Ronaldinho y Riquelme, retirarse en la era de la posmodernidad
En otras épocas retirarse de las canchas para un futbolista, significaba el comienzo de un proceso íntimos y silenciosos. Los viejos nuevos héroes del siglo XX, Riquelme y Ronaldinho, dijeron adiós por caminos diferentes. Luego del Mundial de Rusia, Nike anunciará la gira planetaria de despedida en la que acompañará al brasileño. En tanto Román, posterga su partido final en la Bombonera, con la paciencia y la seguridad que siempre denotaron sus pies y su rostro frente a cámara.
Por Hector Ordoñez para La tinta
Ronaldinho, «La gran sonrisa del fútbol», anunció hace algunos meses que si algún equipo lanzaba una oferta por él, aún se encontraba en condiciones de jugar, y que valoraría la propuesta siempre y cuando estuvieran de acuerdo en que el astro brasileño podría omitir los entrenamientos.
Dinho nos recordó entonces que el fútbol es un juego. Verlo como un trabajo, entrenar cada mañana y desarrollar disciplina, son detalles que nunca fueron propios de Ronnie. Sin embargo, recordar sus inverosímiles dribles en el aire y sus fantásticos goles que parecían detener el tiempo, hace concluir que el entrenamiento no era necesario para un tipo como él.
Se retira uno de los primeros héroes del internet, el protagonista del video en Youtube que alcanzó más de un millón de vistas por primera vez. Hace diez años, presenciamos vía Internet cómo Ronaldinho estrenaba unas zapatillas nuevas, y luego dominaba el balón. Se deshacía de él con un disparo que estrellaba en el poste, y el rebote le regresaba directo al pecho, para seguir jugando con la pelota en el aire.
Otro hombre atípico en el césped, fue Juan Román Riquelme. No conozco a otro futbolista que se sintiera tan responsable usando la playera de un equipo. En el caso de Román, su amor a Boca, así como su cariño al Villarreal y a Argentinos Juniors siempre fue evidente. Román siempre hizo notar la importancia de los códigos en este deporte. Por eso entiendo que al jugador más grande en la historia de Boca le molesten las transmisiones en vivo de Facebook o Twitter, de futbolistas en el vestidor, que recién acaban de perder un partido.
Una figura trivial, Riquelme siempre fue el mejor escudo de las declaraciones de los presidentes de su Club, y sin embargo, aguantó por amor a la camiseta de Boca. Por eso no le obsesiona ser DT. Román irá por la presidencia del club cuando tenga la oportunidad.
En el ocaso de su carrera, decidió regresarle a Argentinos Jrs el privilegio de la Primera División, así como este club lo formó cuando niño.
Riquelme anunció su adiós a las canchas a través de una entrevista en vivo con Quique Wolff. Desde un bar, del que su hermano es propietario, Román habló de la relevancia de aquel Boca que lo ganaba todo. Que no le tuvo miedo al Real Madrid, al Milán o al Bayern Munich. Un equipo que, con Riquelme como eje de la creación de juego, parecía invencible. Los bosteros siempre le agradecerán a Román esta época dorada para Boca.
Aunque el anuncio de su retiro fue en 2015, y Riquelme anticipó que tendría un partido de despedida en La Bombonera, este evento aún ha quedado pendiente. Román mismo ha sido quien anuncia su cancelación, según sus palabras, porque aún no está listo. Quienes conocemos de cerca su carrera, sabemos que en esa tarde Zidane, Iniesta, Palermo o Maradona, serán sólo algunos de los astros que acompañarán a Román para decirle adiós jugando.
Ronaldinho, por otro lado, anunció su retiro a principios de este año, a través de un video multiplataforma membretado por Nike (igual que el de las zapatillas con un millón de views), que ha dado la vuelta al mundo a través de redes sociales. Es una pieza muy emotiva, donde nos recuerda cómo Ronnie dejaba rivales con facilidad en la Liga Española. Tal vez, en el fondo, la respuesta es que Ronaldinho jamás fue un profesional, sino, solamente, un tipo que se divertía al jugar su deporte favorito. Lo de Riquelme era similar. Cada domingo, en La Bombonera, el patio de su casa, demostraba tener un talento bastante superior al resto. Su motor era el amor al club, a la camiseta y a Boca. Y eso lo elevaba aún más.
Después del mundial de Rusia 2018, y a lo largo de este mismo año, Nike anunciará cómo será la gira de despedida de «La gran sonrisa del fútbol». No recuerdo que tenga precedente alguno del retiro de un futbolista como premisa para una campaña de publicidad masiva.
Riquelme, casi antagónico, ha dicho que su famoso partido de despedida sí existirá, y aunque ha cambiado ya de planes un par de ocasiones, esta vez suena seguro al hablar de diciembre como la fecha de su homenaje. Cuando este partido tenga lugar, el barrio de la Boca se llenará de magia como nunca antes.
Yo, en lo personal, no puedo creer que ya no contemos con estos dos monstruos en el césped. La posmodernidad ha permeado en todos los niveles. Antes, cuando un futbolista se retiraba, lidiaba con problemas personales, dejar al equipo, al rectángulo verde y al balón eran momentos íntimos.
Ahora, el mundo entero está al pendiente de este proceso, pero me quedo con la postura de Román. Con sencillez y tranquilidad anunciará su partido de despedida, y por otro lado, a Ronaldinho, lo veremos hacer una campaña de publicidad masiva, también a modo de homenaje, a manera de retiro. La posmodernidad es bizarra, pero más raro aún es darle la espalda, como Román lo hace, tal como cuando pisaba la pelota y les daba la espalda a los defensores, para cuidarla y dejarla lejos del alcance de todos. Pero algo es cierto. Los voy a extrañar siempre a ambos, eternos magos del balón.
*Por Hector Ordoñez para La tinta
