Lamento por las polillas
Thomas Lanier Williams III, más conocido por el seudónimo Tennessee Williams, fue un destacado dramaturgo estadounidense. El nombre «Tennessee» se lo dieron sus compañeros de escuela a causa de su acento sureño.
Una peste atacó a las polillas, las polillas están moribundas;
sus cuerpos como diminutas láminas de bronce yacen en las alfombras.
Por todas partes los enemigos de lo delicado
han soplado en el aire un vaho pestilente.
Lamentaos por las aterciopeladas, gráciles polillas.
A veces sus delicados pensamientos, pues pensaban en mí, aliviaban los malestares neuróticos que acechaban el día.
Ahora, una calamidad invisible las ha llevado.
Camino por los cuartos sombríos, no puedo estar quieto,
debo encontrar dónde se oculta el asesino traicionero.
Febrilmente busco, y todavía caen
como frágiles cenizas de las paredes.
Ahora que la peste se ha llevado a las polillas,
a ellas, que eran más refrescantes que cortinas contra la claridad del día, ¿quién vendrá al alba, y suavemente aliviará mi pena mientras camino por los cuartos sombríos con un corazón apesadumbrado?
Dadles, oh madre de las polillas y madre de los hombres,
fuerza para volver al mundo abrumador,
pues mucho se necesita a esos seres delicados
en un mundo poblado de formas gigantescas.
Audio: Extraído del programa “El Vagabundo de las Estrellas”
Foto: Lori Vrba