Pussy Riot y el gol del final
Cuando ya no quedaba nada del Mundial, el colectivo ruso punk feminista Pussy Riot burló el cerrojo mediático que ocultó durante el torneo a la Rusia que protesta contra las políticas represivas de Vladimir Putin. Como el fútbol mismo, sobre la hora, Pussy Riot anotó un gol para los presos políticos y la persecución ideológica en redes sociales. La imagen de una de las manifestantes junto al joven Kylian Mbappé, terminará siendo una de las postales de Rusia 2018.
Por Redacción La tinta
Corría el minuto 53 de la 21° Final del Mundo. Croacia tocaba la pelota en la mitad de cancha mientras Francia aguardaba replegada y bien ordenada en su campo. En ese momento, cuando Iván Rakitić controla el balón, se observa a una integrante de las Pussy Riot ingresar corriendo por el césped. Las cámaras no pueden esquivar el plano. Los manifestantes vestidos como policías son más rápidos que los directores de la transmisión oficial y más de tres mil millones de espectadores en el mundo lo ven todo. El protocolo de censura dispuesto para estos casos fracasa. Gol del colectivo feminista punk ruso. El mundo hablará de Francia y de ellas. Hablarán de su mensaje.
A poco de haber nacido, las Pussy Riot se convirtieron en enemigas del Vladimir Putin cuando en 2012 protagonizaron una manifestación en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú, donde entonaron una oración punk contra la candidatura del gobernante. Varias de ellas fueron arrestadas y judicializadas. Dos de las detenidas fueron condenadas por «vandalismo y odio religioso». Una de ellas, Nadezhda Tolokonnikova, realizó huelga de hambre a los pocos meses por los malos tratos que recibía en la Colonia Penal donde se encontraba presa. Desde entonces, el colectivo sigue creciendo en medio de un contexto político local que no tuvo casi espacio en los medios de comunicación que viajaron a Rusia para cubrir el Mundial.
A pocos minutos de haber ingresado al campo de juego y ser arrestadas por la seguridad del estadio de Luzhnikí, Pussy Riot se adjudicaron el hecho a través de un comunicado que se difundió en redes sociales. El mensaje exige: Libertad a todxs lxs presxs políticxs; No más encarcelamientos por poner “me gusta”; Basta de arrestos ilegales en marchas; Permitir la competencia política en el país; No a las causas armadas y a presxs sin razón
Mientras corrían por el campo y las imágenes de la trasmisión internacional pasaban repeticiones de jugadas del partido, una de las manifestantes se acercó a Kylian Mbappé, el joven delantero francés de 19 años. Nada de violencia, nada de abrazos. Con una sonrisa en su cara, la integrante de Pussy Riot levantó sus manos y el 10 de Francia repitió el gesto. Kylian, el chico de padres africanos que nació en los márgenes de París y que en minutos haría gritar su nombre a la Francia xenófoba de Macron, chocaba palmas con una militante punk y feminista en la final mundial de la Rusia homofóbica de Putín. Antes del final, la foto del Mundial.
La invasión a la cancha durante la final del Mundial. pic.twitter.com/nPXw4i6m69
— Agente Truffaut (@AgenteTruffaut) 15 de julio de 2018
El documento de Pussy Riot difundido en redes sociales
Hace apenas unos minutos cuatro miembros de Pussy Riot se presentaron en el partido final de la Copa Mundial de la FIFA: “El policía entra al juego”.
Hoy se cumplen 11 años desde la muerte del gran poeta ruso, Dmitriy Prigov. Prigov creó una imagen de un policía, un portador de la nacionalidad celestial, en la cultura rusa.
El policía celestial, de acuerdo con Prigov, habla en ambos sentidos con Dios mismo. El policía terrenal se prepara para dispersar manifestaciones. El policía celestial toca suavemente una flor en un campo y disfruta de las victorias del equipo de fútbol ruso, mientras que el policía terrenal se siente indiferente a la huelga de hambre de Oleg Sentsov. El policía celestial se levanta como un ejemplo de nación, el policía terrenal lastima a todos.
El policía celestial protege el sueño del bebé, el policía terrenal persigue a los presos políticos, encarcela a las personas por “retuits” y “me gusta”.
El policía celestial es el organizador del hermoso carnaval de este Mundial, el policía terroso le tiene miedo a la celebración. El policía celestial vigila cuidadosamente obedecer las reglas del juego, el policía terrenal entra al juego sin preocuparse por las reglas.
La Copa Mundial de la FIFA nos ha recordado las posibilidades del policía celestial en la Gran Rusia del futuro, pero el policía terrenal, al entrar en el juego sin reglas, rompe nuestro mundo.
Cuando el policía terrenal ingresa al juego, exigimos:
1. Deje que todos los presos políticos sean libres.
2. No encarcelar por dar “me gusta” en redes sociales.
3. Terminar con las detenciones ilegales en manifestaciones.
4. Permitir la competencia política en el país.
5. No inventar acusaciones criminales y no encarcelar personas sin motivos.
6. Convertir al policía terrenal en el policía celestial.
*Por Redacción La tinta