El empate mentiroso
La cantidad de micrófonos en la mesa demuestran el nivel de atención y la magnitud de lo que se está anunciando. Los dedos entrelazados y los pulgares hacia arriba es un claro gesto de explicación. El que está en el centro de la escena, el gurú que explica, es Domingo Felipe Cavallo, que convencidamente está presentado la ley de convertibilidad, rodeado por su equipo económico. Es el 21 de marzo de 1991 y arrancaba en nuestro país el periodo económico conocido como el 1 a 1. La fotografía la realizo José Casal para Telam.
Por Redacción La tinta
A tan solo 20 días de asumir en el Ministerio de Economía, Cavallo presentaba su plan de medidas para salir de la hiperinflación en la que se encontraba el país, contra la cual su antecesor Erman González no pudo dar batalla. La ley consistía en realizar el cambio del signo monetario de australes a pesos y lograr la paridad en la que 1 peso valiera un 1 dólar.
Esta medida obligaba al Banco Central a comprar y vender los dólares que se le demandaran y mantener el respaldo de la moneda que circulaba con la reservas. Esto se logró con la venta de las empresas estatales y con la toma de deuda en el exterior.
La Ley de Convertibilidad (23.9281) fue aprobada por el Congreso de la Nación el 27 de marzo de 1991 y Cavallo pasaba a ser una de las figuras mediáticas y centrales de la política argentina.
El 6 de abril de ese año el ministro en cadena nacional diría que “El valor de nuestra moneda está, sin dudas, perfectamente asegurado y nadie tiene que temer por la evolución futura de la paridad cambiaria. El peso que a partir de primero de enero valdrá igual que el dólar es una ment… moneda destinada a perdurar con ese valor por muchos años, me atrevo a decir por décadas”.
Cinco años más tarde, Cavallo sería echado de su puesto por Carlos Menem, pero volvería a esa cartera en 2001, convocado por Fernando de la Rúa. Esta vez para ser el protagonista de la explosión y consecuencias de su propio plan económico.
*Por Redacción de La Tinta