Los límites de la fotografía (y de los grandes premios internacionales)
Por Cora Gamarnik
En el año 2007 el World Press Photo de 2006 premió la foto de Spencer Platt. La imagen muestra a un grupo de jóvenes libaneses viajando a bordo de un Mini Cooper en las ruinas de Beirut. La primera interpretación que surge es de una supuesta banalización turística y/o deriva voyeurista que caracterizaría a la sociedad contemporánea. Pero la verdad era que esos jóvenes que se ven en la foto (luego entrevistados por un periódico belga) contaron que no eran turistas de paseo, sino refugiados que regresaban por primera vez a su barrio que había sido devastado por bombardeos israelíes. Esto lo cuenta en un artículo académico el investigador francés Andre Gunther.
Este año la foto ganadora es de Ronaldo Schemidt y lo que vemos en ella es a José Víctor Salazar Balza un joven venezolano prendido fuego. Lo primero que uno tendería a pensar es que la policía en medio de la represión a una manifestación opositora lo quemó. Los medios en general cuando publicaron la foto colaboraron con esa interpretación. Pero esto tampoco fue así. El muchacho estaba en una manifestación contra Maduro. En un momento otros manifestantes opositores tiraron una molotov contra una moto en la que viajaban dos policías de la Guardia Nacional Bolivariana.
El fotógrafo cuenta: “vi por casualidad que unos manifestantes con escudos se movían con velocidad hacia otra calle. Decidí correr con ellos. Cuando llegué a la cuadra paralela, los vi golpeando vehículos blindados con palos, piedras y tirando bombas molotov”.
Los jóvenes atraparon la moto que conducían los dos agentes de la Guardia Nacional Bolivariana y los hicieron caer al suelo. Los guardias bolivarianos lograron irse pero la moto quedó en medio de la avenida. Los jóvenes la empujaron unos 50 metros. El fotógrafo continúa contando: “Empezaron a brincar encima de ella, como si fuese un trofeo para celebrar que habían golpeado a los guardias y se la habían quitado”.
En medio de esa situación otro manifestante golpeó el tanque de gasolina de la moto con un tubo, rompió su tapa e hizo saltar un chorro de varios litros de combustible que, al entrar en contacto con las llamas creó una bola de fuego que impactó en José Víctor Salazar, el joven que vemos en la foto y que ya lleva 27 operaciones para reconstruirse.
Esto se puede leer en dos medios no sospechados de simpatía con Maduro como son ABC de España y la BBC de Londres.
Pero hay que leer. No alcanza con mirar la foto.
*Por Cora Gamarnik