes ni obra social, profundizando la precarización.
Cuando se les consulta a lxs jóvenes cómo suceden los embarazos no intencionales, suelen reconocer principalmente violación, falla en el método anticonceptivo o falta de educación sexual integral. Nuestrxs jóvenes nos indican el camino: la violencia en el noviazgo, problematizar el consentimiento y cómo establecerlo en el marco de una relación sexo-afectiva, conocer sobre el correcto uso de métodos anticonceptivos, son todas aristas de trabajo de la Educación Sexual Integral que es ley en nuestro país. Ley que fue sancionada en el 2006 pero que todavía no se implementa correctamente.
Los embarazos no intencionales son responsabilidad del Estado
Los embarazos no intencionales en la adolescencia (ENIA) tienen tal impacto en nuestra sociedad, que aún en el marco del retraimiento del Estado en garantizar derechos (cuestión que se puede ver claramente en la nueva Secretaría de Salud de la Nación), persiste el Plan para la prevención y disminución del embarazo no intencional en la Adolescencia, que depende del Ministerio de Desarrollo Social en articulación con dicha Secretaría y el Ministerio de Educación de la Nación.
Al respecto, existen lineamientos específicos que responden a la Ley de Educación Sexual Integral para debatir esta problemática en las escuelas desde el 2017. La Ley Nacional 26.150, de Educación Sexual Integral, propone articular los contenidos de forma transversal en los espacios curriculares ya establecidos. Entre sus objetivos es poder acceder a información pertinente y adecuada (por ejemplo, a la etapa etaria -edad-, aspecto que se profundiza en los lineamientos donde se indican los contenidos que corresponden), científicamente validada; así como procurar la equidad en el trato y la igualdad de oportunidades entre varones y mujeres. Cuestión que no debe quedar librada exclusivamente al interés de lxs docentes, sino que debe ser política de Estado garantizando la capacitación y los materiales necesarios para la adecuada transmisión.
La precaria acción del Estado habilita cosas como la campaña antiderechos “Con Mis Hijos No te Metas” impulsada por sectores conservadores. Es importante señalar que no es responsable la religión en sí: la laicidad, el respeto por las legislaciones vigentes, el garantizar la capacitación a docentes, el acceso a métodos anticonceptivos y al aborto no punible son medidas que el Estado debe cumplir, pero que irresponsablemente no lo hace. Por eso decimos que el Estado es responsable de los abortos clandestinos, de los embarazos no planificados, del abuso.
Por su parte, lxs jóvenes saben quiénes son los responsables. Les piden a sus familias poder dialogar, en el marco del cuidado y la confianza, sobre estos temas. Exigen el cumplimiento de la ESI en sus escuelas, porque reconocen su derecho a informarse para poder decidir en base a sus valores. Necesitan el acceso a métodos anticonceptivos no solo para evitar una paternidad o maternidad no intencional, sino también para vivir su sexualidad de forma saludable y responsable. Y se debe garantizar el aborto no punible porque estos embarazos no intencionales suceden en el marco de la violencia, del riesgo a la salud y a la integridad de las personas, cuando suceden estos embarazos no intencionales.
*Por Activando Derechos para La tinta.