Educación sexual para decidir
El miércoles siete de febrero se realizó, como desde hace ocho años, la multitudinaria movilización en el marco de la Campaña por la Digna Educación. Entre los reclamos, se presentaron firmas para que se haga realmente efectiva la plena implementación de la Ley de Educación Sexual Integral.
Por Redacción La tinta
La Campaña de la Digna Educación, es una lucha impulsada por el Encuentro de Organizaciones y vecinos y vecinas de la ciudad y la provincia de Córdoba. La movilización, si bien es muy importante, es sólo uno de los momentos de esta campaña. Desde octubre, la asamblea de delegadas de los territorios se reúne y discute la situación de la educación, definiendo las exigencias y las acciones a desarrollar.
Este año, y de la mano del grupo de Promotoras Territoriales Contra la Violencia de Géneros, se sumó el reclamo por la plena implementación de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI, N° 26.150). El grupo de promotoras es una iniciativa que busca generar, en distintos territorios de Córdoba, espacios contra la violencia de géneros a modo de herramientas de autodefensa para personas atravesadas por esta problemática.
En el comunicado de la campaña el Encuentro de Organizaciones explica: “Nuestros reclamos están siempre de la mano de la realidad, construidos a través de la vivencia y el compartir de muchos y muchas, madres, padres, alumnos y docentes de distintos barrios de la ciudad de Córdoba, preocupadxs e implicadxs en la educación”.
En este sentido es que la demanda concreta en relación a la ESI se hizo escuchar. Mayra, integrante del grupo de promotoras, explicó que “tiene que ver con pensar en una educación integral, que no tenga que ver con los antiguos contenidos, sino como piso común que nos permita tener información para decidir. La escuela, por su alcance universal, tiene la posibilidad de generar ese piso común sobre cuestiones de género”.
A partir de una junta de firmas presentada en el Ministerio de Educación como parte de las negociaciones de esta lucha, las Promotoras esperan aportar a la pelea por la efectivización de esta ley, aprobada hace ya doce años. Mayra explica que lo trabajaron colectivamente en sus espacios de formación y entienden que la importancia de la Ley radica en la posibilidad de acceso a la información, con base científica y con perspectiva de género. “Los contenidos tienen que ser integrales, no solo biológicos, pensando a la sexualidad como un proceso que se construye y modifica a lo largo de nuestra vida, que no tiene que ver con el momento reproductivo sino con las emociones, los sentimientos, con la autopercepción y con cómo percibimos al resto”.
La Ley establece que la Educación Sexual Integral debe trabajarse tanto en escuelas públicas como privadas, y en todos los niveles educativos. Además debe abordarse en todas las materias de forma transversal, articulando contenidos, para lo que existen lineamientos curriculares claros y accesibles. “Obliga a los docentes a trabajarlos y para eso también los obliga a la formación permanente, y obliga al estado a proporcionar formación permanente para los y las docente”, afirma la promotora.
Situación de la ESI en Córdoba
La preocupación por la plena implementación de la ESI en las escuelas no es nueva y no responde sólo a lo que se sabe de boca de los y las niñas y jóvenes, sino también a los números oficiales. En 2015 el Equipo Técnico del Programa Provincial ESI publicó los resultados de una encuesta enviada a todos los establecimientos educativos de la provincia.
La encuesta fue respondida por casi la mitad de los colegios, mayoritariamente públicos. Los datos resultaron alarmantes. En 10 años, el porcentaje de escuelas que realizaron actividades de manera sistemática no superó el 60% (60% en nivel inicial, 57% en primarias, 59% en secundarias).
El estudio indaga además sobre el enfoque desde el cual se trabajan los contenidos. Según el texto de la Ley, que sea integral significa que “articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos”. Sin embargo según los datos oficiales, conviven este tipo de contenidos con los provenientes de un enfoque moralista que, de hecho, predomina en el nivel primario y secundario. Situación que se agrava en las instituciones privadas. Mayra hace énfasis en este punto y explica que “enseñar educación sexual atravesada por la moralidad es muy peligroso, ya que profundiza una visión culpabilizadora en relación a la sexualidad, y prima la cuestión religiosa por sobre el enfoque integral con perspectiva de géneros, de diversidad, de la sexualidad como un proceso en toda nuestra vida”.
Por otro lado, entre las dificultades para la implementación, los y las docentes mencionan el desconocimiento de la ley, de los lineamientos conceptuales y de herramientas didácticas. Los datos publicados no variaron considerablemente hasta el presente, siendo escasas la políticas implementadas para tal fin.
“Sabemos que no alcanza con la implementación de la ESI, y por eso generamos nuestros propios espacios. Sabemos los límites de las leyes aprobadas por los gobiernos, pero no somos ingenuas, entendemos lo importante de pelear porque se cumpla una ley que costó mucho conseguir, y que tiene un alcance que hoy nosotras no tenemos”, aseguró Ana, otra integrante del grupo, en línea con la frase que cierra el comunicado de la Campaña: “Somos dueños del recurso que el mal gobierno administra, exigimos que se vuelque al servicio de la educación que merecemos”.
*Por Redacción La tinta.