El candidato vinculado a Al Qaeda que respalda Erdogan
El próximo domingo se realizan elecciones generales en Turquía. El partido gubernamental AKP lleva en su lista a un dirigente detenido por su relación con Al Qaeda.
Por Leandro Albani para La tinta
“Un hombre brillante” dijo el presidente turco Recep Tayyip Erdogan sobre Osman Nuri Gulacar, actual candidato a diputado por el gubernamental AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo) para las elecciones generales del 24 de junio. Lo que Erdogan olvida decir es que Gulacar es señalado por sus vínculos con el grupo terrorista Al Qaeda.
En los comicios del próximo domingo, el mandatario turco se juega una de sus principales cartas para mantener un poder férreo dentro de las fronteras de Turquía y redoblar su política exterior, caracterizada en los últimos meses por las invasiones militares que sostiene en las regiones kurdas de Irak y Siria.
El derrotero de Gulacar, postulante por la provincia de Van, está marcado por sus detenciones y las acusaciones por financiar al grupo que dirigió hasta su muerte Osama Bin Laden.
En 2009, el miembro del AKP fue arrestado en Van, junto a otras 15 personas, apuntado de ser el jefe local de Al Qaeda. En ese momento, Gulacar fue relacionado por el grupo terrorista debido a su participación en la Fundación de Ayuda Humanitaria (İHH, por sus siglas originales), señalada por financiar a Al Qaeda. Luego de su detención, el entonces candidato a gobernador del AKP negó las acusaciones. Por este hecho, Gulacar -un economista graduado en la Universidad de Anadolu, casado y con tres hijos-, estuvo encarcelado durante dos meses y recién fue absuelto en 2017.
En 2014, unidades de la policía antiterrorista allanaron múltiples oficinas de IHH en seis ciudades, en las cuales arrestaron al miembro más antiguo de Al Qaeda en Turquía, Halis B., junto con el segundo al mando para Medio Oriente, Ibrahim S. Uno de los allanamientos fue en la casa de Gulacar, que por esos días se postulaba como alcalde de la ciudad de Van. En declaraciones a la prensa, el dirigente argumentó que “aunque la policía sabe que podemos cumplir con una invitación de los fiscales, llevar a cabo una operación a las cinco de la mañana es significativo. A pesar de esto, no se ha encontrado ningún elemento de delito en la búsqueda”.
Las personas detenidas fueron acusadas de enviar gente a combatir en Siria, ayudar a trasladar a miembros de Al Qaeda desde Afganistán y Pakistán, recaudar dinero para ayudar al grupo terrorista, y proporcionar y distribuir ayuda y armas.
Dos de los jefes de unidades antiterroristas de la policía que iniciaron la investigación que condujo a la casa de Gulacar fueron despedidos. El jefe del departamento antiterrorista, Devlet Cingi, y el jefe del departamento antiterrorista de Van, Serdar Bayraktutan, fueron reubicados después del allanamiento.
Luego de los operativos, el viceprimer ministro turco Bülent Arınç defendió a IHH, al señalar que es una organización legal que “está trabajando para objetivos humanitarios”. En 2008, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos designó que la “Unión del Bien”, de la cual IHH es miembro, era una organización terrorista, aunque esto se debía a su relación con el Movimiento de Resistencia Islámica Hamas, de Palestina, organización estrechamente vinculada con los Hermanos Musulmanes, entidad de la que forma parte el propio Erdogan.
El diario Zaman reveló en enero de 2014 que las fuerzas de seguridad turcas se habían apoderado de un camión lleno de armas y municiones en Hatay, que viajaba hacia Siria. Según el periódico, el vehículo pertenecía a IHH, aunque la organización humanitaria nuevamente negó cualquier conexión con grupos terroristas. Zaman detalló que los policías que detuvieron el camión fueron reubicados y el fiscal a cargo de la causa intentó castigar a los uniformados que participaron en el operativo.
El portal The Region informó que en 2013 IHH levantó sospechas cuando se “reveló que dos mujeres checas, secuestradas por Al Qaeda en Pakistán, habían sido liberadas” por la fundación con sede en Turquía. “Fue una hazaña que, si bien fue celebrada por muchos medios de comunicación progubernamentales, no lo fue por el gobierno checo”, recordó el portal.
Gulacar, que continúa trabajando como imán en una mezquita cerca del centro de la ciudad de Van, no escapa a los escándalos de todo tipo. En campañas electorales previas, sus guardaespaldas habían disparado contra personas que protestaban en su contra. A su vez, algunos de sus simpatizantes también atacaron la sede electoral del Partido de las Regiones Democráticas (BDP) con palos, piedras y armas de fuego.
El 23 de mayo pasado, el diario Hurriyet señaló que Gulacar “ha estado envuelto en una serie de escándalos de abuso infantil en los últimos años”.
Las relaciones entre el gobierno turco y los grupos terroristas en Siria son por demás de conocidas. En 2015, la administración del presidente Vladimir Putin denunció que las fuerzas de seguridad turcas eran las encargadas de liberar la frontera para que los mercenarios ingresaran al norte sirio, como también reveló la ayuda de Ankara para que el Estado Islámico (ISIS) traficara de forma ilegal el petróleo sirio a través de Turquía.
En la actualidad, el ejército turco que invade la región kurda de Afrin está aliado al Ejército Libre Sirio (ELS) y a yihadistas de Al Qaeda e ISIS, situación denunciada por las autoridades de la Federación Democrática del Norte de Siria como por organismos internacionales.
Que Gulacar sea “el hombre brillante” de Erdogan y candidato del AKP no es casualidad, sino otra confirmación de cómo concibe la política el gobierno de Turquía y el futuro que busca para el país.
*Por Leandro Albani para La tinta