TLC entre Chile y Argentina: “libre comercio que de comercio tiene muy poco”

TLC entre Chile y Argentina: “libre comercio que de comercio tiene muy poco”
23 agosto, 2018 por Tercer Mundo

La semana pasada se suspendió la votación en el Senado del Tratado de Libre Comercio entre Argentina y Chile, aunque el acuerdo se mantiene latente.

Por Vivian Palmbaum para Marcha

En noviembre de 2017, Chile y Argentina firmaron un Tratado de Libre Comercio (TLC) que extiende el Acuerdo de Complementariedad Económica (ACE) N°35 vigente desde 1996. En un comunicado conjunto, las Asambleas Mejor Sin TLC de Chile y Argentina expresaron su rechazo a la firma. Estas Asambleas nuclean a organizaciones de la sociedad civil de un amplio arco de representación, que le dan seguimiento a estas cuestiones que comprometen a las sociedades. El miércoles 15 de agosto se iba a tratar en el Senado y la sesión fue levantada en medio de cuestiones más mediáticas.

Entrevistamos a Luciana Ghiotto, Investigadora de CONICET, con sede en UNSAM, miembro de Attac Argentina y la Asamblea Argentina Mejor Sin TLC, colaboradora del Trasnational Institute, quien explicó las implicaciones de los TLC en nuestra región.

—¿Cómo es el tratamiento del TLC en el Senado? ¿Por qué se levantó la sesión?

—El TLC con Chile entró al Senado hace poco tiempo, no hubo información pública al respecto, se trató en una comisión chica, de Relaciones Exteriores. La semana pasada entró al recinto para ser tratado sobre tablas y solamente pasó por una comisión, no hubo más debate. Las comisiones lo que permiten es que haya debate previo entre los senadores y la sociedad civil, para hacer invitaciones que permitan discutir los efectos del tratado y/o discutir el tratado en sí mismo. Lo que vimos en las versiones taquigráficas del Senado es que solamente se invitaron a sectores empresariales. Queremos destacar que entre los invitados estuvieron la Cámara de Comercio de Argentina y sectores biotecnológicos para discutir el tratado. No se invitó a nadie de la sociedad civil, ni a sindicatos ni a organizaciones sociales ni a otros partidos políticos para discutirlo.


La miércoles pasado se levantó la sesión y es interesante recalcar que un Tratado de Libre Comercio para ser discutido, en el marco de otros temas que son mucho más mediáticos, muestra también que se quiere que este tema pase desapercibido, que no tome una relevancia propia, sin embargo está empezando a hacerse conocido el tema.


Chile puerto la-tinta

—¿Qué se acuerda con este Tratado?

—Este es un Tratado de Libre Comercio que de comercio tiene muy poco, porque los tratados intrarregionales, es decir dentro de América Latina, son tratados que no giran sobre cuestiones comerciales. Todos los países de la región cuentan con Acuerdos de Complementariedad Económica (ACE) que vienen de los años 1990, y que ya redujeron los aranceles y las tarifas; los productos que se comercian entre los países, que son el 95% según datos del Banco Interamericano de Desarrollo, ya están liberalizados. Por lo tanto, estos acuerdos lo que contienen son temas regulatorios que apuntan a liberalizar a sectores que no tienen que ver directamente con el comercio, como por ejemplo servicios, propiedad intelectual, inversiones, y nuevos temas como comercio electrónico. Estos son los temas que aparecen en este nuevo Tratado, que no tiene nada de comercio, sino que aparecen estos nuevos temas que son los llamados temas “regulatorios”. Lo que vuelve a este Tratado tan peligroso es que no estamos hablando de circulación de mercancías, sino con exigencias de grandes empresas que operan en la región, incluso exportadores, que lo que hacen es garantizarse un marco legal que les permite operar con mayor libertad.

—¿Qué relación hay entre este TLC, la OMC y el G20?

—Estos TLC tienen una relación con la Organización Mundial del Comercio y el G20 porque ambas organizaciones plantean que el camino para el desarrollo es el libre comercio. En el marco de ese supuesto, la firma de tratados garantizaría una mejor entrada de productos en el mundo, en otros mercados y eso daría mayor seguridad jurídica a los inversores. Lo que nosotros planteamos es que llevamos 25 años de libre comercio en América Latina y sabemos que los efectos no han sido lo que se prometió, ni tampoco mayor desarrollo ni mayor empleo. El NAFTA fue el primero que entró en vigencia en el año 1994. Ya tenemos 25 años de libre comercio en la región y el único empleo que aumentó es en sectores de altísima vulnerabilidad y precariedad, como las maquilas o sectores que habían tenido un cierto nivel de industrialización, como en Colombia toda la línea blanca como son la fabricación de heladeras, lavarropas, a partir de la firma del acuerdo con Corea del Sur. Es decir, tienen un impacto muy fuerte sobre sectores de empleo y, a la vez, dan un marco de legalidad a las empresas para que puedan operar, le dan garantías como, por ejemplo, a los inversores extranjeros para demandar a los estados en tribunales arbitrales como el CIADI, entre otros, frente a una política pública del Estado que al inversor no le convenga. Por ejemplo, que le quiten un permiso o una expropiación o la nacionalización de una empresa que tenga inversores extranjeros. La región tiene más de 200 demandas de inversores extranjeros y estos tratados de libre comercio avalan eso.

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—¿Qué posibilidades de resistencia tienen los pueblos?

—Lo que se puede hacer es exigir con fuerza los estudios de impacto de estos tratados. Existe una amplia experiencia sobre los efectos de estos tratados, hay que exigir que no se firmen como lo hacemos desde las organizaciones de la sociedad civil. Desde todas las plataformas que hoy trabajan contra los tratados de libre comercio en la región, estamos planteando que no se puede firmar ningún TLC más sin estudios ambientales. No se puede además firmar ningún tratado más a espaldas de la población, sin consultarla, y de los sectores sociales afectados.

No al G20 y Mejor Sin TLC

Recordamos que este año está sesionando el G20 en Argentina, con 50 reuniones hacia la cumbre de presidentes que tendrá lugar los próximos 30 de noviembre y 1 de diciembre. Tal como se explicó en uno de los talleres de formación (nacionales e internacionales) organizados por la Asamblea No Al G20, lo que sucede en la Argentina es lo que quiere el G20 a nivel mundial: crear las condiciones para el proyecto estratégico del capital trasnacional más concentrado. Al mismo tiempo, se firman acuerdos con el FMI que comprometen el futuro del país y nuestras próximas generaciones.

Este año se está lanzando la plataforma América Latina Mejor Sin TLC, un espacio que trabaja en la región y que es la coordinación de todas las plataformas de los países. Desde las plataformas Mejor Sin TLC de Chile y Argentina hicieron una declaración conjunta: “¡Basta de Tratados sin debate y a espaldas de los pueblos!”, con cinco puntos centrales. “Los tratados vienen a cristalizar el rol del sector privado en nuestras actividades productivas y sociales cotidianas, plasmando a los ciudadanos como meros ‘consumidores’ o ‘usuarios’, sin derechos”, señalaron en la declaración.

*Por Vivian Palmbaum para Marcha

Palabras claves: argentina, chile, libre comercio

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