Colombia: “Sólo se ha cumplido el 20 por ciento del acuerdo de paz”
Con la llegada de Iván Duque a la presidencia en Colombia se encendieron las alarmas sobre el recrudecimiento de la violencia estatal y paraestatal.
Por Lucio Garriga y Gerardo Szalkowicz para Nodal
Desde el próximo 20 de julio, Sandra Ramírez ocupará una de las 10 bancas que tendrá la FARC en el Congreso colombiano producto de los acuerdos de paz. Tiene en su espalda una larga trayectoria: nacida como Griselda Lobo, se unió a la guerrilla cuando tenía 17 años y a los 20 conoció a uno de sus fundadores, Manuel Marulanda Vélez (alias “Tirofijo”), de quien fue su compañera hasta que falleció 24 años después. Fue la primera mujer que integró los Diálogos de Paz en La Habana y es miembro de la dirección de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, el partido que surgió con la desmovilización de la insurgencia.
En esta entrevista en el programa Al sur del Río Bravo, la futura senadora denuncia el resurgimiento de los grupos paramilitares como factor clave en la ola de asesinatos a líderes sociales (más de 130 sólo en este año), destaca la necesidad de “sacar las armas de la política” y asegura que “el balance de la firma de los acuerdos de paz es negativo por los incumplimientos de parte del gobierno”. Además, explica las expectativas y temores ante la llegada a la presidencia del uribista Iván Duque.
—Al tiempo que avanza en Colombia el proceso de paz se recrudecen los asesinatos de líderes y liderezas sociales. ¿Cuáles son los principales objetivos de esta matanza cotidiana? ¿Quiénes se benefician con esta situación?
—Desafortunadamente en Colombia se ha gobernado con la violencia. A pesar de haberse firmado el acuerdo de paz, la violencia aún predomina. Tenemos, desde la firma de los acuerdos, 426 líderes y liderezas asesinados, 70 integrantes de nuestra organización. Es un número que, aunque ha mermado, tenemos que llegar a que sea cero. Y en esa lucha estamos, en lograr sacar las armas de la política, en que todos podamos opinar, decir y hacer oposición sin que eso sea motivo para que nos desaparezcan o nos asesinen como está ocurriendo.
Pero seguimos teniendo una derecha muy fuerte, muy arraigada en el campo, y que se ha manifestado en esta nueva contienda electoral. Tenemos la necesidad urgente, y lo vamos a proponer, de implementar una unidad especial de investigación y medidas de protección colectivas para los contextos rurales, para la gente en el campo, porque están resurgiendo los grupos paramilitares. En Colombia ha sido cultura la violencia contra la oposición. Por eso también vamos a impulsar un pacto para ver cómo sacamos las armas de la política. El viernes pasado se hizo una manifestación a nivel nacional e internacional en defensa de la vida, aquí en Bogotá colmamos la Plaza de Bolívar en una manifestación espontánea de toda la comunidad en un solo grito de luchar por la vida, de no más asesinatos, de un “basta ya”. Y eso lo tiene que oír el gobierno, porque tuvimos ocho millones de votos por la paz, por el no retroceso a la guerra.
—¿Qué balance hace la FARC de la implementación del acuerdo de paz con el gobierno de Juan Manuel Santos?
—Es un balance negativo. Tenemos incumplimientos por parte del gobierno, sólo se ha cumplido el 20 por ciento de la implementación de los acuerdos de paz, y nos queda todavía un largo tramo por recorrer. Tenemos grandes dificultades en la reincorporación a la vida civil e incluso en un programa muy importante que se aprobó en La Habana como es la sustitución de cultivos, que el gobierno intentó implementarlo unilateralmente. Y ahora tenemos al nuevo gobierno que quiere desconocer el acuerdo. La Registraduría Nacional le acaba de dar el aval a tres senadores del Centro Democrático para recoger firmas y convocar a un referéndum que derogue tres actos legislativos muy importantes como son la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), el blindaje a los acuerdos de La Habana y la participación política del nuevo partido (FARC) que nació producto del acuerdo de paz.
—¿Creen viable que pueda continuar la implementación de los acuerdos con el gobierno de Duque?
—Nosotros vamos a dialogar, vamos a conversar con el nuevo presidente sobre la implementación del acuerdo y lo que significa para nuestro país. La implementación del acuerdo en pro de construir una nueva sociedad que nos conviene como nación, como patria.
A nivel internacional el acuerdo tiene un blindaje y eso es muy importante. Si no es el mejor acuerdo, sí ha recogido el sentir de los colombianos, de las víctimas. El acuerdo ha recibido de la comunidad internacional el blindaje y la protección para que en Colombia se supere esa noche larga y oscura que ha sido la guerra. Y hacia lo interno, fueron ocho millones de votos a favor de la paz. Además hora tendremos un Congreso pluralista, entre nosotros (el partido FARC), el Polo Democrático Alternativo, los verdes, la coalición DECENTES, conformamos una fuerza a la que llamamos la bancada por la paz. Y esa bancada tendrá la tarea de la implementación del acuerdo.
—Usted ocupará una de esas bancas que, por primera vez, la FARC tendrá en el Congreso. ¿Qué podrán aportar desde allí?
—Con la bancada de la paz nos proponemos realizar en el Congreso un avance en la inclusión de la democracia de nuestro país, que sea participativa e incluyente. ¿Eso qué quiere decir? Pues vamos a impulsar normas por el derecho al agua, por el buen vivir de los colombianos. Como bancada vamos a pensar el país y las necesidades urgentes de nuestra población.
—¿Qué balance hacen de lo que fue la primera elección con las FARC en la legalidad como partido político?
—Hacemos un balance positivo porque en la contienda electoral hemos logrado llegar a muchos otros sectores que no tenían una visión clara de lo que es la guerra ni de la confrontación que hemos vivido. Logramos llegar a esos sectores y nos están recibiendo, estamos llegando a la gente del común, a la gente que se había hecho un paradigma muy diferente de lo que era la resistencia armada. Estamos llegando y rompiendo ese paradigma que crearon los medios de comunicación, y eso ha sido muy bien recibido.
*Por Lucio Garriga y Gerardo Szalkowicz para Nodal.